miércoles, 27 de noviembre de 2019


Expresión oral y escrita

Corona Avila Jessica Vanessa


HISTORIA CON ANÉCDOTA: “El águila y el gallinero”


Un campesino crio un aguilucho con sus gallinas, Lo trataba de la misma forma como lo hacía con las gallinas, de modo que él estaba convencido que era una de ellas.

Le daba la misma comida en el suelo, la misma agua en un bebedero y lo soltaba en el campo para complementar su alimentación, igual que si fuese una gallina. El águila creció y se comportó como si fuera una gallina.


Cierto día paso por su casa un ecologista que al ver al águila escarbando en el suelo, fue a hablar con el campesino.


Esto no es una gallina, ¡es un águila!


El campesino contesto: ahora ya no es más un águila por que se crio con las gallinas, aprendió a vivir con ellas y por lo tanto se cree gallina.


El ecologista dijo: - No, un águila es siempre un águila. Hagamos una prueba.

Se subió con el águila al techo de la casa del campesino y la tiro a volar, mientras le decía “¡vuela tu eres un águila!” Asume tu naturaleza.


Pero el águila no voló, batió torpemente sus alas como una gallina, y cayó al gallinero otra vez. Entonces, el campesino repitió: Le dije que ella era ahora como una más de mis gallinas.


Mañana veremos, dijo el ecologista.

Al otro día fueron a una montaña cerca con el águila. El ecologista levanto el ave y le dio: ¡Águila! ¡Mira el horizonte, mira el sol allá a lo lejos, los campos verdes allá abajo, mira, todas esas nubes pueden ser tuyas! ¡Despierta tu naturaleza y vuela como el águila que eres!.


El águila comenzó a ver todo esto y fue quedando maravillada con la belleza de las cosas que nunca había visto. Entonces sintió su sangre de águila correr por sus venas, sintió tensarse los músculos de sus alas y partió en un hermoso vuelo hacia el horizonte azul.


A muchos nos educan como águilas porque con una mentalidad de gallina nos controlan más fácil. Por eso nos creemos gallinas y vivimos con la cabeza agachada y muertos de miedo. Pero podemos volar tan alto como queramos y cuando queramos. Camina con tu cabeza erguida en la vida, respetando a los demás, pero sin miedos.


"A veces nos dicen que somos de una manera o que tenemos que serla, pero si nos comportamos así, al final nos vamos a creer lo que nos digan, depende de nosotros cambiar ese rumbo y tomar el mejor camino, alejándonos de aquellos que nos hacen creernos gallinas cuando en verdad somos un águila".

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