lunes, 8 de octubre de 2012

INSTRUCCIONES PARA VIVIR EN MEXICO
RESEÑA.
Todo comenzó cuando terminé de leer la ley de Herodes, una de tantas novelas de Jorge Ibargüengoitia y  como normalmente sucede, esta publicación confirmó su encuentro conmigo acompañada después de una breve pero distinguida sugerencia de mi querido profesor de expresión oral y escrita del primer grado de sociología una de esas tardes del semi lluvioso  mes de septiembre del 2012.
El escritor que hoy menciono nace en el año de 1928 en la provinciana ciudad de Guanajuato, después de ocho meses de vida, su padre muere. Al cumplir los tres años de edad,  su madre y el cambian su lugar de residencia a la ciudad de México, dado su crecimiento entre mujeres que lo adoraban y mimaban, decide para complacencia de las mismas estudiar ingeniería, para así ayudar a que ellas recuperarán todo el dinero que habían derrochado. Tenía casi veintiún  años cuando, a un par de años decide, dejar los cálculos y emprenderse en el mundo de la escritura. Obteniendo su primer obra  a los seis años de edad y la segunda a los veintitrés.
Dividido en VI entretenidas partes, la novela de la que hoy escribo, nos narra una serie de experiencias del escritor que al regalarle el destino  esa enorme fortuna de vivir en México, llega a tener tanta información y con suma diversidad que, cree conveniente la invención de un libro que facilite al lector un conocimiento suigeneris de la nación mexicana y el modo de convivir con sus habitantes y sus peculiares modos de vida.
Se concentraron en este volumen una selección de los artículos que Jorge Ibargüengoitia escribió para el periódico Excélsior de 1969 a 1976, conformados casí  todos ellos por anécdotas  y sucesos, al encontrarse en su andar  con burócratas y al hacer uso de los servicios públicos, cada hecho narrado esta lleno de sentimientos puros e ironías y también analizados con ese ojo crítico.
En la parte I del libro llamada LECCIONES DE HISTORIA PATRIA ,nos narra una serie de sucesos  dentro de un día de campo con un extranjero francés que en su afán de vengarse de aquella informalidad que tuvieron sus anfitriones al hacerlo esperar mucho tiempo, les expresó la siguiente frase:  tienen ustedes  una historia triste, y sin embargo han logrado conservar la alegría.
--¿Será triste nuestra historia?
Aunque la historia no depende directamente de los hechos ocurridos, sino de la actitud del que los registra, puedo decir que México es un  país muy completo. Empezando con un territorio extenso aproximadamente 2 millones de kilómetros cuadrados, que al creador se le ocurrió nutrirlo de todos los biomas posibles selvas, bosques, sierras, playas, desiertos, ríos, lagos, etc… que hubieran servido de escenario perfecto para que cualquier sociedad se volviera sedentaria y después desarrollara su potencial cultural amenamente, pudiera parecer imposible que a  ese mismo creador se le pudiera salir del control una o unas civilizaciones `prehispánicas, como los aztecas o los  mayas  que como todo mexicano comienzan bien y al poco tiempo terminan haciéndolo todo mal, dándose garrotazos y destruyéndolo todo.
Después de que se pierde el equilibrio entre las partes que fueran alguna vez amigos, durante el encuentro accidentado de dos mundos o culturas en aquellas llegada de los españoles a nuestras tierras, es necesario pelear contra las injusticias que surgieron  500 años después y tratar de abolir ese monstruo  llamado esclavitud.
Y cuando en este territorio bordeado por montes y volcanes empezaba a respirar, surgen otra vez las mismas injusticias que antes, solo que corregidas y aumentadas como el robo de tierras, de ganado, de propiedades, la imposición de tareas dignas de unos neo-subordinados a través de los dueños de las haciendas, la creación de tiendas de raya, el exceso en los castigos y asesinatos inesclarecidos en fin.
La insurrección del pueblo de nuevo se volvía a predecir en el siglo XX, pero de nueva cuenta en forma desordenada y arbitraria, con unos líderes que andaban a caballo y gorrudos alla en el norte y otros descalzos y en calzones en el sur, que a base de palos y hoces buscaban no perder ya más, de lo que el patrón y el gobierno les habían arrebatado. Un sinnúmero de ocasiones estaremos peleando y solucionando conflictos sociales que parecieran más bien una maldición.  Y que después de solutos los problemas se crean instituciones para defender los derechos del pueblo y exigirle al mandatario que cumpla sus obligaciones, que de nuevo se volverán en contra del pueblo, y si no me creen piensen en nuestros partidos políticos que históricamente se han encargado de echarlo a perder todo.
En el capítulo II titulado  teoría y práctica de la mexicanidad, nos envuelve, en crónicas de las cuales seguro hemos sido parte, sobre todo al momento en que el pueblo mexicano actúa en “bola”, que si gana la selección de futbol, ganamos todos, que si el papa Juan Pablo II se sentía mexicano, ahora todos podemos caer en excesos al por mayor, que al fin y al cabo ya estamos absueltos de nuestras penas y pecados por los siglo0s de los siglos , etc…
Mencionando también en el capítulo la llamada hospitalidad mexicana y sus efectos, el indiscriminado uso de las frases “lo invito a mi humilde casa”, “le vengo a traer un humilde obsequio entre otras, además aquel episodio en el que somos anfitriones de algún extranjero y que como siempre lo hinchamos de tequila y de coronas, con la única finalidad de que antes de irse a su país, nos deje esos nike con capsulita de aire y sus playeras vision street wear, sin olvidar sus snickers. 




