Virtud cardinal y tanatología
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David Daniel González Moreno
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13/05/2019
TANATOLOGÍA
INTRODUCCIÓN
¿Se debe tener
un conocimiento de la muerte? Lo que no se puede negar en el mundo y lo único
que tenemos seguro es que algún día moriremos, algún día tendremos que hacer un
nuevo viaje pero no se sabe cuándo, cómo, ni dónde. ¿La gente que se queda,
puede recibir ayuda después de que dejan ir al enfermo?
Son los
estudiosos de la muerte, los encargados de ofrecer la ayuda necesaria para los que se van y a los que se quedan, como
dejar que el enfermo terminal prepare su partida, y que la familia ayude a
preparar ese viaje, la tanatología es fruto de algo que está seguro, que es
natural y que a todos nos tendrá que pasar.
“La muerte se remota
al comienzo del tacto con el enfermo terminal en la época medieval hasta la
orden religiosa de la Madre Teresa de Calcuta. Estar frente al enfermo
terminal, ¿Por qué es considerado estar frente al espejo de los miedos de la
muerte?
Puede alguien
tener el corazón tan helado pero tan caliente a la vez para estar frente a una
persona que muere, que sufre, frente a
una familia indiferente, frente al dolor de los hijos por la pérdida de su
madre, puede alguien animarse a estudiar el dolor de la gente, escuchar que fue
lo que siempre oculto y que no deja encontrar la paz antes de morir.
A caso se tiene
que llegar al extremo de estar en cama para aceptar la ayuda que hoy en día es
formal y que tiene un estudio especializado. ¿A qué se le llama estudiar el dolor y como entender
que hay un proceso que puede ofrecer pautas para tener una mejor muerte?
Enfrentar la muerte ¿Con que postura?,
esta puede ser una de las preguntas que tal vez nos tome tiempo para considerar nuestra posible respuesta, si
tomamos una postura rígida que tal vez sea natural o automática, muy válida por
cierto, nos estaremos perdiendo de lo que podemos aprender de esta situación.
Si
tomamos la postura general de fortaleza, que es muy probable que se confunda
con la rigidez que mencionamos antes, pero ¿Qué es mirar la muerte con
fortaleza?, en este ensayo se presentara la información básica de la muerte (lo
suficiente para entenderla) y una virtud cardinal, la fortaleza, como tener la
fortaleza como encontrarla y como no verla como la coraza para no hacer sentir
el dolor de la perdida.
DESARROLLO
¿Qué
es la tanatología?
Según la Asociación de Tanatología
Mexicana la tanatología es una Disciplina Científica cuya finalidad
principal es CURAR el dolor de la muerte y el de la
desesperanza. (Tanatologia, 2009)
Para El Centro de Estudios de Desarrollo Humano y Capacitación S.C.
(CEDEHC) la Tanatología, es una disciplina que se orienta al
entendimiento de las vivencias de las personas y su entorno familiar, ante las
pérdidas que se van generando cada día y por consiguiente ante la cercanía de
la muerte. (Arandia, 2011)
La muerte o Tanatos es una deidad capaz de sanar todos los males, pero como es
la única entre todos los dioses que no acepta dádivas, nunca cura a nadie. LOGOS deriva del griego logos, tiene
varios significados: palabra, razón, estudio. (Mariño, 2006).
Antecedentes
históricos
Para entender un poco más lo que es la
tanatología debemos de conocer desde cuando se comenzó a tener el contacto con
los moribundos y sobre el trato que se les ofrece.
Desde
la época medieval las encargadas de dar consuelo y apoyo médico eran las órdenes religiosas y los monasterios hasta que en el siglo XIX se construyeron los
hospicios y en Francia 1842 se formaron los albergues para enfermos terminales
de cáncer. (Mariño, 2006)
El especialista del
enfermo terminal…
En
1842 se tenían los albergues para enfermos terminales y según el Instituto
Mexicano de Tanatología un enfermo terminal es "Una Persona que padece una
enfermedad por la que posiblemente vaya a morir en un tiempo relativamente
corto y que conoce su diagnóstico" (Tanatologia, 2009) .
En aquel tiempo no se tenía el
especialista del enfermo terminal que hoy en día conocemos como el Tanatólogo.
Es el profesional capacitado para ayudar en el proceso de duelo, así como en
cualquier tipo de pérdidas significativas, a la persona que muere y a aquellas
que lo rodean (Mariño, 2006) .
