lunes, 12 de febrero de 2018

Crítica a un persona exigente.

A quién yo decidí criticar, o mejor dicho analizar, es a una cliente frecuente de la tienda en donde trabajo.
Llevo bastante tiempo trabajando ahí y reconozco a varias personas porque son clientes frecuentes. Pero quiero exponer a esta persona en particular porque en ella pude ver una ¿evolución?
En cualquier trabajo te topas con personas de sangre pesada, de esas que prefieres evitar o que por sus simples gestos parecen estar siempre de mal humor. Bueno, ella es esa clase de personas. Siempre me toca a mí atenderla porque mis compañeras tienden a ser irrespetuosas al igual que ella y me dejan a mí atenderla porque le tengo demasiada paciencia.
El punto es que, desde que comencé a tratarla de buena manera a pesar de su temperamento ella comenzó a ser más amable.
Llegué a la conclusión un tanto extremista acerca del comportamiento de las personas. Que si una es agresiva y la otra le responde igual se agrava la situación o empeora la actitud. Pero si por el contrario eres paciente y tolerante sin llegar a exaltarte puedes lograr que la otra persona colabore e incluso puedes mejorar su estado de ánimo. 

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