PERIODISMO DE ALTO RIESGO.

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Introducción

a violencia que se vive en nuestro país está apunto de dejarnos callados,  de solamente aceptar a la impunidad con resignación y  como método de supervivencia. Nos encontramos  frente un futuro en la que las acciones ilícitas serán descaradamente desconocidas por todos, en la que nadie podrá entender y ni siquiera resolver los problemas de corrupción, de crimen organizado o del narcotráfico;  porque los que nos informan, los que nos abren los ojos y nos dicen quienes son los ejecutores del mal social, están siendo callados.

En México se presenta un fenómeno que nos castiga con mayor fuerza en comparación de otras partes del mundo. Este fenómeno son las agresiones en contra de los periodistas, agresiones que se encuentran entre secuestros, torturas y asesinatos que  son cometidos casi de manera diaria. Por lo que la prensa prefiere guardar silencio con una autocensura para evitar tan graves conflictos que arriesgan la vida  individual, la del compañero y la de la familia del periodista.  Tal fenómeno es efectuado por un  complejo engranaje vinculado con los representantes del Estado, por supuesto corruptos, y  por los dirigentes del crimen organizado. El periodista mexicano se encuentra entre  dos enemigos poderoso, enfrente de la línea de fuego, en la que la diferencia entre la vida y muerte es guardar silencio o proclamar el derecho a la  libre expresión.

Es por eso que decido retomar un tema que se transforma casi en una mitificación, que es conocido y olvidado  al mismo tiempo, para poder entender, y lograr hacer entender, el verdadero origen y  su enorme gravedad que significa el no parar el fenómeno en nuestro país. Para demostrar que jalar este delicado hilo significa jalar a un entrelazado sistema que abarca hasta las bases democráticas y la vida del ciudadano.

La información abunda. La trama  de los periodistas ha estado gritando, siempre con la misma proclamación: parar las agresiones y las muertes. Es por eso que al indagar la información uno se encuentra con un mar tempestuoso y no es difícil deducir lo que en realidad esta ocurriendo y lo que puede ocurrir en un mañana. Las estadísticas, un fragmento insignificante de la realidad, pueden darnos una pequeña mirada al mundo del periodista de alto riesgo, en el que el miedo a la muerte  es constante.

La guerra perdida y el Estado putrefacto.

E

n el  año 2013 se contaron 330 agresiones en contra de periodistas, es decir, casi una por día, convirtiéndolo en uno de los años  más violentos para el  periodismo. Dato que nos informa el verdadero nivel de protección a la información, libertad de prensa y seguridad con que cuenta un periodista en México.  Este panorama inclina, tanto a los ciudadanos como organizaciones no gubernamentales, a pensar que no se está haciendo lo suficiente para que paren las agresiones, ya que se han incrementado potencialmente desde el 2006. Año en que inicio la “guerra contra narcotráfico” abanderada por el ex presidente Felipe Calderón, guerra que desató, da manera bastante lógica, toda un desfile de violencia en el país y  que, como consecuencia, llegaría  afectar al gremio periodístico de forma considerable.

De hecho, tal iniciativa llevaría a enmarcar a “México como uno de los cinco países más peligrosos para ejercer el periodismo” (Haf, 2014). Tal guerra fundada en una estrategia de una presencia masiva de militares, con la esperanza de provocar una retirada pasiva  del crimen organizado , provocó realmente que el  número de periodistas asesinados o desaparecidos se incrementara significativamente, especialmente en medios locales, donde persistía un clima de inseguridad por la presencia de grupos ligados al narco (Universal, 2014). De acuerdo con el conteo oficial  se han sumado doce (aunque otras estadísticas suman más de 70)  reporteros asesinados  desde el sexenio de Felipe Calderón, una cifra bastante contrastante con otras partes de mundo en las que se cuentan con un máximo de dos, desde el año de 1982.

No obstante, se tiene  que estar al tanto que esta  “guerra” no solo fue afectando al sector periodístico, sino a toda la sociedad mexicana. La ola de violencia llego a embestir  con la tenebrosa cifra de 48,750 homicidios violentos en el año 2012 […] Hasta donde se sabe, todos impunes. (Freedom House México , 2013). Al saber esto se logra entender que la realidad periodística solamente es una mínima  parte de un ambiente compartido por toda la nación y que la impunidad vivida es, por ende, simultanea. Esto se observa más obviamente  cuando se sabe que aunque  cuando los periodistas identifican al agresor, que es en la mayoría de los casos, no se consigue ningún detenido o presencia de un sancionado por los hechos. Lo que al igual le puede suceder la misma situación a cualquier persona en México.

