martes, 2 de diciembre de 2014

Montes  Márquez Geraldinne Keyvimma.

¿Qué pasa en tu cerebro después de una ruptura?
Después de darme cuenta que a las personas les cuesta explicar las sensaciones que tuvieron después de una ruptura y que esto causa un problema ya que piensan que estas sensaciones las padecerán toda la vida, es que decidí adentrarme a las neurociencia para encontrar respuestas.
En estas páginas encontraremos que regiones de tu cerebro se activan después de un rompimiento y que sustancias segregas, entendiendo por qué actuamos como lo hacemos después de una situación de este tipo.
Tomaremos un poco de las respuestas que tienen los psicólogos y a su vez cómo hacer para salir más rápido del duelo que aqueja una separación. Llegando a la conclusión de que las personas forman apegos compulsivos, esto afectando más la depuración y la sanación de la ruptura.

Remontémonos a la última persona que termino con nosotros y recordemos las sensaciones que tuvimos una vez que él o ella tomaron la decisión de estar fuera de nuestra vida. Posiblemente las sensaciones que se presentaron fueron las siguientes:
*Coraje
*Desilusión
*Necesidad de explicación
*Fragilidad
*tristeza
Aunque no lo pareciera todas las sensaciones que nos acompañan en ese momento son enteramente cosa natural, quizá inexplicables para nosotros, pero explicables para las neurociencias.
Para entender con más facilidad el proceso que presenta tu cerebro en ese momento es primordial saber las sustancias que está segregando y la forma en la que influyen en tu actuar.  Existen tres sustancias que están presentes en toda esta travesía, son las siguientes:
*Dopamina: se encarga de generar un estado de felicidad.
*Serotonina: produce exaltación y euforia.
*oxitocina: se relaciona con los patrones sexuales.

Es fundamental entender que todo inicio lleva un final, que no debemos resistir lo inevitable, que las cosas van a cambiar, una vez que entendemos esto dejamos ir de manera más sencilla. 
Regresando con las neurociencias, estas explican que existen dos tipos de rompimientos; “el que ya lo veías venir” y “el que te toma por sorpresa”.
Cuando es de manera sorpresiva el proceso en el cerebro se presenta de manera inexplicable, y los niveles de dopamina llegan a un nivel muy alto inhibiendo la corteza pre frontal que es la parte de la inteligencia, evitando tener soluciones inteligentes y haciéndote actuar de manera irracional, todo a causa de la dopamina.
Cuando se presenta de manera contraria, es decir, ya lo veías venir, la reacción que esta tiene en tu cerebro es de manera menos caótica. Esto se debe a que cuando estamos esperando algo vamos preparando a nuestro cerebro y los niveles de serotonina van bajando. Cuando el resultado es lo esperado el cerebro ya tiene la mayor parte controlada y bien canalizada. Puedes tener ideas más racionales.
En reino Unido, en la universidad Albert Einstein Collage, se hiso un estudio tomando a un grupo de científicos mismos  que trabajaban para la universidad que habían tenido una ruptura reciente. A estos se les tomo fotografías al cerebro o bien haciendo una resonancia magnética. Se dieron cuenta que se activaron las conexiones de dolor en las regiones del cerebro, es decir, mismas regiones que se activan cuando te dan un golpe en el cuerpo, demostrando que físicamente si duele. Esto pasa porque el cerebro no sabe distinguir entre un dolor físico real a uno emocional.
Es bien sabido que cuando vas a terminar una relación trates de ser los más honesto posible y evitar clichés. Las neurociencias recomiendan que evitemos decir “ya no te quiero”, siendo esa la razón de la ruptura. Justifica esto explicando que cuando alguien te dice eso, tu cerebro inicia a generar altos niveles de dopamina para rescatar a la persona, que para el cerebro es la fuente generadora de dopamina, disminuyendo la porción de la inteligencia, es ahí cuando muy probablemente se suplique a la persona que no se vaya, aun sabiendo que eso que queremos que permanezca no nos hace bien, nos hace daño, no lo vemos así porque esta todo completamente nublado, nuevamente culpa todo esto de los niveles exagerados de dopamina.

