miércoles, 8 de noviembre de 2017

"Se nos subió el muerto...de la desinformación" Brenda Paola Barragán Regalado

Se nos subió el muerto…de la desinformación

Barragán Regalado Brenda Paola
Lunes, 6 de noviembre del 2017

Te encuentras profundamente dormido cuando en un instante abres los ojos, despiertas repentinamente y tratas de levantarte, todo transcurre normal hasta que te percatas de que no te puedes mover, tratas con todo tu empeño de hablar pero tus esfuerzos son en vano, no encuentras una explicación, no tienes el control de tu cuerpo y una serie de emociones, terror y estrés comienzan a abrumarte.

            No se trata de una película de terror, se trata de un trastorno del sueño o parasomnia llamado “parálisis del sueño”, mucho se ha especulado sobre él y más que nada en los últimos años, se han buscado soluciones de todo tipo, la hipótesis más popular y de la que vamos a hablar más adelante es la del tipo paranormal que tan arraigada se encuentra en una sociedad influenciada por el esoterismo y/o la pseudociencia.

            La intención comunicativa de este trabajo que si bien busca informar a las personas sobre este fenómeno del que tan poco se conoce tiene un propósito más ambicioso que es el de persuadir a los lectores sobre la realidad de este trastorno antes mencionado y tal vez sembrar la duda sobre si el esoterismo en verdad responde satisfactoriamente a nuestras dudas, o si estamos haciendo las cosas bien en el camino por desentrañar los misterios de la vida de la humanidad.

            Esta parasomnia que no es más que una anomalía en el ciclo del sueño y que tiene una explicación científica se ha presentado en personas de todos los grupos, colores y situaciones sin distinción alguna de edad o género inclusive, y está presente en la historia de la sociedad desde tiempos muy remotos, se da por muchas razones y es que hay factores determinantes, como el estrés, falta de sueño, fatiga, ansiedad, vínculos genéticos entre otras causas.

            Lo que resulta intrigante es la situación social que envuelve por completo un padecimiento clínico que tiene justificación en la medicina para ser transformado  en un fenómeno del tipo paranormal; al ser un padecimiento clínico que se ha venido dando desde mucho antes que la ciencia llegara a revolucionar los campos de la medicina es normal que se haya buscado una respuesta  a la altura de los conocimientos de la época. El problema ocurre cuando una vez teniendo conocimientos científicos sobre el tema se sigue dando validez a esas respuestas que ahora se sabe son incorrectas.

            El esoterismo es la cualidad de lo imperceptible y no se basa en la ciencia. En una entrevista publicada por la revista MUY interesante Paul Kurtz(1995) dijo que las personas recurren a la pseudociencia o a la esotérica para responder a sus preguntas porque ofrece respuestas más sencillas, pero también lo atribuye a los medios de comunicación que se encargaron de popularizarlas dándoles más importancia que a la ciencia misma. 

            Una afirmación que encuentra sustento en las millones de personas que buscan respuestas en las cartas, la adivinación, la hechicería, homeopatía, astrología y toda esa sarta de actividades que ofrecen respuestas alternativas a las que nos da la ciencia, porque resultan más “satisfactorias” en el sentido que gustan más a las personas.

            En esa misma entrevista, Paul Kurtz expresa que lo paranormal es un problema social y psicológico que solo existe en la cabeza del creyente. Y nos da como ejemplo la Astrología que en un tiempo fue muy popular y tenía un sinfín de seguidores, después con el descubrimiento de que la tierra no era el centro del universo esta quedó sin fundamento, años después volvió a alzarse sin evidencias ni fundamentos aún pero la gente la sigue y cree en ella.

Este tema cobra relevancia cuando hablemos sobre la expresión tan famosa “se me subió el muerto” una parte sumamente importante en nuestra investigación que será posteriormente comentada.



¿Qué es el sueño?
El cuerpo humano en su gran majestuosidad cuenta con un sistema de descanso en el que la persona duerme, entra en una fase de sueño cuyos beneficios van desde reponer energía, reforzar el sistema inmunológico, propiciar un óptimo funcionamiento de los mecanismos neuronales, un sistema cardiovascular fuerte y saludable, acelerar la digestión y un sinfín de reacciones positivas que nos ayudan a mejorar nuestra calidad de vida.
Al dormir el cuerpo pasa por cuatro etapas de sueño (a veces denominadas cinco) y cada etapa está caracterizada por una función específica:

Etapa 1.- El cuerpo se relaja, los movimientos oculares son lentos, los músculos se relajan y se despierta fácilmente (aún no se comienza a soñar).

Etapa 2.- Conocida como la etapa del sueño ligero se caracteriza por un cese de movimiento ocular, baja la temperatura corporal, menor frecuencia de ondas cerebrales y un ritmo cardiaco y respiratorio irregular.

