jueves, 24 de mayo de 2018

El machismo el México

El machismo es el conjunto de pensamiento, hechos, actitudes y constumbres  que hacen que los hombres se crean superior a las mujeres. Una ideología que no solo afecta a los hombres y mujeres. Puesto que se lleva impregnada en nuestra  consciencia y en nuestra ética según a los normas antiguas.
La sociedad, la cultura, la familia, la escuela y los medios de comunicación, van dando mensajes sobre lo  qué debe ser un “verdadero hombre”. Así los varones, en su proceso de socialización van construyendo su masculinidad impregnada, muchas veces, de esta ideología machista. El problema con este tipo de creencias es que nos puede Conducir a una violencia de género.
Pero, ¿por qué los hombres se sienten superiores a las mujeres? cuando revisamos la historia de la humanidad vemos que a lo largo de los siglos el papel de los hombres ha tenido mayor reconocimiento y protagonismo. Ellos eran los protectores y proveedores del Clan: cazaban, pescaban, y se enfrentaban a los animales, para mantener el grupo.
En  medida que conquistaban y dominaban la naturaleza iban  asumiendo mayor liderazgo, Y, aunque las mujeres también descubrían y domesticaban su entorno (muchas descubrían plantas medicinales para curar y salvar el clan), este papel nunca se ha destacado y reconocido.

Así, fue quedándose instalada en la sociedad la idea  de que los hombres eran los fuertes, valientes, proveedores protectores y capaces de vencer cualquier obstáculo. Ellos tenían el poder.

Esta situación acabó de colocar al varón por encima de la mujer
y como todo poder tiende a ser ejercido, el hombre implantó una severa dictadura doméstica. Se adueñó además del ámbito social en donde están el poder político, la cultura y la riqueza y encerró a la mujer, inclusive a la que carecía de hijos, en el estrecho lindero del hogar.

Los privilegios de los que han disfrutado los hombres  durante siglos  llevaron  a desarrollar la ideología machista, pero también les impuso una serie de obligaciones que debían cumplir.  Los hombres para mostrar su poder tuvieron que reprimir su afectividad: sensibilidad, sufrimiento, dolor, miedo y vergüenza, desarrollando a cambio la violencia.

Muchos varones que no han aprendido a resolver los problemas a través del dialogo, la empatía y el respeto, sienten que son los dueños  de sus mujeres y, por lo tanto, tienen derecho a quitarles su libertad, su autonomía y, muchas veces, hasta la vida. De ahí la gravedad de la ideología machista. 

