Karina
Rodríguez Álvarez 1-B
Introducción:
En este ensayo voy a argumentar de la manera más clara posible las razones por las que no estoy de acuerdo con la idea en la que ‘x’ se utilice como presunta marca de lenguaje inclusivo y el porqué considero que no debería utilizarse.
Quiero dejar en claro que, a pesar de que podría ser un trabajo algo subjetivo, voy a respaldar mis ideas con las normas de la RAE y con la opinión de otros expertos en el tema que también comparte mi opinión. No pretendo ofender a nadie, simplemente quiero que comprendan (no que cambien su postura respecto al tema porque esto no es un debate en el que quiera convencerlos que mi opinión es una verdad absoluta) los motivos por los que considero esta ‘‘tendencia’’ que se ha dado más en redes sociales (pero incluso ya existen documentos escritos con este ‘‘lenguaje inclusivo’’) no es adecuada, agregando también las bases con las que se sustenta la importancia de implementar la ‘x’ o ‘e’ en nuestro escribir cuando se el contexto contiene ambos géneros, aunque yo considero esto innecesario. Sin más por agregar, voy a dar inicio al desarollo del tema.
Así como somos libres de expresarnos de la manera que se nos plazca a sí mismo expreso aquí mi inconformidad.
En este ensayo voy a argumentar de la manera más clara posible las razones por las que no estoy de acuerdo con la idea en la que ‘x’ se utilice como presunta marca de lenguaje inclusivo y el porqué considero que no debería utilizarse.
Quiero dejar en claro que, a pesar de que podría ser un trabajo algo subjetivo, voy a respaldar mis ideas con las normas de la RAE y con la opinión de otros expertos en el tema que también comparte mi opinión. No pretendo ofender a nadie, simplemente quiero que comprendan (no que cambien su postura respecto al tema porque esto no es un debate en el que quiera convencerlos que mi opinión es una verdad absoluta) los motivos por los que considero esta ‘‘tendencia’’ que se ha dado más en redes sociales (pero incluso ya existen documentos escritos con este ‘‘lenguaje inclusivo’’) no es adecuada, agregando también las bases con las que se sustenta la importancia de implementar la ‘x’ o ‘e’ en nuestro escribir cuando se el contexto contiene ambos géneros, aunque yo considero esto innecesario. Sin más por agregar, voy a dar inicio al desarollo del tema.
Así como somos libres de expresarnos de la manera que se nos plazca a sí mismo expreso aquí mi inconformidad.
¿Qué
es realmente el lenguaje inclusivo?
Se
trata de ampliar el punto de vista, que ha de ser inclusivo, no excluyente,
androcéntrico o sexista. (Elvira Altés, Lenguaje inclusivo) Así lo resume
la autora en su ensayo y es a partir de esta idea donde quiero comenzar. Como
ella nos lo explica a grandes rasgos en una idea central, el lenguaje inclusivo
se trata de ser consciente de la realidad de cada individuo, eso nos lleva a
tener en cuenta su género, edad, etnia y por lo tanto aprender a integrar esas
diferencias en un contexto sin que parezcan prejuiciosas, discriminatorias o
excluyentes, por el contrario que sean empáticas. Incluso Ignacio Bosques (de
la Real Academia Española) reconoce que existe cierto sexismo e invisibilidad
de la participación de la mujer en el lenguaje y por ello escribe un documento
(Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer 2012) donde nos muestra un artículo
y en él nos da a conocer 9 guías sobre el lenguaje no sexista, en ellas nos
expone una explicación sobre las variantes del lenguaje inclusivo colocando
algunos ejemplos para comprender mejor su argumento. Los ejemplos son simples,
nos presentan la manera de cambiar ciertas palabras sin alterar el significado
de la oración, por ejemplo, en vez de escribir ‘todos tenemos sentimientos’
podríamos cambiarlo a ‘las personas tienen sentimientos’ o también dejar de
escribir ‘número de parados’ y modificarlo a ‘número de personas sin trabajo’ o
simplemente quitar el artículo que es éste el responsable de designar un género
al sujeto, por ejemplo ‘el que lo vea’ podría ser modificado por ‘quien lo vea’.
