Emilia Ivonne Ramírez Morales
EL ACOSO SEXUAL EN TRANSPORTE PÚBLICO
Introducción
En este ensayo se hablara sobre el acoso sexual en el transporte público, su definición; tipos de acosos y como que se da este fenómeno y algunas características principales tanto de la acción, del agresor y del observador.
Cuando una persona hostiga, persigue o molesta a otra de manera insistente en contra de su voluntad se está hablando de un acoso.
Desarrollo
Este verbo refiere a una acción o una conducta que implica generar una inconformidad o disconformidad en el otro. Podemos encontrar varios tipos de acoso como por ejemplo serian:
• Acoso laboral: Conductas de violencia psicológica intensas dirigidas de forma reiterada y prolongada, desde una posición de poder (psicológico), con el propósito de crear un entorno hostil o humillante en el entorno laboral.
• Acoso sexual: cualquier comportamiento verbal o físico de naturaleza sexual que produzca el efecto de atentar contra la dignidad de una persona.
• Acoso escolar o bullying: consiste en cualquier tipo de maltrato o agresión psicológica, verbal o física llevada a cabo dentro del ámbito escolar, aunque no necesariamente dentro de las aulas. Es decir, para que sea considerado como bullying, debe existir una relación que implique que ambos menores comparten el espacio escolar.
• Acoso psicológico: consiste en conductas denigrantes o humillantes y que atentan contra la dignidad e integridad moral de la persona con la finalidad de desequilibrarla psicológicamente.
• Acoso físico o stalking: consiste en perseguir de manera constante e invasiva a la víctima con la finalidad de establecer un contacto contra la voluntad de esta.
• Acoso virtual o cibernético: En él, la persona o grupo acosador se sirve de medios de comunicación digitales o redes sociales para perpetrar una serie de ofensivas personales, propagación de información confidencial o falsos rumores.
• Acoso inmobiliario: son aquellas conductas llevadas a cabo por los propietarios de una vivienda o inmueble con la finalidad de que los inquilinos abandonen el domicilio o rescindan el contrato de alquiler en contra de su voluntad.
Con esto un poco más definido tenemos un contexto en donde podemos ubicar el acoso sexual en el transporte público.
El Acoso Sexual se definiría como un subtipo de violencia a varios niveles: verbal, no verbal, física, psicológica y conductual, que ejercería una persona sobre otra, cuando la receptora no desea estas implicaciones sexuales, en el entorno personal o profesional. El objetivo directo o indirecto del acosador sería posicionarse en una situación de superioridad, poder y control; atentar contra la dignidad de la víctima, intimidarla, humillarla y crear un ambiente inseguro, hostil u ofensivo.
El acoso suele producirse en diversas situaciones, tanto en la calle como en el trabajo, estudios, etc. Normalmente el acosador/a es alguien que goza de cierta superioridad física o jerárquica, por ejemplo un jefe en una empresa, un profesor, etc., que se aprovecha de su puesto para conseguir “favores sexuales” a cambio de recompensas que puede otorgar (un aumento de sueldo, una papel para una película, un aprobado o una subida de nota en un examen, etc.).
El acoso sexual en el transporte público se ha convertido en una modalidad de violencia que no distingue género ni edad y es una problemática que día a día va tomando mayor importancia, siendo un tema de debate en nuestra sociedad por la frecuencia en la que se da y las consecuencias que deja a sus víctimas que hasta cierto punto causa que en algunos casos que sea un tema tabú.
El acoso sexual es una forma de violencia que no respeta los derechos de las personas sobre todo el de las mujeres ya que son más susceptibles a sufrir de algún tipo de acoso.
Los niños y adolescentes quienes tienen que trasladarse a diario de su domicilio a su centro de estudios, exponiendo su integridad física ya que son más vulnerables a sufrir de abuso, tomando en cuenta que el agresor selecciona a sus víctimas para que estas no puedan reaccionar o acusarlas en su momento.
Existe el comportamiento propio de las personas en el que existe la necesidad de actuar de una manera determinada, por lo que al ver que alguien transgrede una regla y no hay consecuencias, esta conducta es imitada y la personalidad se pierde y es fácil actuar de forma violenta. Es entonces cuando se origina un retroceso hacia etapas iniciales del desarrollo humano, como la infancia, en la que no existe mucha claridad en cuanto a las obligaciones sociales.
De esta forma, se pierde la conciencia moral, debido a que en ocasiones estas conductas pasan desapercibidas o no tienen ninguna consecuencia, lo que deriva en un clima social de desventaja y así es como se origina un agresor.
También otra forma en cómo se origina con el estereotipo del “verdadero hombre” y se va proyectando desde la infancia que se presenta como una figura agresiva, implacable y segura de sí misma, que no expresa sus sentimientos y persigue el dominio del otro.
Por lo tanto esto se ve reflejado en sus acciones y actitudes frente a diversas situaciones ya sea como en su formación escolar que no deja ser llevada correctamente; o bien podría ser en su vida cotidiana tratando de mostrar ese estereotipo para que la persona que le enseño, que mayormente es su padre, le de signos que está orgulloso de esa acción, y así de esa forma continuar y subir de nivel de machismo.
Mientras tanto en toda la escena está el observador, que podría estar consiente o inconsciente de lo que está pasando y de lo único que puede juzgar es de su propia perspectiva que nunca será la misma. Normalmente el observador toma una actitud pasiva; solo ve lo que está pasando a su alrededor y no hace algo al respecto, el cual presencia el delito sin saber qué hacer o cómo intervenir y la mayoría de las veces termina ignorando la situación; siendo de alguna forma cómplice de la acción.
La capital mexicana es la ciudad que cuenta con el segundo sistema de transporte más peligroso para las mujeres, según los datos que el instituto demoscópico YouGov ofreció el pasado octubre, tras su análisis en las principales capitales mundiales.
“México ocupamos el primer lugar de América Latina en cuanto a violencia hacia las mujeres en el transporte público, donde 64 % ha sufrido agresión sexual”
Conclusión
Desde el punto de vista que tengo frente a la situación no podría decir en este momento una solución sólida al respecto; porque cada vez es más presente el acoso sexual en el transporte público, a los agresores se les hace más fácil atacar ya que nadie los retiene y pierden la moral que tenían previamente y a su vez pierden sensibilidad con la víctima no desarrollan una empatía. Por lo tanto se ha normalizado en nuestra vida porque pasa a diario estas situaciones y se está integrando a su cultura y para cambiar una cultura es bastante difícil.
Bibliografía
https://www.slideshare.net/lauragarcia721/acoso-sexual-en-transporte-publico
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