lunes, 29 de enero de 2018

La decisión más difícil. Reseña


Es una película estadounidense, dirigida por Nick Cassavetes y protagonizada por Cameron Diaz, Jason Patric, Sofia Vassilieva, Abigail Breslin y Evan Ellingson, en adaptación de la novela My Sister's Keeper, de Jodi Picoult. El drama de esta familia comienza cuando Kate, hija de Sara y Brian Fitzgerald es diagnosticada con cáncer, específicamente Leucemia Aguda. En este momento la vida de esta familia cambia radicalmente. A la edad de solo dos años, Kate necesitaba donaciones de medula ósea y sus padres no eran compatibles; tampoco lo era Jesse, su hermano mayor. El médico sugiere concebir otro hijo con el fin de conseguir los tejidos que Kate necesitaba para seguir viviendo y, sin dudarlo Sara decide tener otro hijo: Anne, fue elegida entre varios embriones, seleccionada genéticamente y compatible al 100% con Kate, todo con la intención de que sus tejidos pudieran servir para curarla y mantenerla viva.
Desde su nacimiento, Anne se ve sometida a infinidad de procedimientos médicos para preservar la vida de su hermana: “sangre del cordón umbilical, transfusiones de glóbulos blancos, médula ósea, linfocitos, inyecciones para añadir más células madre”. Sin embargo, todo esto no fue suficiente y con el tiempo Kate necesitaría un riñón, debido a una grave insuficiencia renal.
Anne sabía que no había sido fruto del amor de sus padres.  Siempre soportó todas las intervenciones, pero a los once años se siente utilizada y decide terminar con los procedimientos. Consigue un abogado: Alexander Campbell, y le pide que solicite y obtenga una “emancipación médica”, lo que significa obtener independencia sobre su cuerpo, y la capacidad de negarse a seguir siendo sometida a tratamientos para salvar a su hermana Kate. Anne no quiere seguir sufriendo el dolor que le causan esas intervenciones, ni seguir siendo continua visitante del hospital, ni poner en riesgo su vida futura por falta de su riñón; desea ser una niña normal. Con todas estas razones el abogado presenta ante un tribunal la petición de Anne.
La salud de Kate se deteriora rápidamente y la donación del riñón es urgente, así que el juico se pone en marcha y Sara se ve obligada a volver a sus labores como jurista, defendiendo la parte de los padres. Durante el proceso judicial Sara debe interrogar a su hija Anne, pero Jesse aparece para revelar la realidad del asunto. Es Kate quien desea terminar con los procedimientos, es quien decide no continuar sometida a las diversas intervenciones. Se siente cansada de luchar y se siente abrumada por la desintegración de su familia, le molesta tener toda la atención sobre ella, y dice:
“Ya es hora. Sé que voy a morir. Se supone que siempre lo supe, pero no sabía cuándo, y estoy tranquila. En serio. No importa que la enfermedad me mate, pero también mata a mi familia” Kate desea más que nada descansar y reunirse con Taylor, un joven, también enfermo de cáncer, de quien se enamoró y con quien compartió momentos que fueron mágicos para ella. Kate convence a sus hermanos para que la ayuden a “liberarse”, pues no puede hacerlo por sí sola, su madre no se lo permitiría. Sara dejó su trabajo para dedicarse a los cuidados de su hija, y siempre hizo todo lo posible para mantenerla con vida. No podía aceptar la pérdida de Kate, por eso, desde el diagnóstico de la enfermedad siguió al pie de la letra las indicaciones médicas. Sara pensaba únicamente en salvar la vida de Kate, pero entonces no se dio cuenta de que su familia se estaba desintegrando, que sus hijos estaban sufriendo, y aún más grave, que Kate no quería seguir viviendo.
Ella se mantenía aferrada a la idea de no dejar morir a su hija, pero nunca le preguntó qué era lo ella quería, y así se lo dejo saber una de las consejeras del hospital, cuando le propusieron llevar a Kate a casa para que estuviera cómoda manejando su dolor. Sara se negó a cualquier intervención profesional, pues estaba segura de que Anne donaría su riñón y Kate podría vivir por más tiempo.
Mientras tanto, Brian hace todo lo posible por hacer feliz a Kate en sus últimos momentos, intenta cumplir sus deseos y se asegura de ayudarla para que comparta con su familia y disfrute de su compañía durante el poco tiempo que le queda de vida. Sara comprende que después de todo lo sucedido debe aceptar la decisión de Kate y acompañarla en sus últimos momentos. Reconoce que la pérdida es inevitable y aun con dolor, rabia e impotencia, es consciente de que debe dejarla ir, así como lo hizo el resto de su familia.
Esa misma noche Kate muere acompañada por su madre. Finalmente, la juez falla a favor de Anne en el proceso contra sus padres, la emancipación sobre su cuerpo le es concedida.
Tras la muerte de Kate todos comienzan una nueva vida, Sara regresa a su trabajo como abogada, Brian se dedica a ser consejero juvenil, Jesse continúa con sus estudios en una prestigiosa universidad de artes; juntos cambian de casa y de ciudad, y año tras año, en el aniversario de la muerte de Kate visitan Montana para recordarla.

                                                                                       Hector Dávila, Anahi Sida

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