Etapa 3.- La presión sanguínea cae, se restaura la energía, el sueño se hace más profundo y no hay movimiento ocular o actividad muscular.

Etapa REM o ROM.- Esta es la que más nos interesa; llamada así por sus siglas en inglés (Rapid Eye Movement) o ROM (movimiento ocular rápido), en esta fase la respiración es más rápida, irregular y superficial, los ojos se mueven rápidamente y los músculos a excepción de los ojos y el diafragma  se paralizan temporalmente.
Durante la noche la persona puede pasar por varios intervalos de cada una. Para despertar se vuelve a la fase uno, el fenómeno se da en la transición entre el sueño y la vigilia a veces cuando la persona está por despertar y se conoce como parálisis hipnopómpicas o momentos antes de quedarse dormido y se conoce como parálisis hipnagógicas ambas son del tipo alucinatorias visual, táctil o auditivas que son producto de encontrase en un estado de limbo entre el sueño y la vigilia.

Como fenómeno paranormal
Se tiene registro de este evento "sobrenatural" desde el 484 a.C. al 46 d.C. aproximadamente; con los relatos recogidos por Horacio, Herodoto y Plutarco que narran sobre los íncubos (demonios masculinos) y las súcubos (demonios femeninos) que atormentaban a los durmientes causándoles ahogamiento, y después en la edad media con la literatura judeocristiana “entes demoníacos” (…) como tentadores del alma del creyente y como adalides de la pérdida de perspectiva en la supuesta verdadera Fe en Cristo y sus enseñanzas”. Lampuzo(2008). Hablaban de demonios que sostenían relaciones sexuales con las victimas mientras dormían. Hoy en día se trata de entes malignos que vienen a molestar a la persona por motivos muchas veces desconocidos. Podemos analizar estos supuestos cambiar según el entorno social pero la constante siempre es un asunto paranormal.
           
            Se entiende bajo la teoría conjetural-positiva de Saint Simon que la primera etapa de cualquier cosa que nos dispongamos a analizar, conocer o crear sea de supuestos, de ideas no muy bien fundamentadas, ya que de eso se trata, en la etapa conjetural las hipótesis que se manejan son fantásticas repletas de mística, además de que carecen de observaciones. La etapa positiva se da cuando todos estos supuestos dejan de ser para convertirse en afirmaciones sustentadas en una base sólida, a este resultado se llega por medio del análisis detallado y las experiencias del fenómeno, es aquí donde comienza a llevarse a cabo la ciencia, entonces se puede aceptar que lo que en un momento inició siendo un acontecimiento suprarrenal o místico se haga a un lado para dar paso a la explicación científica de un fenómeno natural cuyos motivos de ser se conocen, en este caso es catalogado una parasomnia que se sustenta de datos reales, investigaciones, causas definidas que inclusive podría tener un tratamiento como modo de prevención.

            Es por ello que no es difícil deducir por qué las personas culturalmente lo asocian a un evento paranormal, las creencias de la gente ajena a los nuevos descubrimientos de la ciencia tienden a inclinarse hacia lo místico, aquello que no tiene una razón de ser, citando a Saint Simón “La religión es la ciencia de los pueblos sin ciencia”, esta frase se puede interpretar en la manera que a pocos conocimientos mayor credulidad y poco razonamiento.

            La ciencia en los últimos 400 años ha venido a encaminarnos hacia la evolución, como sociedad estamos en constante movimiento, buscando descubrir cosas nuevas, producir, inventar, llegar a las respuestas del todo, cuestionando e investigando; lo que hace 1000 años parecía una fantasía o ni siquiera se imaginaba hoy es una realidad, los pueblos en su afán por sobrevivir necesitan actualizarse, aprender cosas nuevas y evolucionar.
            ¿Cómo puede resultar congruente que en pleno 2017 prevalezcan aquellas ideas aberrantes y supersticiosas como decir que “si zumba el oído derecho, es que hablan bien de uno, y si es el izquierdo, significa que alguien nos está poniendo a parir. Para neutralizar esta posibilidad, es preciso morderse ligeramente la lengua y al instante se producirá la interrupción de ese alegato del maldiciente”.(Isabel P. Costa & Gregorio Roldán, 1997)?