Si bien, la presencia del narco y la guerra contra de éste ha sido la autora de todo lo mencionado, ay que manifestar que junto a ella siempre ha estado acompañada por la sombra del Estado. No solamente  por  su ineficiencia para radicar el abuso en contra de las leyes, que convierte a México a una nación en que la impunidad es cruelmente una situación casi imponente como  permanente; sino como efectora también de tales delitos.

Existen representantes del  Estado que también ha participado en agresiones en contra del periodismo. Claro que con el fin de proteger una imagen pública intachable, no es para evitar la cárcel por sus actos ilícitos como se pensaría en un principio, pues en realidad esa posibilidad en la nación mexicana  es pura ciencia ficción; sino, porque quieren reaparecer en el poder con la aceptación y con el mínimo reproche posible. Por simple imagen publicitaria.   

El perfil exterior de la política, que todo el mundo conoce, nos deja maravillados con su despotismo y libertinaje del manejo del dinero del Estado. El como ha podido gastar miles de millones de pesos  en situaciones puramente banales,  ridículas y además de inútiles, sin una repercusión legal o de  carrera política;  las cuales  convierte en cuestiones de desaliento para todo ciudadano que busca la verdad, con el fin de que se llegue a pagar por los hechos ilícitos cometidos. Pero de lo que realmente debemos concentrar mayor importancia es en aquella cara oculta de la política, en la que se prepararan todos los movimientos minuciosos para que el sistema corrupto funcione. Por lo que ninguna de estas dos caras de la política debe salir al aire, al conocimiento del ciudadano, para evitar  una posible lluvia de espadas hechas de tinta provoquen un derrocamiento.

Tanto el Estado corrupto como el crimen organizado han efectuado una  violenta guerra contra la democracia, contra la libertad de expresión y en contra de la propia libertad en si. Ya que al eliminar esta, se corta bruscamente toda la posibilidad de evitar el caos social, de proclamar orden, de pacificar no con armas, sino con palabras.

Todo esto  funcionaria si en México no existiera la impunidad.

Esencias del silencio.

La amenaza tiene un fin, provocar miedo para que nadie hable Nadie puede salir del estado de silencio sin pensar en los daños materiales como en  la perdida de la vida propia, la de la familia y la del compañero del trabajo. La auto censura en los periodistas se convierte en su seguro en de vida y en su condena.

Del 2000 al 2012 se registraron aproximadamente 780 agresiones contra el derecho a la libertad de expresión (Docuementación, 2013). Estos datos nos deja en claro que la libertad de prensa de México este en un estado de riesgo.

Dentro de la república se encuentran zonas en focos rojos, en que obviamente la fuerza  del narcotráfico es  hace presente de forma imponente. Estos estados son principalmente  enlistados por Oaxaca, Coahuila, Tlaxcala, Distrito Federal, Chihuahua y Veracruz. En estos  estados se hacen presente las agresiones clasificadas como: físico-materiales, amanezcas, detenciones arbitrarias, secuestros o privaciones de la libertad, bloqueos informativos, despidos injustificados,  omisiones de las autoridades en declaraciones oficiales y asesinatos. Por lo que se logra concebir que  tan cuantiosas  son  las formas en la que el periodista se  es agredido para que no ejecute su trabajo de expresar aquello que debe ser conocido por su gravedad.

Pero como se ha mencionado anteriormente, las agresiones no solo son empleadas por el crimen organizado ligadas al narcotráfico, sino el estado, con su negligencia por resolver este problema, ha sido parte de la agresión recibida por el gremio periodístico. Según el catalogo del 2012 manejado por el Comité para la Protección de los Periodistas,  en el que se logra a enumerar al estado mexicano como “el 8° lugar del índice de impunidad por sus resultados en el combate a la violencia letal contra la prensa” (Animal Politico , 2013), deja demostrado que el  Estado, con sus buenas intenciones de proclamar leyes para la protección de periodistas de alto riesgo, son simple prosa.

