martes, 5 de noviembre de 2013

la mala decision de ser buenas personas

INTRODUCCION:

Mi familia la conformamos cuatro personas: mis padres, mi hermana y yo; somos una familia normal, como cualquier otra.
Mi padre es empleado de oficina, trabaja en ferromex desde hace 33 años y aún le gusta lo que hace. Es una persona muy alegre, divertida y solo espera el momento para decir algo gracioso o que haga reír a quien lo rodeamos, es muy trabajador y dedicado.
Mi madre solo se dedica al hogar, hace 2 años trabajaba en una fábrica de globos, comenzó en un puesto bajo pero con el paso del tiempo y su dedicación pudo ascender de puesto a inspectora de calidad pero su trabajo se volvió más estresante y pesado; debido al cumulo de  estrés y preocupaciones contrajo un virus llamado encefalitis y duro casi 7 meses encamada. Yo me dedique a cuidarla, gracias a todos los estudios que le han  hecho y los cuidados que hemos tenido con ella afortunadamente a salido adelante y no presenta secuelas muy notorias de su enfermedad, solo necesita tomar de por vida medicamento que le ayude a controlar su presión; sin embargo parece una persona normal.
Mi hermana tiene 17 estudia la prepa en el CONALEP GDL I, estudia contabilidad, ella es muy risueña, alegre, delgada y muy alta, es muy impulsiva y muy despistada pero cuando se propone las cosas demuestra lo lista que es,
Yo soy estudiante de la carrera de sociología, apenas es mi primer semestre. Aparte de estudiar soy empleado en una empresa electrónica; ahí estoy en el área de pruebas, mi trabajo consiste en probar todas las piezas sueltas que conforman la máquina y verificar que su funcionamiento sea correcto, a veces suele ser muy pesado por que llegan muchísimas piezas y todas son urgentes para poder pasar al área de ensamble y seguir con el proceso.
Pues todo comienza así:
Nosotros vivíamos en Tlaquepaque, en la colonia el tapatío, teníamos 17 años viviendo ahí, no es una colonia muy bonita que digamos, nuestra casa es pequeña pero es muy cómoda para nuestra pequeña familia.
Mis abuelos paternos viven en la colonia del fresno en Guadalajara, ahí Vivian mi tía, su esposo y sus tres hijos (mis primos).
Todo cambio  cuando el esposo de mi tía decidió comprar una casa para poder vivir con mi tía y sus hijos como familia, ya que el esposo de mi tía no estaba tan cómodo conviviendo con mis abuelos, pues ya tenían varios años ahí y ya quería vivir aparte con su familia.
Mis abuelos piden apoyo a mi papá para irnos a vivir con ellos ya que son algo mayores y ya no pueden hacer muchas cosas solos.                                                                     Mi padre nos pidió nuestra opinión y sobre todo mucho apoyo,  aunque no era una decisión fácil, no tardamos mucho en responder que sí, pues hasta el momento creíamos que no había mucho en que pensar pues ya que se trataba de mis abuelos y lo único que queremos es apoyarnos como familia y salir adelante junto con ellos.

Mis padres decidieron rentar nuestra casa y vender todos los muebles pues ya que en la casa de mis abuelos los cuartos ya estaban amueblados y no nos necesitaríamos llevar nada de eso.
Alrededor de casi una semana mis padres consiguieron vender la mayoría de las cosas, pues las vendieron en precios muy bajos y afortunadamente varios vecinos se interesaron en ellos y esto hizo más fácil la venta de los muebles.

Todo este proceso de mudarnos tardo aproximadamente tres semanas, al parecer todo iba de acuerdo al plan, todo pintaba para un buen futuro y un cambio muy bueno para cada integrante de mi familia.

