viernes, 26 de marzo de 2010

TLC-AN

Daniel Alejandro Ortega Navarro
Sociología 1-B

La efectividad en torno a:
Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLC-AN)



En ocasiones nos resulta inexplicable como después de 3 días de haber recibido la nomina (el pago hecho por parte del patrón por nuestros servicios), se disipa tan rápidamente en sabrá dios cuantas cosas. Nuestra economía personal o familiar, si bien, tenemos cierto control de nuestros gastos, compras e inversiones, nuca llegamos a estructurarlo a la manera como nos lo cuentan por televisión (la canasta básica como teoría utópica para un tercermundista). Ahora intentemos estructurar todo el macro sistema que envuelve a nuestro país: que el superávit, el PIB, las financiaciones por parte de las multinacionales, reformas fiscales, globalización, economía cerrada, neoliberalismo, etc., si según datos del INEGI “en México, los habitantes de 15 años y más, en promedio tienen 8.1 grados de escolaridad, lo que significa un poco más del segundo año de secundaria”2. Por consiguiente el vender la idea de que el TLC-AC como funcional para el pueblo mexicano seria demasiado fácil. ¿De qué manera? Veamos.
Las trasnacionales se establecen en nuestro territorio contando con las bondades (facilidades) fiscales que le ofrece el gobierno federal o estatal, que en comparación con las nacionales, tienen vía abierta para el crecimiento dentro de nuestro país ¿Recuerdan como fue absorbido la cadena comercial Aurrerá por Walt-Mart?
Felipe Calderón (el presidente), día a día nos pronostica el advenimiento de la recuperación económica con la ayuda de la cooperación entre las naciones involucradas en el TLC-AC y con un textual “se verá reflejado donde más le interesa a la gente: en sus bolsillos”2.

Hablar sobre políticas públicas sobre este tema, es claro que es de interés nacional, pero como proporcionar la soga al verdugo, nuestros políticos no creo que sean lo suficientemente tontos como para entregar el poder obtenido y las ventajas que esto le atrae (o a menos que no lo tenga). La ley de transparencia a demostrado su fracaso, solo queda la insistencia de aquellos que, aunque nos encontremos en los alrededores del 8.1, nos interesamos por saber un poco más.


Fuentes:
1.- INEGI
2.- Spot promocional del Gobierno Federal

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