No se trata de dejar en escrito los derechos del periodista de alto riesgo, se trata de que todo ese palabreo se convierta en acciones, ya que  periodista se encuentra solo, contra un enemigo que suele ser agresivo, sin piedad y que tiene todo la liberta déspota  de hacer lo que sea con quien sea. 

La voz del enemigo.

 La reprecion existenete en la presa representa un  daño mas profundo de lo que parece, el principio de libertad desgarrado no es simplemente el daño único, pues sus las secuelas son tan perjudicantes  que si se sigue con el mismo camino con el tiempo puede afectar más elementos esenciales.

Uno de ellos es la participación ciudadadana, aunque en realidad el mecanismo de participación  que es tomada en cuenta en México paree mito, pero aun asi, puede ser más afectada. Pues sin la prensa, que indaga todo ello que por diferentes razones mucho de nosotros no podira ni se atrevería investigar, nosotros no estariamo al tanto del todo el caner que debería ser removido. Su intervención en la sociedad por lo tanto es la del aparato que logra identificar la enfermedad y sin ella se podría entender que la enfermedad crecería como efecto bola de nieve hasta que llegue a convertirse en una obvia avalancha. Sin ella se lograría reivinidicar un cambio  hacia al bien social, no se lograría ni siquiera una provocación para una  sensación de insatisfacción.

El segundo punto es el de la impunidad. Lamentablemente esto se convierte en una especie de circulo vicioso o espiral de la muerte, pues el periodismo que puede llegar a intevenir para que algo se tome en cuenta y no se deje de lado esta pasando por lo mismo. El periodismo ya no tiene voz y se deja al lado como estorbo. El silencio que tiene por propia decisión o por amenza da como cuensecuencia a la impunidad de muchos casos y del propio.

Pero la impunidad no viene acompañada por esta razones, la corrupción viene de los que el poder les sirve para hacer los que se les plasca sin sus consecuecias. La corrupción ya afectado al sistema de justicia de tal manera que ya es desprecida para que la propia justicia llegue. Es por eso que el ciudadano tanto como el periodista se encuentra totalmente solos y desporteguidos contra enemigos invisibles que nos atacan a distacia y quemarropa.

Todos los intentos bonachones de los diputados para llegar a proclamar leyes para la portección del periodista de alto riesgo, son esencialmente hermosas prosas interminables que se quedan inmóviles mientras observan como es violdad su madre. Ya que no se trata de hacer leyes interminables, se trata de  hacerlas funcionar. Pero mientras la impunidad sigue siendo parte propietaria del poder corrupto, nada, aboslutamente nada, sucederá.

Terminar de raíz con la violencia contra periodista parece minúscula frente toda la violencia sufrida por la ciudadanía. Es por eso que en México no es primordial terminar las amenzas contra la prensa de alto riesgo sino que es terminar con aquello que lo provoca: el intenso narcotráfico. Ya que al fin y al cabo, es realmente  esto lo que esta azotando a toda la sociedad.   Pero terminar con esta Hidra, que cada vez que se le corta una cabeza le salen dos, parece un inagotable batalla que terminara gastando todas las energias del Estado.

México tiene varios estancamientos que hacen que cada vez que se quiera hacer algo, se interrumpe la acción, por lo que es imposible moverse porque ya se mete en terreno de tal señor, de tal carte, de tal empresa, de tal enemigo, etc. Haciendo que se convierta en una mera  distopia en la que todo intento de mejora se ve frustrado . Y a lo mejor esto es por lo que el mexicano pierde toda esperanza para buscar un cambio y solo espera el apocalipsis.

En la actualidad se esta riguiendo un autoritarismo en el quien habla es aquel que nunca nadie conocera, pues es el corrupto que discute quien o que o cuando. El poder esta bajo el enemigo, su voz pide silencio a las demás, pide que nadie se mueva por que el latigo esta en su mano. Lo peor de todo es que todos, aun siendo mayoría, se quedan callados.

 

Trabajos citados

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Docuementación, C. y. (6 de mayo de 2013). Portafolio. Recuperado el 11 de mayo de 2014, de Portafolio: http://www.portalfio.org/inicio/noticias/item/12361-mexico-df-la-libertad-de-expresi%C3%B3n-en-m%C3%A9xico-se-encuentra-en-riesgo.html

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