Para el año de 1962 se comenzaron a
hacer los estudios de la muerte es decir de la Tanatología, la primera que
realizo los estudios fue la Dra. Elizabeth Kübler-Ross principal investigadora
de la muerte. Comenzó su trabajo en Tanatología haciendo una investigación
respecto de la muerte con un equipo de trabajo inicialmente comprendido por
cuatro seminaristas. Quiso acercarse a los pacientes terminales, sin leer nada
sobre la materia; más bien quería observar y aprender de ellos directamente. (Mariño, 2006)
La
investigación se basó principalmente en el enfermo tomando los siguientes
aspectos:
°
No tener ideas preconcebidas.
°
Sensibilizarse a las necesidades de los enfermos terminales y sus familiares o
personas que los rodearan.
°
Escuchar al enfermo para de él mismo aprender.
Comenzó también a trabajar con el personal
de un hospital en Chicago: capellanes, enfermeras, voluntarios, médicos, etc.,
mismos que tenían trato con los enfermos. (Mariño, 2006) .
En 1969 publica
"On Death and Dying" ("Sobre la muerte y los moribundos"),
un volumen clásico en la sociología de la muerte que recoge la experiencia de
Kübler-Ross en su trato con más de 200 enfermos terminales, ilustrado con la
trascripción de conversaciones entre la doctora y sus pacientes. Elizabeth fijó
las cinco fases que suelen atravesarse antes de morir (rechazo, ira, "negociación"
con Dios, depresión y aceptación) (Fondo, 2004)
Hace más de tres décadas surgió la nueva
Tanatología que, se ocupa de las personas: atención a los pacientes terminales,
sus familias y allegados.
Por lo mismo, el
tanatólogo puede definirse como un "especialista en enfermos
terminales", pero con finalidades específicas, ya que no se trata de un
paliativista, ni de un intensivista, ni de un algólogo. (Tanatologia,
2009)
La finalidad del duelo es sanar de la
manera más saludable y alcanzar en ese
tiempo el equilibrio emocional, y no pasar de un duelo “normal” a padecer un
duelo patológico, que es cuando se vive y se reacciona con sentimientos y
emociones irregulares a los que se esperan cuando un ser amado muere. (Patricia, José, & Andrés, 2009)
En 1974 se complementa el estudio de la
tanatología con la construcción del primer “Hospice” en Estados Unidos por la
Dra. Cicely Saunders. Esta modalidad de trabajo sostiene que la persona que va
a morir puede y debe ser asistida para aliviar el dolor y otros síntomas
físicos y psíquicos provocados por la enfermedad y sus efectos secundarios (cuidados
paliativos) esto permitió que el estudio de la Tanatología creciera debido a
que se toma en cuenta el enfermo terminal
y se le da la mejor calidad de vida restante. (Mariño, 2006)
Los hospices representan algo más que un lugar físico en
donde una persona va a morir con dignidad; es también una actitud frente al
paciente y su familia, en estos lugares
se toma en cuenta:
1.-
El control del dolor y de otros síntomas que se presenten.
2.-
La persona con enfermedad terminal es una persona, no una cosa que puede
manipularse y junto con el equipo interdisciplinario
de Tanatología acompaña a la familia en la toma de decisiones fundamentales.
3.-
El paciente tiene el derecho de saber el estado de su enfermedad y los
tratamientos paliativos que le suministran, pero teniendo en cuenta hasta donde
esa persona puede tolerar esa información.
En 1973 un año antes de que se creara el
primer Hospice Elizabeth publicaba un artículo donde decía que la gente nacida y criada en una comunidad rural acepta
por lo general más fácilmente morir que la gente que se ha educado en un medio
urbano.
Según expresa
(Patricia, José, & Andrés, 2009)
“Las etapas del duelo europeo difieren
de las del mexicano y, en general, de las del latino, según opina la doctora
Elisabeth. Propone que la elaboración del duelo ocurre en cinco etapas:
negación y aislamiento, ira, regateo, depresión y, finalmente, aceptación. En
México, el doctor Alfonso Reyes Zubiría tiene una visión distinta respecto del
proceso de duelo y de las emociones anteriormente descritas. Al mexicano
–señala– lo caracteriza la religiosidad y el apego a la familia; refiere sentir
una gran tristeza a lo largo del proceso de duelo, pero la religiosidad hace
que alcance en la mayoría de los casos la aceptación mediante la fe. Las etapas
que el mexicano vive son, entonces, la depresión, la ira, el perdón y la
aceptación.”
