En
plena 2° Guerra Mundial el duque George de York se ve obligado a convertirse en
el rey de Gran Bretaña cuando su hermano, Eduardo VII renuncia al trono.
Además, tiene que encargarse del discurso de declaración de guerra a Alemania. El
duque se reúsa de forma terminante debido a la tartamudez que lo aqueja. Más
adelante en la historia, tendrá la ayuda de Lionel Logue, un terapeuta del
habla.
Esta historia muestra la importancia
de la comunicación en la sociedad. El duque de York sabía que al convertirse en
rey de Gran Bretaña tendría como parte de sus obligaciones la emisión de
discursos por radio a la nación. Entendía que estos discursos tenían que ser
claros y comprensibles. Por esto, veía como obstáculo su obstinada tartamudez.
Sin embargo, gracias al terapeuta, consigue darse cuenta de que su trastorno
del habla no tenía que ser una afección permanente. Asimismo, adquirió más
confianza en la medida que practicaba hablar en público. Al parecer, se
percataba de que no había que temer, porque sencillamente se trataba de
comunicar un mensaje claro a un receptor, a una audiencia. Además, consiguió
modular la emotividad que implicaba un discurso que no sólo está comunicando
algo, sino que también está declarando la guerra.
Gabriela Karina Zúñiga López - Grupo B
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