            Así no nos sorprende ni por un segundo que se confunda un trastorno médico como lo es la parasomnia de la parálisis del sueño con un encuentro del más allá en donde un ente en muchas ocasiones malvado ataca a la persona paralizada porque les resulta completamente lógico al afirmar que vieron, escucharon y sintieron aquella aterradora presencia, la ciencia nos da una explicación lógica y fundamentada en las evidencias científicas que sostiene que no se trata más que de una serie de alucinaciones propias del estado en el que se encuentra la persona en el momento, y sin embargo la gente se mantiene firme en su predicamento, habrá quienes ignoren esta parasomnia convirtiéndose la respuesta paranormal en la única y valida; y también están aquellos que aun después de ser informados se proclaman incrédulos de los hallazgos de la ciencia optando por sostener su postura.
            Es aquí, donde se plantea la pregunta ¿cómo prevalecen estas creencias aun al pasar de las generaciones? La respuesta podría encontrarse en otro lado, no se trata de religión sino de convicción.
            Al ser cuestionado uno de los entrevistados para esta investigación nos dimos cuenta de que el sujeto carecía de información sobre el tema, desconocía que lo ocasiona y como se podría prevenir pero si lo había padecido en más de una ocasión, al preguntarle que explicación le había dado él nos respondió “mi papá me explicó que era el muerto”.(José Juan Salazar, 19 años)
Otra mujer dijo:
 “fue por un sueño, me levanté y sentía una presión y no me podía levantar, podía mover mis manos, mover la cabeza, hablar no. Si vi algo, vi como una sombra, como un espectro sobre mí. Se lo conté a mi mamá, ella me dijo que probablemente era ese término que se utilizaba donde se te subía el muerto”.(Jazmín Rodríguez, 21 años)
Tanto en estos como en muchos otros casos fueron los padres o figuras mayores de autoridad quienes daban esta información errónea, y así es como se sigue propagando.
            La solución es más complicada que salir a la calle repartiendo folletos donde se informe sobre la tan común y a la vez poco conocida parasomnia, tampoco bastaría con proporcionar más información sobre el tema en las escuelas.

            Se trata de llegar a la cultura popular a enriquecerla, cambiar las supersticiones por realidades, generar una cultura de reflexión y volver a despertar en las personas ese instinto por aprender cosas nuevas, conocer, indagar, entender y hacer preguntas cuestionando todo a nuestro alrededor, sonará a una utopía pero es posible, la respuesta está en los libros y en la educación de cada individuo. ¿Estamos listos para crecer como sociedad?, entonces estos falsos razonamientos se tienen que ir.
            Despertar y no tener el control de nuestro cuerpo no es un asunto del más allá, los “ataques” paranormales registrados en estas situaciones son únicamente alucinaciones propias del estado en que se encuentra el individuo. La parálisis del  sueño es una parasomnia común y hasta cierto punto se puede evitar.
            Lo recomendable es evitar las siestas durante el día, incrementar las horas de sueño por la noche, tratar de reducir la ansiedad entre muchos otros consejos. Y si se está experimentando conservar la calma, relajarse, cerrar los ojos y esperar a que pase, es una condición que dura unos pocos minutos.

Fuentes de información:
·         Lampuzo(2008)La mentira [Entrada de blog] recuperado de https://lampuzo.wordpress.com/2008/01/15/unos-retazos-de-mi/
·         GRADO CERO PRENSA (13 de agosto, 2017)SAINT-SIMON, LA CIENCIA DEL HOMBRE COMO CIENCIA POSITIVA Y LOS TIPOS DE SOCIEDAD [Entrada de blog]. recuperado de https://gradoceroprensa.wordpress.com/2017/08/13/saint-simon-la-ciencia-del-hombre-como-ciencia-positiva-y-los-tipos-de-sociedad/
Reader's Digest, (1990), ABC's of the Human Mind, Nueva York:Reader's Digest Association, Inc.
·         TUCK ADVANCING BETTER SLEEP.(20 febrero, 2017). Etapas del sueño. Recuperado de https://www.tuck.com/es/sstages/
·         Tezanos. (2015). Alucinaciones hipnagógicas: rarezas entre el  sueño. [Entrada de blog] Recuperado de http://antroporama.net/alucinaciones-hipnagogicas-rarezas-entre-el-sueno-y-la-vigilia/
·         Shives. (21 julio 2011). LA FASE REM: EL MOMENTO MÁS CERCANO A LA VIGILIA Y EN EL QUE MÁS SE SUEÑA. EXPANSION EN ALIANZA CON CNN. Recuperado de http://expansion.mx/salud/2011/07/21/por-que-los-seres-humanos-tenemos-sueno-rem?internal_source=PLAYLIST
·         OK diario. (23 septiembre, 2016). ¿Qué es la fase REM del sueño?. [Entrada de blog]. Recuperado de https://okdiario.com/curiosidades/2016/09/23/fase-rem-del-sueno-396474
·         Buscando Misterios. (15 julio 2011). La parálisis del sueño, experiencia natural o paranormal. [Entrada de blog]. Recuperado de http://buscandomisterio.blogspot.mx/2011/06/la-paralisis-del-sueno-experiencia.html

·          Borges J. (1980). Siete noches. Recuperado de http://biblio3.url.edu.gt/Libros/borges/Siete_noches.pdf

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