El legado
que dejo Elizabeth Kübler decía que “morir no es algo que haya que temer puede
ser la experiencia más maravillosa de la vida, todo es soportable cuando hay
amor, mi deseo es que usted trate de dar más amor a más personas” (Ross, 1997)
Por medio del estudio que realizó
Elizabeth y gracias a los hospices el tanatólogo es el profesional capacitado
para ayudar en el proceso de duelo, así como en cualquier tipo de pérdidas
significativas, a la persona que muere y a aquellas que lo rodean. El
tanatólogo deberá asistir a estas personas para que logren la aceptación del
hecho en estos casos, y orientar a la familia a vivir un proceso de duelo lo
más saludable posible y en el menor tiempo, si hubiese ocurrido la muerte de un
ser querido. La tanatología es una disciplina científica que estudia las
conductas que pueden representar una amenaza para la vida; es una ciencia
multidisciplinaria de la que hoy se habla más frecuentemente y que tiene
resultados considerablemente útiles. (Patricia, José, & Andrés, 2009)
Tomarse
el tiempo para conocer el sentido de trascender que es decir, tomarse el tiempo
de preparar el camino para nuestra muerte y dejar enseñanza y legado, enseñanza
que se podría brindar a los familiares y amigos en los últimos momentos dados
gracias a la tanatología y a los cuidados de los hospices, es una oportunidad
de tener una muerte cálida y de calidad, prepararse para lo único que tenemos
seguro es una inversión a nuestro legado, aunque esta inversión tenga muchas
variables que la afecten por ejemplo el desconocer el cuándo, cómo y dónde
sucederá que dejaremos este mundo y comencemos otro viaje.
La fortaleza en la
persona y el familiar que sufre.
Según
(Martinez, 2006)
“Las fortalezas constituyen el principio
fundamental de la condición humana y una actividad congruente con ellas
representa un importante camino hacia una vida psicológica óptima.”
Como desarrollamos anteriormente la
muerte es un proceso natural del ser humano, pero ¿La fortaleza y la muerte
están en pelea? ¿Es posible tener fortaleza dentro de un duelo prolongado?
Para
(Martinez, 2006) lo que hace que la vida merezca la pena
no es efímero, por lo que es necesario adentrarnos en los rasgos positivos de
personalidad. Las fortalezas proporcionan la explicación para la estabilidad de
la vida bien vivida.
Las virtudes que desarrollamos cada
persona son los puntos de partida para el crecimiento humano es a lo que le
llaman los pensadores y filósofos “las características centrales del carácter”
y con el paso del tiempo los diversos estudios realizados por estos mismos
filósofos y pensadores morales nos dicen que las virtudes principales son: la
sabiduría, coraje, humanidad, fortaleza, justicia templanza y trascendencia.
Hoy estas virtudes se encajonan en solo
cuatro, que me permito expresar son: prudencia, justicia, templanza y
fortaleza, donde la clasificación propuesta es un intento de facilitar el
estudio y explotación de las mismas.
Martínez, María Luisa en (2009) nos
facilitó unos criterios para discernir y profundizar en la fortaleza:
El primer criterio trata de la ubicuidad
que hace referencia a que una fortaleza debe ser reconocida en todas las
culturas. El segundo criterio de la fortaleza, alude a que debe contribuir a la
realización personal, la satisfacción y la felicidad. El tercer criterio hace
referencia a que la fortaleza debe ser moralmente valorada por sí misma. El
cuarto criterio habla de que la manifestación de una fortaleza no debe desvalorizar
a otras personas. El quinto criterio dice que de existir una fortaleza, debe
poder identificarse su opuesto en negativo.
El sexto criterio de que toda fortaleza
debe poseer cierto grado de generalización y estabilidad, es decir, ser un rasgo
que se manifieste en el comportamiento (pensamientos, sentimientos y/o
acciones) de forma que pueda ser evaluada mediante los instrumentos
pertinentes.
Según el séptimo criterio, la fortaleza
debe ser distinta de otras fortalezas y no puede descomponerse en ellas, y en
la población deben poder identificarse dechados consensuados de la fortaleza,
así como prodigios (aparición precoz en algunos niños o jóvenes).