Estas normas fueron aprobadas y publicadas en España por distintas
instituciones. Puede consultarse en el Boletín
de información lingüística de la RAE (BILRAE).
Como observamos anteriormente, el
lenguaje inclusivo se trata de lograr incluir a cada persona en un contexto,
tal es el caso con los homosexuales, para evitar ser redundantes o alargar
demasiado la oración, escribimos la
comunidad LGTB en vez de los y las homosexuales, transexuales, bisexuales
etc. También se trata de poner el género que le corresponde al individuo. Hace algunos años atrás en los títulos de las
sociólogas se les ponía ‘Profesor Investigador’ siendo que no son hombres. Es
en esos casos donde el lenguaje y los términos debe ser modificados y claro que
se ha cambiado. Los cargos y profesiones ejercidos por mujeres han sido
feminizados, es aquí donde el verdadero lenguaje inclusivo consiguió efectuarse
¿por qué digo verdadero? Porque como aclaré en la introducción, poner una x en
‘‘los’’, ‘‘niños’’, ‘‘compañeros’’ etc, no es lenguaje inclusivo ni debería
considerarse como tal porque si no se quieren especificar un género cuando
existen dos en un mismo espacio o contexto, pueden modificar esa palabra por
otra como infantes por niños, o alumnado por alumnos, ciudadano por ciudadanía,
hay maneras de expresarse sin excluir a nadie y sin tener la necesidad de
cambiar una vocal por una consonante o símbolo como en el caso del arroba. Hemos
tenido grandes avances culturales logrando que cada vez sea más la igualdad
entre ambos géneros, en la actualidad entendemos que cuando dicen ‘médica’ se
refiere a una mujer que ejerce la medicina y no a la mujer del médico, entonces
me parece ilógico que las personas lleguen a sentirse oprimidas o excluidas, ya
que las reglas del lenguaje que existen en la RAE desde 1713 ha sido
modificadas, pero que recientemente sean motivo de disputas me parece
contradictorio.
He leído opiniones de muchas
personas, en su mayoría jóvenes, a favor del uso de la x, son demasiadas y por
eso no puedo mencionarlas a todas aquí pero el argumento que más sostienen o el
que más resaltan, respecto a esta tendencia, es que la RAE no es la máxima
autoridad, que quienes hacen la lengua son los que la hablan y que es estúpido
que hasta se nos quiera controlar en la manera en la que nos expresamos o
escribimos; está bien cuestionarse y reflexionar ciertas cosas pero
independientemente de si nos agrada o no la idea, la RAE comprende la máxima
autoridad en cuanto a lengua española, pues es la encargada de aceptar o
rechazar nuevas palabras, así como de modificarlas, si no fuera así todos
escribiríamos como se nos venga en gana y eso no sería un lenguaje, pues uno
comprende un método de habla escritura en el cual tanto el locutor como el
receptor entienden y conocen la diversidad de dicho lenguaje, de otra forma si
sólo el locutor entiende su lenguaje pero el receptor no, eso sería un lenguaje
a parte, por eso existe la RAE y dudo mucho que por unas cuantas publicaciones
con ese supuesto ‘‘lenguaje incluyente’’ vaya a cambiar todo un idioma. Y
retomando la idea sobre que el lenguaje lo hacen quienes lo habla, el español
es un lenguaje, el cómo lo uses depende de quién lo hable y trasmita, así que
realmente el español no puede ser ni sexista ni misógino sólo varía según sus
hablantes, entonces el español no podría ser sexista ni machista porque quienes
lo serían son sus hablantes, claro si nos basamos en esa lógica. Por otro lado sí el lenguaje es mutable y se
tiene que modificar conforme a las necesidades de los individuos, pero el
sentido de que cambien es facilitar las cosas y en este caso no veo cómo
pronunciemos ‘‘lxs’’ y siendo sincera no comprendo cómo se podría ampliar un
lenguaje o modificarlo si ni siquiera podemos pronunciar lo que escribimos.