El proceso de enamoramiento para hombres y mujeres se presenta de manera diferente. Un estudio hecho en Estocolmo, lo demuestra. Hay que saber que el amor es químico y la relación es social y entender que la tan conocida y mencionada etapa de enamoramiento sólo dura tres años. Bien, cuando viene una ruptura por cada año de enamoramiento a la mujer le va a llevar 3 meses llegar a un estado basal,  es decir, asentar la situación y saber con más claridad y objetividad que es lo que quiere. Al contrario del hombre, llegar a este estado le lleva 28 días por cada año de enamoramiento, importante enfatizar que esto solo pasa dentro de los primero 3 años de relación, cuando pasa de esta temporalidad ya viene un amor maduro.
La razón por la que el hombre llega a canalizar de manera más rápida una ruptura es porque el hombre usa un método de escape, trato de decir, que él encuentra fuentes de placer más fácil y que por ende generan dopamina la sustancia que nos hace sentir felices. Ellos se caracterizan por tomar decisiones más prácticas, son más visuales y esto hace que salgan más rápido.
Al contrario con las mujeres, estas toman una conducta obsesiva de búsqueda, son más intensas y tienen más desarrollada la parte de necesidad de explicación.
Algo en lo que nosotras llevamos la delantera es en madurar de manera más prematura, que esto nos lleva a saber qué es lo que queremos, hacia donde vamos y a tomar mejores decisiones a la edad de 22 años. Esto pasa porque la corteza pre frontal, parte de la inteligencia, nosotras la tenemos perfectamente bien terminada a esta edad. Por el contrario, el hombre llega a esta madurez cerebral hasta los 25 años, de ahí podemos saber por qué el hombre aun no tenga bien definido si quiere una relación formal o quiere seguir jugando video juegos.

Las neurociencias nos dicen también que el hombre se enamora más rápido pero se desenamora más rápido, la mujer se enamora más lento y se desenamora más lento. Lo anterior pasa porque el hombre genera altos niveles de dopamina al inicio por ser más visual, pero la desecha con más practicidad que la mujer. La mujer, al contrario, genera pocos niveles de dopamina pero estos son sumatorios, es decir, los va acumulando durante toda la relación y por obviedad se hace más difícil olvidar.

Seguramente te preguntaras por qué extrañamos tanto, bueno, las neurociencias también tienen la respuesta. Esto pasa porque tu cerebro convirtió a tu pareja en la fuente generadora de dopamina y cuando esta se va tu cerebro hará todo lo posible por tenerla de regreso o por buscar otras fuentes que generen los mismo niveles de dopamina, es por eso que se puede iniciar con un patrón a tener varias relaciones o ha engancharte con algo adictivo.
Psicólogos recomiendan que esperen un periodo de 10 semanas para iniciar una relación o para pensar si quieres regresar con tu ex pareja. Vamos, no es el tiempo milagroso, pero es el tiempo en el que esta situación ya se te asentó y tienes pensamientos más inteligentes y objetivos, debido a que los niveles de dopamina, serotonina y oxitocina bajan, llegan a su estado normal.

Para evitar que la travesía  de una ruptura se vuelva algo caótico e interminable, es importante aprender a condicionar los niveles de dopamina, esto lo podemos hacer tomando actividades que nos hagan salir, por ejemplo:
*Nadar
*Salir a correr
*Tocar un instrumento
*gimnasio
*etc...
Por su parte los psicólogos explican que el ser humano no está acostumbrado a dejar ir sentimientos, personas, creencias, resentimientos, objetos, etc.  Esto pasa porque las personas aseguran que necesitan eso que no dejan ir, también pasa por miedo, miedo que se ha construido por los apegos que hemos hecho.
Parte importante de esto es que depositamos nuestra felicidad, estabilidad y seguridad en cosas externas, ya sean personas u objetos. Claro está que todo esto es efímero y que tarde o temprano se va ir dejándonos vacíos, pero este vacío es responsabilidad nuestra.
Es importante entender que debemos aprender a tomar perdidas, a tomar los finales necesarios y tener presente que toda perdida lleva consigo una enseñanza y madures, esto te servirá a tener mejores relaciones en el futuro.
Pera librar el duelo más rápido si es importante evitar todo tipo de disparadores que te acerquen o te recuerden momentos que has pasado con tu ex pareja. Me tomare el atrevimiento de escribir una metáfora: “Cuando venga un rompimiento hay que utilizar la sabiduría del hombre lobo; encadenarnos cuando venga la luna llena”.

A la conclusión que logre capturar fue que nosotros los seres humanos no actuamos de cierta manera por asares de la vida, sino por la estructura de nuestro cerebro y por las sustancias que generamos y que muchas veces nuestro cerebro nos hace malas jugadas. Algo que se debe rescatar de todo esto, más allá de lo que explica la neurociencia y la psicología es que la vida está llena de despedidas y que debemos tomarlas, reconocer que nos duele y nos entristece que esa persona ya no está más en nuestra vida, y que el dolor es sanador.
Probablemente se preguntara que tiene que ver todo esto con la sociología, ¿cierto? Pues aunque lo dude, mucho, tiene que ver mucho. Con esta investigación se entiende que el ser humano se le dificulta relacionarse y que esto claramente genera un problema social, y ¿por qué un problema social? La respuesta es sencilla. No porque el amor sea una sensación no requiere capitación. Vuelvo al punto de por qué lo considero un problema social el que no sepan relacionarse, es porque la mayoría de ejemplos de lo que es una relación la tenemos en casa, la de nuestros padres que muchas veces, sino, es que el 99.9% de las familias son disfuncionales, nos llevamos esa idea y pensamos que esta es la manera correcta de relacionarnos, cuando no es así, es una idea distorsionada. Debemos enseñarnos a querer de manera sana, sin creer que esa persona nos pertenece y crear apegos sanos.
































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