lunes, 26 de mayo de 2014

"El Sobrepeso y Obesidad: Cómo Afecta a la Sociedad"



Introducción

La obesidad y el sobrepeso son el principal problema de salud pública en México; 

pues, nuestro país según datos de la Secretaria de Salud (2013) es el primer lugar 

mundial en niños con obesidad y sobrepeso, y segundo en adultos.

El sobrepeso y la obesidad son condiciones que reflejan las desigualdades 

sociales en la sociedad moderna. Una de las acciones que puede conducir a 

la erradicación del sobrepeso y obesidad es la concientización de la sociedad 

relacionada con hacer entender el grave problema al cual nos enfrentamos, al ser 

destinado parte del presupuesto federal a atender los problemas de obesidad y 

sobrepeso de la población mexicana.



Desarrollo

Según la Norma Oficial Mexicana 174 (NOM-174), la obesidad y sobrepeso son 

una enfermedad crónica caracterizada por el almacenamiento en exceso de 

tejido adiposo en el organismo, acompañada de alteraciones metabólicas, que 

predisponen a la presentación de trastornos que deterioran el estado de salud. 


Los problemas de salud derivados del índice de masa corporal representan un gasto 

superior al 34% de los ingresos de las familias mexicanas; mientras que para el 

gobierno corresponden siete puntos porcentuales de su cuenta pública; se calcula 

que para 2050 la carga económica será de 1.7 mil millones de dólares en el país. 

La biomedicina considera al sobrepeso y la obesidad como enfermedad y factores 

de riesgo para la aparición de otras enfermedades y remite al individuo la carga 

de culpa moral, pues considera que su estilo de vida explica la causa. Esto 

conduce a una visión reduccionista de la obesidad, ya que salvo que ésta se deba 

a trastornos endócrinos, sus causas son multifactorales, entre las que destacan 

la creación de ambientes obesogénicos; es decir, las condiciones al enorme 

aumento en la disponibilidad de alimentos con alto contenido energético (botanas, 

refrescos), la disminución en la ingesta de frutas y verduras, así como de actividad 

física, y sobre todo la agresiva publicidad que invita al consumo. 


En las ultimas cuatro décadas se ha acumulado evidencia para señalar al estrés 

crónico como causa de enfermedad, la acumulación de estrés crónico, tiene 

consecuencias para el cuerpo, entre ellas la diabetes, hipertensión, infarto, 

sobrepeso y obesidad. Es probable que quienes más eventos estresantes tengan 

(desempleo, vivienda insalubre, inseguridad, etc.) estén en condiciones de 

pobreza, entre ellas las mujeres que, al no contar con una forma de eliminar la 

carga estresante, por cuestiones de genero impuestas por la cultura (maternidad, 

crianza de los hijos, trabajo doméstico, doble jornada etc.) resultan en la 

estadística con tasas más altas de obesidad, diabetes e hipertensión.

En la actualidad, las personas se desenvuelven en redes sociales y éstas 

influyen en todas las esferas, incluida la salud. La observación de que la gente 

se desenvuelve en redes sociales revela que el comportamiento saludable y no 

saludable, por ejemplo ganar peso, fumar o beber consigue extenderse por una 

serie de lazos sociales.

Algunas consecuencias de esta enfermedad son la mortalidad 12 veces mayor 

en jóvenes de 25 a 35 años, 25% de la incapacidad laborales, gastos entre 22 

y 34 unidades porcentuales superiores al ingreso familiar y tres de cada cuatro 

camas de hospital son ocupadas por pacientes con enfermedades relacionadas a 

la obesidad, según datos de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México.

La comida mala es demasiado fácil y barata como para no sucumbir a la tentación 

de encargar algo rápido y evitarse colas en los mercados, dinero y tiempo de 

preparación, lavado o cocción. “Se nos dice que debemos comer bien, pero al 

mismo tiempo las rutinas domésticas y dinámicas de trabajo actual se asientan en 

una comida rápida, fácil y barata” (Jordi Montaner, 2004).


Según la OMS (1990), durante el proceso de desarrollo, las comunidades 

evolucionan desde sociedades rurales, en las que la actividad física es necesaria 

para la producción agropecuaria, a las más industrializadas, urbanizadas y 

opulentas en las que disminuye progresivamente la demanda de trabajo físico. 