La primera semana fue un poco pesada pues teníamos cosas que aún se habían quedado en nuestra antigua casa y el transportarlas se volvía un poco difícil, pero después de esa semana pudimos completar la mudanza.
El adaptarnos no fue tan difícil, hasta el momento creíamos conocer bien a mis abuelos  y nos sentíamos muy bien aunque aún sentíamos un poco de nostalgia por haber dejado nuestra casa y a nuestros conocidos.
Después de unos días mi hermana, mi madre y yo coincidíamos en que tal vez fue un proceso demasiado rápido pues meditando bien las cosas no tuvimos tiempo en reflexionar ni de mentalizarnos al nuevo cambio que habíamos aceptado.
El único convencido y feliz en todos los aspectos era mi papá, pues él es muy apegado a mi abuela y la idea de volver a vivir con ella en la misma casa y poder ayudarla lo llenaba de felicidad, pues la idea de protegerla y pasar más tiempo con ella era su mayor motivación para este cambio.
En ese tiempo yo tenía aproximadamente un mes de estar desempleado pues la empresa en la que trabajaba mi contrato se había terminado y la empresa no me lo renovó debido a que la demanda de trabajo estaba bajando y pues ya no era necesario que siguiera laborando ahí.
Mi hermana  estudia la preparatoria, ella asiste al CONALEP GDL I, ubicado en la colonia las juntas en Tlaquepaque. Para ella este cambio afecto mucho en el aspecto escolar, pues ella estaba acostumbrada a caminar ya que la prepa estaba muy cerca de la casa en la que vivíamos y ahora tiene que usar el transporte público.
Además está en el turno vespertino  y su hora de salida es  a las 9:00 p.m. así que prácticamente tiene que salir corriendo para poder alcanzar el camión.
También se le ha complicado la relación con su novio, pues el muchacho también vive en Tlaquepaque y pues el aun depende de sus padres y a veces no cuenta con los recursos para visitarla; al principio a mi hermana no le importaba pues ella sabe que no siempre se podría ver con él.
Notamos que cuando el muchacho visitaba a mi hermana mis abuelos cambiaban su actitud, lo trataban de una manera bastante indiferente, lo veían mal porque él vive en una colonia donde hay mucha delincuencia, además el viene de una familia sencilla y humilde y mis abuelos le meten ideas a mi hermana sobre que la gente así no valen la pena; lo juzgaban sin conocerlo.
Mis abuelos trataron de mal aconsejar a mis papas, decían que el muchacho era una mala influencia para mi hermana, ellos no hicieron caso pues ya conoces muy bien al muchacho y a su familia y saben que son buenas personas.
Desde ese momento notamos que mis abuelos comenzaron a tomar actitudes diferentes hacia los cuatro miembros de la familia.
Mis abuelos tienen la costumbre de dormir y levantarse temprano, pero nosotros no, mi papá llega de su trabajo a las 12:15 a.m. y siempre hemos tenido la costumbre de esperarlo y charlar con el sobre cosas que nos pasaron en el día y él nos platica como le fue en su día.
Por lo tanto nuestra hora de dormir y despertar es un poco más tarde que la de mis abuelos; pero siempre hemos sido así y creímos que así nos aceptarían.
Notamos que a mis tías les contaban cosas de nosotros a nuestras espaldas y por si fuera poco todos los comentarios eran bastante exagerados, pero ejemplo: si nosotros nos íbamos a dormir a las 12:30 a.m. y ellos decían que nos acostábamos a la 1:30 a.m. y si nos despertábamos a las 10:00 a.m. ellos decían que nos levantábamos a las 12:00 p.m.
Al principio de todo esto le comentamos a mi papá sobre estos cambios de actitud que tenían con nosotros para que así el hablara con ellos y saber qué es lo que pasaba y el porqué de sus comentarios; pero sin embargo mi papá no nos creía.
Mi mamá siempre había trabajado, la mayor parte de  mi vida la vi hacerlo, hasta que a causa de una enfermedad que sufrió no pudo seguir haciéndolo, pero afortunadamente se encuentra bien y solo se dedica al hogar.  Ella siempre ha sido muy servicial no para con las labores de la casa hasta que se va a dormir; también le encanta cocinar, disfruta mucho haciéndolo y desde que vivimos con mis abuelos siempre se ha basado en el gusto de ellos para preparar lo que ellos quieran o de lo que tengan antojo.
Entre mi papá, mis abuelos y yo hemos llevado los gastos de la casa, pero los que más aportan son mis abuelos pues ellos están pensionados y no tienen gastos, así que ellos tratan de poner la mayor parte de los gastos según esto para beneficio de nosotros (Hasta que nos dimos cuenta que a nuestras espaldas dicen que nos aprovechamos y somos atenidos).
Mi papá había estado haciendo muchos planes en cuestión económica pues ya había ido varias veces a nuestra antigua casa a hacerle reparaciones porque pensaba rentarla y después de varias semanas de haberle invertido tiempo y dinero logro su objetivo y pudo rentar la casa.
Él estaba de acuerdo con que mis abuelos pusieran la mayor parte de los gastos ya que él creía en las palabras de ellos en que lo hacían para ayudarnos (hasta la fecha ignora que nos dicen mantenidos).

