lunes, 6 de diciembre de 2010

La construcción de realidades mediáticas.

De la revolución mexicana surgió la constitución de 1917 que es un pacto social que erige en la ley las demandas de sectores significativos de la sociedad, este pacto fue respetado durante décadas y a pesar de los fraudes y horrores del PRI garantizo la estabilidad del país y permitió la creación de un estado de bienestar pero en 1988 llego a la presidencia Carlos Salinas de Gortari quien impulso un modelo económico que favorece solo a los grandes empresarios el neoliberalismo.
Se ha creado un mundo idílico falso que es compartido por millones. Por medio de técnicas mercantilistas se crea una opinión pública dócil, manipulable y alejada de la realidad, controlada principalmente por los medios de comunicación masiva (televisión principalmente), basada en la propuesta teórica de Niklas Luhmann (poder 1996). Es así como los grandes consorcios manejan el país a su antojo, sin respeto a la carta magna; como dicen, al pueblo pan y circo. Las cúpulas en el poder ha logrado manipular la prensa para convertirla en un aparato de control sobre la conciencia de las masas y al servicio del poder, salvaguardando los intereses de la oligarquía local y mundial; la manipulación que ejercen estos medios contribuye a mantener de diversas maneras un sistema económico que solo beneficie a dueños de las transnacionales y los grandes capitales.
El neoliberalismo es un modelo de fraude financiero (del Fobaproa, del rescate carretero). Hoy ese modelo se perpetúa mediante el fraude electoral e informativo. Sin olvidar que es este lo que trae la calumnia al asalariado.
El principal objetivo neoliberal es reproducir el sistema de la oferta y la demanda, explotando la fuerza de trabajo, que es lo que aumenta el fondo del patrón; el rico se vuelve más rico y el pobre apenas subsiste, su salario es mínimo y es por eso que se le conoce como venta de la fuerza de trabajo (Marx, trabajo asalariado y capital.); digamos: el obrero que trabaja ocho horas diarias, recibe el pago correspondiente a la fuerza de trabajo ejercida durante seis horas, regalando así al capitalista dos horas sin cobro; generando más ganancia económica y más producción manual y mercantil.
Nuestro gobierno se ha encargado de alimentar mentiras, mitos y fanatismo al igual que las cuentas de ahorro de nuestros empresarios; explotando los miedos mas irracionales, creando la contrarrevolución del país.

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