martes, 3 de diciembre de 2013

RESEÑA
A orillas del Río Piedra me senté y lloré


 El nombre del escritor de este libro es Paulo Cohelo, él nació en Río de Janeiro en Brasil, en el año de 1947.

Fue consagrado como uno de los grandes escritores de nuestros tiempos, a causa de un camino de éxitos que obtuvo por medio de los libros “El Alquimista” y “El peregrino”.

La historia se desarrolla en varios lugares de España; Madrid, San Martín de Unx, Soria y Zaragoza. Y también en Francia; Saint-Savin, Lourdes y los Pirineos.

Como verán en el título del libro se menciona un río, el cual tiene por nombre Río Piedra y se encuentra situado junto al Monasterio de Piedra en España. Cuenta la leyenda que las aguas de dicho río son tan heladas que todo lo que llega a caer en él ya sean hojas, insectos etc.; inmediatamente se convierte en piedra.

La historia se basa en dos amigos que vivieron juntos en Soria, España durante su infancia y adolescencia, los cuales estaban enamorados en secreto uno del otro, pero al ser niños les ganaba el temor de ser rechazados y por dicha razón los dos prefirieron ocultarlo. Aunque un día él había tratado de decirle a ella que la quería pero pasaron ciertas cosas que le impidieron decirle “te quiero” una frase que había ensayado por mucho tiempo pero que no pudo llevar a cabo y prefirió dejarlo para otro momento.

Pero al crecer él se va a recorrer el mundo en busca de su destino, mientras que ella al terminar la escuela se muda a Zaragoza en donde continúa con sus estudios para conseguir un buen empleo, también busca un esposo estable con el cual pueda casarse y tener hijos. Simplemente lo que ella está buscando y lucha por conseguir es en una vida rutinaria, pero segura y sin complicaciones. 

Otro de los puntos que me gustaría mencionar es que la historia tiene un enfoque religioso pero principalmente se inclina hacia el rostro femenino de Dios.

Cuando cada quien ya está viviendo en diferentes, sitios ella en Zaragoza y el visitando varias partes, se envían continuamente cartas describiendo lo que hacen en sus vidas y los hechos más importantes que les han ocurrido a ambos. Cuando en una de las cartas que recibe ella, él le dice que había entrado a un seminario aunque cuando fueron pasando los días ya no le volvió a mencionar eso y esto le hizo creer a ella que se había salido del seminario. Unos días después ella recibió una carta en la que él le mencionaba que iba a dar una conferencia y que a él le gustaría mucho que ella pudiera asistir. Y es de esta manera en la que se reencuentran.

De aquí viajan juntos y visitan varios lugares los cuales ya eh mencionado anteriormente, y es en esos viajes en donde descubren muchas cosas uno del otro. Y aquí es donde su amor crece con mucha más intensidad pues la llama de ese amor nunca se había extinto.

En mi opinión personal está historia me pareció muy interesante, ya que al leerla me hizo reflexionar sobre varios aspectos de mi vida. También puedo decir que me gustó mucho ya que me hizo suspirar al ver el amor que se tenía esa pareja de jóvenes, enojarme al ver que ella se negaba tanto el sentir amor hacia aquel hombre, aunque debo mencionar que en algunas partes de la historia me costaba un  poco de trabajo entender lo que quería decir el autor, como por ejemplo en las partes en las que se mencionaba el rostro femenino de Dios ya que yo nunca había contemplado eso como una posible realidad para mí.

Yo recomendaría este libro a todas aquellas personas a las que les gusten las historias de amor, y también a las que tengan una mente abierta, ya que muchas personas no consideran al rostro femenino de Dios pues siempre se ha inculcado su imagen con un rostro masculino.

También me gustaría recomendarlo a todas las personas en general, a los que no les guste leer para que descubran que los libros pueden ser muy interesantes y entretenidos y a los que no estén de acuerdo con el rostro femenino de Dios para que puedan hacer una crítica constructiva y que formen sus propios criterios.

Para finalizar con la reseña me gustaría citar una parte del libro la cual se encuentra entre sus primeras páginas, que fue la que hizo que siguiera leyendo el libro pues me pareció muy interesante.

   “A orillas del río Piedra me senté y lloré. El frío del invierno me hacía sentir las lágrimas en el rostro, que se mezclaban con las aguas heladas que pasaban por delante de mí. En algún lugar ese río se junta con otro, después con otro, hasta que –lejos de mis ojos y de mi corazón- todas esas aguas se confunden con el mar.

   Que mis lágrimas corran así bien lejos, para que mi amor nunca sepa que un día lloré por él. Que mis lágrimas corran bien lejos, así olvidaré el río Piedra, el monasterio, la iglesia en los Pirineos, la bruma, los caminos que recorrimos juntos.

   Olvidaré los caminos, las montañas y los campos de mis sueños, sueños que eran míos y que yo no conocía.” (Coelho: 2003).


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