Pero los planes de mi papá no salieron del todo como se planeaban pues ya que a la hora de la comida ¨casualmente¨ llegaban todos mis tíos y mis abuelos sin importarles si alcanzaba o no para todos los invitaban a comer y mi papá se veía obligado a comprar más comida y eso implicaba más gasto.
Debido al gusto de mi mamá por la cocina puedo decir que tiene un sazón único, pero desgraciadamente mis abuelos también lo saben y abusan de eso pues siempre le piden hacer grandes cantidades de comida para invitar a mis tíos pero no se acomiden en ayudar en nada ni ellos ni mis tíos, aunque a mi madre no le importa hacerlo pues ella ama cocinar, pero el detalle es, que todos mis tíos solo llegan a comer y se van, no son capaces de lavar los platos que usaron y pues entre mi madre y mi hermana son las que se hacen cargo de lavar las montañas de platos sucios que dejaron.
Mi hermana es de carácter muy fuerte y por ello siempre tiene discusiones con mis padres, eso ya era normal para nosotros porque al final de las discusiones siempre veían la manera de solucionar las cosas pero eso cambio con nuestra convivencia con mis abuelos porque durante las discusiones ellos se metían y solo provocaban que las discusiones se volvieran más grandes.
Ya habían pasado casi 4 meses y yo ya había comenzado con el trámite correspondiente para la universidad, ya no pensaba en trabajar pues quería  enfocarme en el examen a la universidad y  mis padres me apoyaban con eso; pero para  mis abuelos solo era una excusa para no trabajar y estar todo el día en la casa según ellos de holgazán.  Siempre trataba de ayudar en lo que se podía, iba a los mandados, ayudaba con el aseo de la casa pero para ellos no valía. Era a todas horas todos los días escuchar sermones sobre la importancia del trabajo, aunque siempre lo mencionaban de una manera bastante sarcástica y en tono de burla.
Afortunadamente se me abrió la oportunidad para un empleo, sin pensarlo lo acepte porque lo único que quería en esos momentos era estar fuera de casa. Las primeras semanas que estuve laborando fueron difíciles pues era un poco pesado y tenía que aprender las labores a realizar; al llegar a casa lo único que quería era descansar pues a veces tenia días muy pesados y al llegar a casa a acostarme también era mal visto para ellos, total que de una forma u otra no me sacaban del concepto de holgazán.
Como mi abuela sabe que mi papá es muy apegado a ella notamos que le metía muchas malas ideas de nosotros, al principio de esto mi papa estaba cayendo en los comentarios que le decían y comenzaba a dudar de  nosotros, hasta que él se dio cuenta que eran solo mentiras o exageraciones de mi abuela. Al percatarse mi abuela de esto siguió cambiando su forma de ser hacia nosotros cada día era más y más sarcástica e hipócrita. En reuniones familiares nos dábamos cuenta que los cometarios que hacia referentes a nosotros eran exagerados o algunas veces mentira. Llegaron a incluso a darle quejas exageradas a mi papá, él siempre ha tratado de que siempre estemos en armonía, pero a raíz de esas quejas comenzaba a estresarse demasiado, hacia corajes como nunca o a veces entraba en depresión porque sentía y reconocía que al habernos mudado  había sido un error fatal. Era mucha su desesperación por no conseguir esa armonía que él  quería.
A causa de eso su salud se vio afectada, había días que no se sentía bien, sin embargo el omitía todos estos síntomas, solo decía: al rato se me pasa. Lo convencimos de ir al seguro a checarse, desgraciadamente los resultados de esos chequeos nos impactaron a todos pues le diagnosticaron principios de diabetes. Él tiene un poco de sobrepeso eso sumado con los problemas de azúcar que tiene y todo ese ahitamiento que ha sufrido por tener tantos conflictos con mis abuelos le provocaron eso.

CONCLUSIÓN

Nos dimos cuenta que tomamos una decisión muy apresurada, creímos que por ser nuestra familia todo iría bien, sabemos que hay veces que tenemos que adaptarnos a lo nuevo y aceptar a las personas como son pero mis abuelos no lo tomaron de esa manera.
Aun mi papa los defiende diciendo que ya están grandes y que así son pero lo que sí reconoce es que fue un error muy grande el habernos mudado sin antes meditarlos mejor, ahora no podemos volver a nuestra casa porque esta rentada y aunque pudiéramos ya no tenemos nada, solo la casa vacía.
Aprendimos que tenemos que pensar bien las cosas antes de tomar cualquier decisión porque aunque se trate de familia podemos salir perjudicados.




Testimonios:
Arturo Montes García (papá):
Creí que este cambio nos ayudaría a crecer como personas pero creo que el mudarnos fue la peor decisión que tomamos jamás creí este cambio por parte de mis padres.
María de Lourdes Guerra González (mamá):
 Me siento mal, me siento como una extraña en esta casa, porque antes de vivir aquí mi relación con mis suegros era diferente ahora parece que no puedo hacer nada porque todo lo ven mal.
Diana Erika Montes Guerra (hermana):
Me siento mal porque en primera la escuela me queda muy lejos pero le peor es que con mis abuelos no tenemos privacidad y solo nos observan para así darles quejas a mis papás y meterles ideas malas de mí.

Les molesta todo lo que hacemos: está mal prender la tele, está mal escuchar música, está mal decir lo que pensamos.

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