martes, 6 de septiembre de 2011

Entre ayer, hoy y mañana.

-¿Quién era yo hace cinco años?

Bueno, hace cinco años tenía 14 años de edad, por lo tanto, cursaba el segundo año de secundaria.

Tenía menos de un año de haber llegado a vivir a Guadalajara. Tenía una nueva escuela, una nueva casa y todo lo que implica el recién llegar a una ciudad que siempre había sido desconocida para ti y para tu familia. Lo único que deseábamos era que el panorama pintara para bien.

Fue raro llegar de una escuela de varios años de fundación a una completamente improvisada y por poco rural.

Fue novedoso lo que la nueva ciudad nos ofrecía.

Fue difícil estar lejos de todo aquello con lo que estabas familiarizado. (Llámese amigos, colonia, recuerdos y claro, gran parte de mi familia).

En fin, supongo que no tardé mucho en adaptarme. Acepté y conviví con el cambio hasta que se convirtió parte de mí.

No salía mucho, tenía unos cuantos nuevos amigos, mi desempeño en la escuela era bueno (creo yo) y siendo totalmente sincera, la secundaria no fueron mis años maravillosos. Vaya, ha habido mejores tiempos.

-¿Quién soy en la actualidad?

Concretamente, supongo que lo sabré en un par de años…no estoy segura de saber cómo soy, yo creo que por los frecuentes cambios que experimento en mi forma de pensar, por las personas que me rodean, por las cosas que antes eran desconocidas para mí…no sé, debe ser que a todos nos pasa ¿no? Por el momento puedo decir que a mis 19 años no estoy segura de ser una persona madura; algunas veces ni responsable.

En defectos, bueno: soy vulnerable, sensible (más de lo que parece) hostil (a veces), despistada, me enojo y hiero con facilidad, fácil de desesperar, muchas veces no tengo apreciación por las cosas buenas de mi vida y soy sumamente cambiante. (Por mencionar algunos).

En virtudes: soy leal, no me cierro a sólo simpatizar con personas de ciertas características, generalmente digo las cosas de corazón (para bien o para mal), solidaria y cuando de verdad algo me interesa, pongo todo mi esfuerzo en ello. (Y no encuentro más).

Soy muy afortunada. Tengo una familia que me adora y a la que adoro. Mi mamá siempre se ha ocupado de que no me falte nada y se esfuerza por darme lo mejor. Tengo muchos hermanos y sobrinos que me quieren y siempre están pendientes de lo que me pasa.

Mis amigos, aunque no son millones, son los necesarios… es cierto aquello de que no pierdes amigos, únicamente te vas quedando con las personas que son importantes en tu vida. Por cada uno de ellos siento gran cariño y gratitud por regalarme momentos de su vida y hacer que la mía tenga momentos invaluables de alegría y paz.

Acabo de ingresar a la universidad y por ello también me siento infinitamente afortunada. Espero disfrutar cada momento del camino a obtener mi título como socióloga… y obviamente, al final, ser buena en lo que hago.

Tengo momentos de estrés, de alguna presión, pero en general cuento con una estabilidad reconfortante.

Para concluir… creo que soy una novata en el largo proceso que denominamos vida. Voy aprendiendo a recorrer el camino… y lo disfruto demasiado con todos sus encantos y tropiezos.

-¿Quién seré dentro de 5 años?

Ni la vida la tengo segura… pero bueno, según mis planes, seré una Socióloga (eso seguro). Para entonces habré adquirido experiencia (en muchos aspectos) confianza, y profesionalismo. Sabré inglés al cien por ciento y no sé si empezaré a estudiar para ser fotógrafa profesional o alguna especialidad dentro del campo de la sociología o ciencias de la comunicación… de verdad espero cumplir con esos propósitos. En gran medida dependerá de mi situación laboral (no tengo muy claro cuál será mi empleo, pero es un hecho que trabajaré para que mi madre y yo tengamos aún mejor calidad de vida) y económica pero en gran parte también de las ganas y la actitud que tenga y estas últimas, creo yo, son las más importantes.

Dejando de lado lo académico, cinco años a futuro viviré en otro lugar.

No sé si en esta ciudad o en alguna otra de la república, pero no será mi casa la de hasta el momento.

Quizá para entonces sepa manejar (que quede claro que no es mi máximo).

A los 24 años no quiero tener hijos aún, ni creo estar casada. Lo más seguro es que sólo tenga una relación estable.

Tendré más sobrinos.

Seré más grande y madura… pero espero nunca ser tan seria como muchos de los mayores que he visto… si perdiera mi sentido del humor tan simple y tan recurrente, sería como dejar de ser yo.

Supongo que evidentemente mi círculo social se ampliará, pero no por ello quiero dejar de frecuentar a mis amigos entrañables.

Lo que más deseo, es ser una persona beneficiosa…para algo, para alguien.

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