El machismo es una expresión derivada de la palabra macho, definido como aquella actitud o manera de pensar de quien sostiene que el varón es por naturaleza superior a la mujer, es una vertiente del sexismo o prejuicio sexual, que se expresa por lo regular, de manera inconsciente en la mayoría de las sociedades humanas.
Este sistema de creencias o ideología clasifica por grados de superioridad e inferioridad a los seres humanos según el grado en que actúan; esta clasificación se hace de acuerdo a las expectativas supuestamente “esenciales”, “naturales” o “biológicas” de lo que representa ser un “verdadero hombre” o una “verdadera mujer”.
Las personas son vistas y juzgadas en base a las características del grupo sexual al que pertenecen (hombres = masculinos o mujeres = femeninas), sin tener en cuenta las diferencias que puedan darse entre ellos y dentro de ellos.
También se le llama androcentrismo (el varón como centro), y se manifiesta con una actitud de desprecio y discriminación hacia la mujer. Ideológicamente sostiene que el varón es superior y la mujer debe estar sometida al mundo masculino. No hay base sostenible para dicha idea; por lo tanto, se trata de una construcción cultural.
El machismo surge desde una edad temprana, los varones son llevados a estar conscientes de su conducta que puede hacer que otros sospechen que ellos no son “hombres verdaderos”. Esta conciencia puede hacerse casi de una forma paranoica hacia los adolescentes varones que no cumplen las normas. Esa conciencia es producto de un proceso orientado hacia la construcción de un varón dominante.
Los padres temen fuertemente que sus hijos varones eventualmente pudieran exhibir características consideradas femeninas e indeseables para su propia imagen social.
Por ello, la madre tiende a conducirse como la guardiana de la sexualidad del hijo, probablemente para evitar cualquier posible cuestionamiento de la misma masculinidad del padre. De esta forma, los varones  son criados en un ambiente fuertemente restrictivo y prohibitivo, que seguramente deteriora su espontaneidad, autenticidad y alegría, produciendo mucha hipocresía y neurosis.
Antes de la existencia de la sociedad, los individuos viven en el estado de  naturaleza, un mundo sin leyes ni normas. Un mundo en el que, por instinto natural, el ser humano intenta preservar su propia vida y oprimir a los demás.( Hobbes) consideraba que l estado de naturaleza sólo hay lucha por la dominación, un estado permanente de violencia y de “guerra de todos contra todos”. La vida en estas condiciones es “solitaria, pobre, desagradable, brutal y corta”.
Según Tomás Hobbes el hombre es malo por naturaleza, egoísta y antisocial. Impulsados por un “perpetuo e incansables deseo de poder que cesa sólo con la muerte ”, dado que los seres humanos buscan el beneficiando propio y satisfacer sus propios intereses Acosta de sus semejantes. Hay que tener en cuenta que para Tomás Hobbes “el hombre es un lobo para  el hombre”(Leviatán 1651).
La familia es el elemento primordial en la historia de la sociabilidad humana. La existencia de la familia garantiza que la transición entre el estado presocial y el estado social se realice sin quiebras, así como impide que el estado social ahogue al estado natural.(Rousseau)
La opresión de la mujer no tiene que ver con ninguna religión ni nacionalidad si no que está relacionada con el sistema patriarcal, económico y religioso. El patriarcado surgió de una toma de poder histórico por parte de los hombres, quienes se apropiaron de la sexualidad y la reproducción de las mujeres creando al mismo tiempo un orden simbólico a través de los mitos y la religión perpetúan como única estructura posible este sistema político no quiere decir que las mujeres no tengan ningún tipo de poder o derecho sin embargo estás se encuentran bajo el predominio de los varones.
Las  mujeres no son seres de naturaleza ni seres culturales. Si fuesen seres naturales no seria necesario su sometimiento al poder casi omnímodo del marido en el marco familiar ni tampoco su subordinación a una educación tan represiva como la que propone Rousseau.( Revista de Filosofía Vol. 30 Núm. 1 2005).
“La opresión de la mujer no tiene que ver con ninguna religión ni nacionalidad sino que está relacionada con el sistema patriarcal económico y religioso” (Nawal Al Saadawi, 2015)
El patriarcado surgió en la toma de poder histórico por parte de los hombres Quienes se apropiaron de la sexualidad y reproducción de las mujeres creando al mismo tiempo un orden simbólico a través de los mitos y la religión que lo perturban perpetua como única estructura posible este sistema político no quiere decir que las mujeres no tengan ningún tipo de poder o derecho sin embargo estás se encuentran bajo el predominio de los varones.
Importante es la educación y la igualdad entre niños y adolescentes. Hacer hincapié en la necesidad de compartir las tareas domésticas y reconocer y magnificar la dignidad femenina deberían ser temas que se trataran en las aulas de colegios e institutos.
Tal vez, el principal síntoma de machismo comienza ya en la niñez, en la primera etapa de la vida. Al decorar la habitación del niño en azul y la de la niña en rosa. Lo mismo ocurre con la moda. Y podemos continuar con los juguetes que se regalan a niños y niñas.
El machismo es un lastre. En positivo, se han dado grandes pasos. Pero todavía queda mucho camino por hacer en la lucha por una igualdad plena y real.
En cuanto a la forma de pensar de que, el hombre es por naturaleza superior a la mujer. Por ello, es muy frecuente que en algunos momentos hayamos escuchado múltiples  frases sexistas que abundan en el lenguaje desvalorizando el talento y habilidades de las mujeres intentando limitarlas o  encasillar  a objetos sexuales cuyo único fin es complacer o satisfacer a los hombres por mucho tiempo las frases sexistas han sido parte de nuestra educación lo que inconscientemente ha conducido a perpetuar la discriminación y desigualdad entre hombres y mujeres.
Sin embargo, sabemos que estas expresiones son una de las múltiples formas en que se violenta a las mujeres dado que el abuso no solo puede ser verbal  si  no tan bien físico, mental, sexual entre otros, son ellas las principales victimas de una cultura androcentristas  en la que el hombre es el centro de todas las cosas.
Cualquiera que haya nacido o vivido en México, sabe que nuestra cultura como muchas culturas latinas está fuertemente influenciada por el machismo. Lo vemos en todas partes en la relación interpersonal, en la forma en la que las mujeres tenemos un encuentro en el espacio público, en la calle. Lo vemos en la toma de decisiones, en la poca representación que tenemos en las asambleas legislativas, en las cámaras de diputadas y la poca representación que hay de juezas.
En los grupos sociales que han luchado por la discriminación contra la mujer, el machismo se expresa en actitudes más sutiles, como pagar mejores salarios a los varones por desempeñar funciones similares o iguales a las de las mujeres, o conceder a los hombres los mejores accesos a puestos de responsabilidad gerencial, política o religiosa. También se observa en mensajes publicitarios que de un modo u otro denigran a la mujer o la relegan a funciones como el hogar y la familia.
Si las mujeres siguen teniendo todas las responsabilidades de crianza será muy difícil que tengan un desarrollo en su vida profesional qué les permita llegar a puestos importantes, si desde el ámbito doméstico no se comparten las responsabilidades, no se comparten los deberes del cuidado, es obvio que el espacio público seguirá siendo nutrido por los hombres.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (2016), elaborada por el Inegi, dos de cada tres mujeres residentes en nuestro país concretamente 66.1%,  han sido víctimas de algún acto de violencia, ya sea emocional, económica, física, sexual o a través de discriminación en la escuela, el trabajo, el ámbito comunitario, la familia o en su relación de pareja.
Un dato alarmante es que justo donde ocurre con mayor frecuencia la violencia contra las mujeres es en las relaciones de pareja. Es decir, el principal agresor es el esposo, pareja o novio. Según la encuesta del Inegi, 43.9% de las mujeres, que tienen o tuvieron una pareja, han sido agredidas por ella en algún momento de la relación.
El segundo ámbito de mayor violencia contra las mujeres es en el espacio público: calles, parques, el transporte público, entre otros, donde 38.7% de las mujeres ha sido víctima de actos de violencia por parte de desconocidos. Los actos de violencia más frecuentes aquí son de índole sexual, mismos que ha sufrido 34.3% de las mujeres, ya sea por intimidación, acoso, abuso o violación. En el trabajo, los tipos de violencia más frecuentes son la discriminación, las agresiones sexuales y las de tipo emocional, como humillaciones, degradación e intimidación. Las entidades que presentan las tasas generales de violencia contra la mujer más altas son la Ciudad de México, con 79.8%; Estado de México, 75.3%; Jalisco, 74.1%; Aguascalientes, 73.3% y Querétaro, 71.2%.
Jalisco es   el tercer estado a nivel nacional con altos índices de violencia contra las mujeres, siete de cada diez mujeres en la entidad han sido violentadas, dado que la violencia a manos de varones es padecida por las mujeres y por los niños de Jalisco en los últimos tres años sumaron 560 homicidios contra mujeres, tan sólo en el año pasado solo se contabilizaron  150 asesinatos.
El  DIF(desarrollo integral de la familia) reportó la atención a 309 niños,  niñas y adolescentes violentados estás agresiones son imparables, a pesar de que existan  leyes que los defienda, (Derechos de los niños, niñas y adolescentes) además de una declaratoria de alerta de género para protección a la mujer.
Instituciones como los hospitales civiles de Guadalajara y el hospicio cabañas reportan un incremento en el arribo de los niños violentados a manos de progenitores, padrastros y cuidadores es la omisión de cuidados las más frecuentes agresiónes contra los niños. En el hospital civil tapatío se atiende en promedio de uno a dos niños diarios con fracturas y moretones a consecuencia de golpizas y otras lesiones.
La violencia en el ámbito escolar es física, sexual y de tipo emocional. El 25.3% de mujeres de 15 años o más, a nivel nacional, la han experimentado en los planteles y Jalisco aparece otra vez dentro de las primeras cinco entidades, en segundo sitio, esta es la lista: Querétaro, Jalisco, Ciudad de México, Aguascalientes y Oaxaca.

