En mi experiencia personal y basándome en lo que dicen las demás personas y una parte de lo que he visto, las mujeres solemos alargar mas nuestras ideas, argumentar mas y mejor y usar un vocabulario mas amplio al expresarnos. Tratamos de mediar las discusiones que se puedan presentar en una conversación o en un debate; decimos de forma sutil y cuidadosa nuestra opinión, somos menos claras y concisas a la hora de hablar sobre nuestras necesidades. Sin embargo, como todo en el mundo, no es algo general y muchos menos debería serlo; tanto hombres como mujeres tenemos la misma capacidad de decir las cosas que pensamos de forma clara, de expresar nuestras ideas de forma ordenada y con el vocabulario al que tengamos acceso.
Creo que la razón por la que comúnmente observamos lo que mencione al principio, es porque históricamente las mujeres hemos tenido que pensar mucho antes de manifestar nuestras ideas y hacerlo de forma que nuestros argumentos sean difíciles de invalidar por otras personas. En nuestra crianza, sobre todo cuando convivimos con otros niños(hombres), nos enseñan esta dualidad de pensamiento; nos educan para que seamos mas centradas y moderadas que los hombres, mientras que a ellos muchas veces los educan a que esta bien no serlo; por ejemplo, cuando un niño llegaba y me quitaba un juguete, me enseñaban a pedirle amablemente que me lo regresara o a resignarme y tomar otro, mientras que a mi primo le decían que se hiciera respetar y no dejara que se lo quitaran o lo quitara de vuelta. Por otra parte, a mi hermano pequeño tratamos de enseñarle a que se comunique de forma tranquila y prudente, que piense antes hablar y que mejore su lenguaje.
Con mi ejemplo y el de muchas otras niñas, niños, mujeres y hombres, vemos que nuestra forma de hablar y de expresarnos se basa en nuestra crianza y en la forma que nos enseñan a lidiar con los problemas. La forma de crianza mas común en nuestra época y la pasada, hace que estas diferencias sean notorias en la vida cotidiana, en el salón de clase, en los lugares públicos, etc., y que las mujeres nos expresemos menos concisamente y mas elaboradamente. Pero es algo que se puede cambiar y que no es general o absoluto ni debería serlo.
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