El
octavo criterio señala que también se debe poder identificarse personas con una
ausencia total de la fortaleza Finalmente en el noveno criterio, deben existir
instituciones y rituales asociados al cultivo de la fortaleza en la sociedad. (P.249-250)”
La muerte y sus ritos son de amplio
conocimiento y en su plenitud las etnias del mundo la reconocen, dentro de la
muerte está la fortaleza puesto el proceso de duelo implica poner fuerza a
marchas forzadas en la pronta recuperación psicológica. La fortaleza en el
duelo cumple el criterio segundo criterio marcado por Martí, la fortaleza es
uno de los principales motores de la recuperación que nos lleva de nuevo al
campo de la felicidad.
Cuando estamos presentes en una
celebración fúnebre, es parte natural el llanto de las personas que estamos
compartiendo la pena, algunos otros asistentes solo agachan la mirada y
continúan en el sentido de dolor, en nuestra cultura el llorar muestra
debilidad pero para los Tanatólogos el llanto es una prueba de fuerza. La fuerza
para demostrar los sentimientos a piel,
la fuerza de no tener los estigmas sociales para reprimir el dolor que conmueve
hasta las entrañas.
¿Acaso existen las personas sin
fortaleza? Así como identificamos y separamos la vida de la muerte, identificar
a las personas que no cuentan con una fortaleza suficiente o que muestran
señales de no contar con la fuerza necesaria para sanar el duelo y regresar al
campo de estabilidad y felicidad, según el noveno criterio de Martí es
responsabilidad de todos, la comunidad de personas que nos rodea en los momentos
de duelo las que nos ayudan a llenar esos vacíos principalmente de fuerza para
poder hacer frente a los dilemas de la perdida.
Una sociedad que reconoce la fortaleza
y no da valor a la rigidez de personalidad es una sociedad que se dirige a la salud
psicológica.
Las
fortalezas son los aspectos psicológicos que definen las virtudes, aquellas
formas distinguibles en las que se manifiesta una virtud. (Martinez, 2006)
El proceso del duelo es un constante
profundizar en los sentimientos de la persona, para los tanatólogos es entrar
en aspectos de espiritualidad donde sanaras la parte interna de sufrimiento y
el área de la trascendencia.
“La espiritualidad es la fortaleza prototípica de este grupo, se
define como la creencia y el compromiso con los aspectos trascendentales de la
vida, llámese divino, sagrado, ideal o universal. La apreciación de la belleza
y la excelencia conecta a la persona directamente con la belleza y la
excelencia del mundo y de las demás personas” (Martinez, 2006)
CONCLUSIÓN
En el estudio de la muerte, en otras
palabras el estudio de los moribundos, sabemos que se divide en cinco etapas, rechazo, ira, "negociación" con Dios,
depresión y aceptación, estas etapas en el duelo europeo son las más
concurridas, a diferencia del duelo latino en especial, el duelo mexicano
difiere puesto que son cuatro etapas solamente, la depresión, la ira, el perdón y la aceptación.
Tomando en cuenta estas etapas y
buscando por medio de la tanatología la salud psicológica en el duelo donde se
dice que, el duelo promedio o normal es de un año aproximadamente para que no se
convierta en duelo patológico.
En contraste a la postura adecuada ante
el duelo que podríamos experimentar, o que alguien más está experimentando, la
fortaleza es indispensable para el duelo, una fortaleza que me ayuda a expresar
los sentimientos que estamos viviendo, que nos dará la pauta para buscar de
nuevo el campo de felicidad mental, del cual nos podríamos separar por el
experiencia de la perdida de algún objeto o alguna persona apreciada.
Reconocer que nuestra fortaleza en
ocasiones no es la suficientemente necesaria para salir adelante (y que contribuya
a la realización de los objetivos de vida planteados) es parte también de la
fortaleza en sí, reconocer nuestras debilidades es un principio básico para
saber en que soy fuerte o tratamos de ser fuertes, y esas debilidades tomarlas
como fuerza.
En
distintas ocasiones confundimos la fortaleza con rigidez de sentimientos, tener
una armadura la cual no permite entrar nueva información o sentimientos, no es
lo que se describe como fortaleza, lo que si contribuye a la fortaleza es
reconocer mis debilidades y convertirlas en fuerza que me ayuden a lograr un
objetivo deseado, en el caso del duelo estamos en búsqueda de la aceptación de
la perdida de algún ser querido, y reconocer nuestros apegos, podrían dar la
información necesaria para salir adelante.
Tener actos de fortaleza socialmente
hablando contribuye a la salud psicológica, tener estos actos en práctica
podría ser la herramienta básica para la trascendencia.
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