Al leer la parte III de este hermoso libro nos topamos con un letrero que nos induce a conocer “ la familiona revolucionaria”, un capítulo dedicado a conocer nuestro andar político y la grata experiencia de  elegir a nuestros candidatos, que desde siempre he tenido la impresión al igual que el escritor,  de que los candidatos de elección popular brotan de algún  árbol secreto o caen desde el cielo en el interior de una estrella, porque jamás he sabido yo donde vive mi diputado, ni de quien es hijo, aunque muchas veces la fregada lo haya reclamado como propio, así como también su conocido baño de pueblo antes de las elecciones al ir barrio por barrio a regalar despensas a las señoras y gansitos a los niños, una penosa pero muy peculiar manera de ganar seguidores que normalmente al final votan por el otro candidato aunque este muy gordo y sea del PRI. 
En el capítulo  cuarto, llamado “ con siete copias”, que nos hace unas crónicas totalmente  vivenciales de cómo el escritor sufre al igual que nosotros de esa bestia enorme, llamada burócrata que a lo mejor de manera sexenal surge en México pero con múltiples brazos como pulpo y medusa al mismo tiempo, y cada uno de esos brazos por mas distal que sea de la cabeza principal, goza de capacidades y poderes que le permite hacerle al pueblo lo que le plazca, y si no recuerden esos momentos en que hacemos presencia en algún edificio público para pagar el predial, o reclamar un excesivo cobro en el consumo del agua, que desde nuestro punto de vista lo está ocasionando una fuga en el tubo de nuestra calle, que surgió después de que el SIAPA (sistema intermunicipal de agua potable y alcantarillado ) “reparo” una tubería, las vivencias que tenemos en esos edificios públicos, desde estar esperando a la cajera, misma que se esta devorando desde las 9:45am un lonchecito de jamón, y que ya tiene una fila de cuarenta y tres  personas y que los usuarios estamos impacientes por que el horario de atención dice el letrero que es de 8:30am a 11:00am, en fin viva México.

Ya para el quinto capitulo Ibargüengoitia nos habla de algo por demas critico la educación,  nuestros funcionarios inflan o planean de manera inadecuada el presupuesto, con la unica finalidad de que los mexicanos sobre todo los niños tengan escuelas dignas y profesores capacitados, solo que algo extraño pasa esos recursos se extravian o se desvian hacia algunas bolsas de lideres de la educación que despues se los gastan.
No obstante el funcionario tambien sigue pensando que la escuela hace al alumno y que el mismo alumno una vez que asiste al plantel escolar por arte de magia, le entrara el conocimento por todos sus poros. Despues al tener una vida universitaria y profesional nos damos cuenta de que  las cosas estan cada vez peor, por que las demandas de los alumnos y de los egresados es imposible de satisfacer, los mexicanos para ese momento nos hemos acabado la fé, los espacios educativos y las ofertas de trabajo se reducen, sin embargo, el mexicano ya cumplio por que en las fotos de su graduacion salio sonriendo y con sus abuelitos, y ahora la casa tiene en la pared algo que la adorna en demasiá y que ya ndespues veremos en que lo utilizaremos; obviamente hablo del titulo.
 Para cerrar  el capitulo VI y ultimo,  da punto final a ese trayecto narrado, y que nos invita a reflexionar sobre la forma en como usar de buena y de muy mexicana manera, la expresion oral, al dar algun recado, un aviso o hasta simplemente la manera de dirijirnos al tocar la puerta, esa serie de rituales cotidianos que nos siguen distinguiendo de los demas habitantes de los demas paises.
Concluyo simplemente con la recomendación de el mencionado texto, siempre y cuando hables castellano y te guste conocer de otro polo o mas bien de un antihistorico polo, a nuestro pais.
Israel vega olea sociología 1º B
Expresión Oral y Escrita.

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