Existen muchas formas de machismo distintas, tomar conciencia de cómo el  femenino es una necesidad real de una sociedad avanzada, evolucionada y libre. Evidentemente, se han alcanzado grandes pasos en la lucha contra la igualdad. ¿Pero es esta igualdad real?
El machismo ha sido predominante desde hace muchos siglos, sin embargo ya se creó el feminismo el cual lucha en contra de este mismo y busca la igualdad de género, sin embargo el machismo continúa siendo aún más fuerte en nuestra sociedad.
A pesar de todo el conocimiento que se tiene sobre cómo prevenir el machismo se sigue predominando en la sociedad.
Desde las administraciones públicas se deben promulgar leyes que enfrenten el problema de una manera integral proporcionando a las mujeres la posibilidad de competir en condiciones de igualdad, en todos los ámbitos sociales, con los hombres.
Y no por pensar que un  verdadero “macho” no puede tolerar que su mujer le pegue o ni siquiera que no le obedezca. Un hombre debe aparecer como el jefe de la casa ante sus amigos hombres, si no ha de perder su fama de macho . Si su esposa se atreve a mostrar cierta independencia o le amenaza delante de otro hombre, él debe pegarle a fin de no perder el prestigio ante sus amigos.
Sin embargo es importante no perder de vista que el macho nunca debe abusar de una dama en sus relaciones sociales ordinarias. El macho como dueño de su mujer, no debe permitirle ninguna libertad. pues de lo contrario se rebaja. Los celos son un rasgo común del macho.
Todos estos datos deberían avergonzar a los mexicanos. El que existan porcentajes tan altos de violencia contra la mujer, prueba que somos una sociedad que, o es mayormente inconsciente de todas estas formas de violencia y por ello no las erradica y las perpetua, o somos perfectamente conscientes de ella, pero la invisibilizamos por nuestra profunda cultura machista. En última instancia, lo que queda claro es que las varias campañas emprendidas hasta ahora contra este flagelo social de poco han servido.
El machismo ha ayudado negativamente a la no liberación de la mujer, muchas de ellas han vivido a la sombra de unos hombres que han pensado equivocadamente que son seres superiores, otras en cambio han sido fuertes y han luchado contra este gran problema..






•https://ddd.uab.cat/pub/papers/02102862n50/02102862n50p265.pdf
•https://ddd.uab.cat/pub/papers/02102862n50/02102862n50p265.pdf
•https://sekelcastillofilosofiayciudadania.wordpress.com/2011/03/17/thomas-hobbes/
•https://revistas.ucm.es/index.php/RESF/article/download/RESF0505120165A/9577
•http://concepto.de/machismo/

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