viernes, 6 de diciembre de 2013

El laberinto de la Soledad (reseña)


  EL LABERINTO DE LA SOLEDAD
(Octavio Paz)
Por Ana Guadalupe Rivera Alvarado

Introducción:
Son muchas las respuestas que se obtienen al tratar de definir la cultura mexicana. En su mayoría se define como una raza fiestera, inteligentemente luchona (por sus famosas mexicanadas) y religiosa. Si bien, estos son algunos de los conceptos abstractos que al mexicano describen pocos escritores profundizan y contextualizan históricamente, personas como Octavio Paz que no conforme con estas descripciones cuestiona y desenreda de manera progresiva estas deducciones ubicándolas en sus primeras etapas. Es así como comienza “EL LABERINTO DE LA SOLEDAD”.


EL PACHUCO Y OTROS EXTREMOS
Son bandas de jóvenes (regularmente mexicanas) que viven en las ciudades del sur (EU), caracterizados por su vestimenta, lenguaje, y conducta rebelde que ponen en claro al mexicano común. Su disfraz los protege, destaca y aísla: oculta y exhibe.
·         No quiere volver a su origen mexicano, pero tampoco fundirse en el origen norteamericano, deseosos de no ser como los demás.
·         Afirma sus diferencias, las hacen notorias.
·         Dualidad: aísla – distingue y hace homenaje a la sociedad que pretende niega. Sabe que sobresalir es peligroso: no importa desafía y sale.
Intenta mezclarse porque no quiere regresar a su esencia, misma que se proyecta desde que se niega.




MASCARAS MEXICANAS
Octavio Paz  define al mexicano  como un ser hermético, siempre disfrazado y lleno de recelo que miente por miedo, miedo fantasmal al español durante la colonia. La mentira entonces se transforma en una obsesión por querer ser lo que no es, y después por costumbre.
Provienen entonces rasgos que lo definen
La “hombría” consiste en no “rajarse” nunca. El mexicano puede humillarse, agacharse o doblarse, pero “rajarse” nunca.
A)     Entonces las mujeres son un ser inferior, porque al entregarse se “abren”.
B)     Ama las formas, las tradiciones, costumbres. El mexicano es un ser cerrado.
“…El mexicano excede en el disimulo de sus pasiones  y de sí mismo. Temeroso de la mirada ajena, se contrae, re reduce, se vuelve sombra y fantasma, eco. No camina, se desliza; no propone, insinúa; no replica, rezonga; no se queja, sonríe;…”



TODOS SANTOS, DÍAS DE MUERTOS
El mexicano de distingue por su amor a las fiestas, lo único importante es revelarse. Son una ocasión para “abrirse”; se  canta, grita, dialoga, discute, se desgarra, destruye los muros que no permiten ser.
Particular y amplia mente las hay en la índole religiosa que ha venido compaginando desde tiempos remotos con los aztecas:
“…nuestros antepasados indígenas no creían que su muerte les pertenecía, como jamás pensaron que su vida realmente fuese “su vida”,… (página. 60) De ahí el miedo inexistente a la muerte.
SOLEDAD.



LOS HIJOS DE LA MALINCHE
       Cualquier ser humano arrastra su historia, la diferencia del mexicano es que el mismo de desconocer. El lenguaje mexicano contiene  términos denominados “malas palabras”. Estas las usa impregnadas de exaltación, que irrumpen violentamente.
 Tal es el caso de la “chingada”: lo abierto, lo pasivo, representación de la madre violada que encarna en la Malinche la abierta ante los indios. Estas liberan, revelan la herida detrás del silencio.
“La Reforma es la gran ruptura con la Madre. Esta separación era un acto fatal y necesario, porque toda vida verdaderamente autónoma se inicia como ruptura con la familia y el pasado. Pero nos duele todavía esa separación. Aun respiramos por la herida”. (página. 97).


CONQUISTA Y COLONIA
      Algunos rasgos aztecas favorecieron que la colonia fuese más fácil de conquistar como su orden religioso y carácter militar.
 A la llegada de los españoles aparece el catolicismo (que al final fue el resultado de la combinación de sus creencias con las impuestas). Muertos y rotos sus dioses al indígena se le presentaba una oportunidad de pertenecer a algo.
Esta religiosidad al principio de acepta y luego se repudia: al principio no se critican y después no se proponen otros.

DE LA INDEPENDENCIA A LA REVOLUCIÓN
·         Contextualizada no solo como parte de movimientos mexicanos o hispanoamericanos sino en eventos mundiales que favorecieron su realización.
·         Por otra parte los líderes eran criollos, los indígenas solo formaban parte de la flota.
·         Al concluir esta se presenta una nueva cuestión: crear un sistema para organizarse, es entonces se instala otro que no es más que copia del anterior. Aparece de nuevo la mentira, profundamente arraigada del sistema político mexicano.
·         Se crea la constitución y algunas reformas aparecen, todas  negando el pasado mexicano: creyendo que todos somos iguales  ante la ley (como para el catolicismo todos somos hijos de Dios) queriendo las clases sociales y la tradición. Aparece el liberalismo  de la mano de la dictadura porfirista: México debuta como país capitalista, copia el positivismo europeo fotocopia  países desarrollados.
Para este La Revolución mexicana es lo más parecido a la esencia de este; lo rebela plenamente, la historia cobra vida y se regresa al pasado.



LA INTELIGENCIA MEXICANA
   Es seguido de estos acontecimientos que México rebela sus poetas, escritores, muralistas, se vuelve la mirada hacia el positivismo. Por primera vez se dirige a España para contemplarla, definirla y desde América darle forma. Establece el laicismo en las escuelas que después se transforma en socialismo (Lázaro Cárdenas): “La educación que imparta el estado será socialista: combatirá el fanatismo y los prejuicios, creando en la juventud un concepto racional y exacto del origen del universo y de la vida social”…
Esta inteligencia después se mal utilizo: la crítica, el examen y el juicio de mermaron: la política  se impregno y apareció la corrupción. Otra vez el mexicano se oculta, se cierra: se enmascara.
“La revolución mexicana nos hizo salir de nosotros mismos y nos puso frente a la Historia planteándonos la necesidad de inventar nuestro futuro y nuestras instituciones, pero ha muerto sin resolver nuestras contradicciones… “(página. 187).


NUESTROS DÍAS
Esta carencia de personalidad obliga al pueblo mexicano adoptar sistemas ajenos tales como el capitalismo, queriendo imitar a quien es completamente diferente, se olvida nuevamente de su pasado, de la opresión que encadena a su gente y la ata nuevamente a otra para quienes el desarrollo de un socialismo hubiese sido la puerta abierta hacia el modernismo, y entonces establecería la igualdad.
El mexicano se aísla y enmascara encontrando en las fiestas un lugar de expresión, carece de ideas propias, copia y explota en movimientos revolucionarios. Es un solitario.

ES UN BUEN LIBRO QUE CONTIENE UNA CRÍTICA PROFUNDA, EXHAUSTIVA Y SAGAZ DE LA CULTURA MEXICANA. 
LA ESTRUCTURA ES BUENA, LAS IDEAS SON CLARAS. 
POR OTRA PARTE PODRÍAMOS CRITICARLE  EL QUE  EXPLIQUE DEMASIADO CADA CONCEPTO. LO RECOMIENDO AMPLIA MENTE.

http://www.slideshare.net/Aguadecoco/el-laberinto-de-la-soledad-octavio-p-az








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