Así mismo en las áreas urbanas es común el empleo de aparatos eléctricos para 

realizar quehaceres domésticos, los vehículos motorizados se usan con más 

frecuencia y el tiempo libre se invierte en actividades físicas pasivas, como ver 

televisión, estar con los dispositivos móviles e incluso utilizar los videojuegos, por 

lo que el modo de vida sedentario se convierte en una característica destacada de 

la urbanización, que se ha considerado responsable del aumento progresivo del 

sobrepeso y obesidad.


La ideación biomédica de la obesidad es similar en todas partes. Los programas 

de España, México y Francia hacen hincapié en la realización de estrategias de 

comunicación social, de comunicación y educación interactiva (webs específicas), 

de observatorios de la alimentación, de la obesidad o de la calidad alimentaria, 

en favorecer y promover la actividad física (espacios escolares, laborales, de 

ocio), en mejorar el etiquetaje nutricional de los alimentos envasados, en crear 

alianzas estratégicas con todos los sectores implicados (disminuir las raciones en 

la restauración, eliminar grasas y azúcares simples en los alimentos procesados), 

en capacitar a los facultativos de primer nivel de atención, en educar a padres y 

maestros, en implicar a los medios de comunicación (mensajes anti-obesidad y 

pro-alimentación sana y actividad física en telenovelas, programas de gastronomía 

y divulgación) y, finalmente, movilizar a las colectividades territoriales/locales.

Las investigaciones han demostrado que a medida que aumenta el peso hasta 

alcanzar los niveles de sobrepeso y obesidad*, también aumentan los riesgos de 

las siguientes afecciones:

• Enfermedad coronaria

• Diabetes tipo 2

• Cáncer (de endometrio, de mama y de colon)

• Hipertensión (presión arterial alta)

• Dislipidemia (por ejemplo, niveles altos de colesterol total o de triglicéridos)

• Accidente cerebrovascular

• Enfermedad del hígado y de la vesícula

• Apnea del sueño y problemas respiratorios

• Artrosis (la degeneración del cartílago y el hueso subyacente de una 

articulación)

• Problemas ginecológicos (menstruación anómala, infertilidad)

*El sobrepeso se define como un índice de masa corporal (IMC) de 25 o más y la 

obesidad como un IMC de 30 o más.

La obesidad afecta la calidad de vida con síntomas como:

• La dificultad para respirar, reduciendo la calidad de sueño

• Problemas ortopédico por el exceso de peso recaído en las articulaciones

• Exceso de sudoración e hinchazón de pies y tobillos.


La industria alimenticia que, a través de los medios de comunicación emiten falsa 

publicidad, y alientan los malos hábitos alimenticios, puede contribuir mediante 

comerciales responsables con alguna de las siguientes maneras:

a. Reduciendo el contenido de grasas, azucares y sales de los productos

b. Asegurando el acceso al consumidor de alimentos sanos y nutritivos

c. Apoyando la practica de alguna actividad física de forma periódica en el 

lugar de trabajo.


Así como en los empaques de cigarro o bebidas alcohólicas se advierte lo nocivo 

que puede resultar el consumir estos productos, de igual manera a la venta 

de comida chatarra, debería no solo estar presente la leyenda “come frutas y 

verduras” sino también algo como “el consumo continuo de este producto aumenta 

el riesgo de daño a tu salud” etc.


Conclusión

Estar gordo se ha convertido en sinónimo de estar enfermo, La obesidad no 

es sólo un problema de salud pública, sino económico, es posible vivir mejor 

siguiendo una dieta equilibrada, se trabaja más si se tiene una buena salud y 

representa menos costos para el gobierno. En efecto, “combatir el problema de 

exceso de peso u obesidad, contribuirá a reducir a largo plazo los costos para los 

servicios de salud, permitiendo a los ciudadanos tener una vida productiva hasta 

edad avanzada” (Libro Verde 2005: 4).



Bibliografía

Cruz Sanchez,M; Tuñón Pablo,E; Villaseñor Farías, M; Álvarez Gordillo, G; y Nigh 

Nielsen, R. (2013). “Sobrepeso y obesidad: una propuesta de abordaje desde la 

sociología”. Región y sociedad, XXV (57), pp. 165-202.

BARQUERA, Simon et. Al, (2006). Sobrepeso y obesidad, México, Instituto 

Nacional de Salud Pública.

Sitios web consultados:

http://alianzasalud.org.mx/2014/03/el-peo-de-la-obesidad-en-mexico/

#sthash.QHcUpOlu.dpuf

NIH, NHLBI Obesity Education Initiative. Clinical Guidelines on the Identification, 

Evaluation, and Treatment of Overweight and Obesity in Adults.

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