sábado, 22 de noviembre de 2014

Reseña cinematográfica.


                                                                             LA NARANJA MECÁNICA
Yo, yo, yo. ¿Qué hay de mí?
¿Dónde entro en todo esto?
 ¿Soy un animal, o un perro?

 [...] ¿No soy más que una naranja mecánica?” 
Cuatro chicos vestidos de blanco aparentemente pacíficos y meditabundos fijando sus miradas hacia distintos ángulos; sus mentes no están ahí, piensan –quizá- en algún sitio donde puedan generar algo de “ultra violencia” ,eso le  provoca a Alex (Malcom McDowell) una media sonrisa de esas que aparentan inocencia pero esconden ligeros tintes de maldad ;Los otros jóvenes son sus drugos George, Pete y Dim , quienes por medio de la agresión física y verbal hacia otros ciudadanos intentan manifestar su descontento ante una sociedad que intenta reprimir su sexualidad, la manera de pensar  y la posibilidad de progresar  dentro de un sistema que intenta convertirlos en algo moldeable y mecanizado.La naranja mecánica de la autoría de Anthony Burgess  fue escrita en 1962, clasificada en el género de la literatura distópica; el escritor  trata de narrar la situación que se vivía en aquel momento en Inglaterra.
 La historia cuenta la vida de Alex y sus amigos quienes  buscan corromper las reglas establecidas dentro de la nación ;claramente nos damos cuenta de que poderes tienen mayor influencia:Religión y gobierno.En 1978 Kubrick adapta la novela a una versión cinematográfica  y esto causa polémica en diversos estados, se le consideraba una oda al libre albedrío, se censuró en algunos países y en otros llego hasta 5 años después. Estas reacciones del público generaron conflictos entre autor y director ;Burgess decía que la edición que Kubrick leyó era la norteamericana donde se suprimía el capitulo 21 de la historia, en el cual se podía apreciar la transformación moral del personaje, además el director hizo modificaciones en cuanto a la edad de los protagonistas y el arreglo de las escenas sexuales.  A pesar de ello el director hace un buen manejo de la cámara  y los arreglos musicales fueron el complemento perfecto  ,;el filme  es un  deleite tanto visual como auditivo.Una película que genera diversas emociones pasando de lo trágico hasta lo absurdo y paradójico que puede ser la vida ;  te lleva a pensar  –sin método Ludovico-  si en este momento no eres también naranja mecánica.
Y después te preguntarás…  ¿Y ahora que pasa, eh? .
                                                                                                                                            

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