Honestamente creo que en el lenguaje
hay cuestiones más importantes que atender, como el uso de expresiones o
términos que perpetúan estereotipos que perjudican a la mujer o directamente
están denigrando a la mujer (que no deberían utilizarse) y que hasta nuestros
días se siguen utilizando, tales como: ‘‘no seas nena’’ ‘‘llorar es para
niñas’’ ‘‘ese es trabajo de hombres’’ ‘‘hijo de puta’’ son ejemplos de frases
claramente machistas. Tenemos que dejar de hacer ver a la mujer como débil,
cobarde o incapaz, como dije anteriormente, la humanidad ha logrado evolucionar
en muchos aspectos: la mujer actual tiene derecho a votar, a estudiar, a
trabajar, ser independiente de un hombre. Ensañando a los niños que el respeto
es para todos, que las niñas no son menos que ellos y que tampoco tienen más
privilegios, educar a las niñas y niños con la idea de que son muy capaces, que
tienen que respetar a cualquiera así sea diferente. Dejar de usar el término
puta (que ni siquiera debería de existir) para ofender y discriminar a las
mujeres por su libertad sexual, al igual que no debería considerarse un insulto
llamar gay a un hombre, el respeto se le otorga todas las personas sin importar
su género u orientación sexual. Al hacer
esto estamos expulsando completamente todas esas palabras o frases que generan
los prejuicios en las mentes desde muy temprana edad, por el contrario si desde
muy jóvenes comienzan a saturarles el cerebro con términos como ‘‘lxs’’
‘‘amigxs’’ producirán que se confundan porque a esa edad en la que se comienza
a aprender a escribir y leer, la herramienta fundamental que nos ayuda es el
habla, el cómo se escucha y al no existir en este caso, no le encontrarán un
sentido dificultando su aprendizaje.
Conclusión:
Puedo
concluir que el lenguaje inclusivo tiene un trasfondo histórico, con forme
pasan los años la interacción humana va evolucionando acercándose a una
sociedad igualitaria hasta en la manera en la que hablamos o escribimos algunos
términos se han cambiado para lograr una narración más concreta y directa sin
excluir a nadie. Las mujeres han demostrado estar a la par en derechos que los
hombres y también se ha logrado feminizar los puestos de trabajo que
desempeñan. Por otro lado, y creo que fue algo que dejé muy claro desde la
introducción, usar la equis o la e para ‘crear’ un lenguaje inclusivo está muy
lejos de su concepto original. Me parece una posición muy radical pensar que
una regla dictada por la RAE está excluyendo minorías y que además se exija que
cambien la ‘a’ u ‘o’ por equis o ‘e’ o de lo contrario se ofenden y es curioso
que ese minúsculo grupo de personas radicales (aclaro porque no todas son así)
reclamen una sociedad igualitaria donde se respeten a las personas y a sus
ideas pero que se pongan intolerantes cuando personas como yo estamos en
desacuerdo con su manera de pensar. Y es que básicamente su lucha se trata de
que si tu ves a un grupo de personas y te refieres a ellos como ‘todos’ para
englobar hombres, mujeres, niños y cualquier otra persona, inconscientemente
estás excluyendo u oprimiendo minorías y me pregunto ¿dónde? ¿A caso les estoy
privando de algún derecho con eso? Se utiliza esta generalización para ahorrar
tiempo y que igual se comprenda el contexto de que hay un grupo de
personas. No veo ningún problema son palabras, ni siquiera son insultos como
para sentirse mal por eso. Hay cosas más importantes que cambiar las reglas de
una institución que tiene otras prioridades como mejorar el idioma y dudo que
agregar palabras impronunciables sea una de esas.
Referencias:
Elvira
Altés. Lenguaje Inclusivo: Inmujeres. Consultado (8 de mayo 2018) en: http://www.mides.gub.uy/innovaportal/file/21519/1/37_t-lenguaje.pdf
Ignacio
Bosques (2012) Sexismo lingüístico y visivilidad de la mujer: Real Academia
Española. Consultado (11 de mayo 2018) en: http://www.rae.es/sites/default/files/Bosque_sexismo_linguistico.pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario