En la actualidad se vive rápidamente en
una sociedad cada vez más globalizada, esta globalización es tan constante y
creciente que está por todas partes, abriendo en este proceso una diversidad en
la realidad de cada sociedad. hablar entonces de la globalización que se ha
presentado en los últimos años en torno a la televisión y el consumo
televisivo, puede iniciarse frente a los nuevos mercados de consumo
audiovisual. La televisión convencional y la manera de verla ha cambiado desde
el año 2012, en este año comenzó una nueva forma de ver televisión, la entra de
Netflix en el mercado audiovisual generó cambios a una pequeña escala social,
en estados unidos la modalidad de plataforma audiovisual comenzó
en el año mencionado, con esta empresa emergió al mercado estadounidense como
una alternativa a los canales de televisión por pago, desde este año la forma
en el consumo de películas, series y novelas entre otra gran variedad de
contenidos disponibles, la principal atracción de esta plataforma es la alta
variedad de contenido a carta abierta, sin horarios fijos y comerciales de
productos es una opción para pasar el tiempo de ocio y poder ver el contenido
preferido de cada usuario en el momento deseado, ahora la plataforma de Netflix
ha incorporado el acceso a dicha plataforma desde cualquier dispositivo con
acceso a internet y además de ello es posible descargar contenido para verlo
sin conexión.
La entrada de Netflix en el mercado
creó una nueva forma de competencia en el ramo de la televisión, dirigido en
principio a un público joven que gusta de la utilización de las TIC’s y está en
contacto con la tecnología y utilización del internet dio paso a una brecha
televisiva donde la competencia por el rating es cada vez más rígida.
Es importante entonces hablar de la
modificación de los hábitos y el cambio en la socialización de los adolescentes
a partir del frecuente consumo de series y películas dirigidas específicamente
a este público, el comportamiento de los adolescentes se ve fácilmente
influenciado por estándares sociales mostrados repetidamente en las
representaciones audiovisuales con un gran número de consumidores.
Durante la década de los noventas
las películas de hollywood y las series dirigidas a los teens crearon un nuevo
mercado enfocado a captar la atención de adolescentes con temáticas cotidianas
y situaciones propias desde los doce años hasta las primeras experiencias de
trabajo, llamando la atención específica de un público amplio desde
adolescentes a jóvenes adultos. (Hervás, Isabel, 2019: 32).
Para poder llegar a la década ya
mencionada y al momento actual, se debe entonces comenzar desde el momento en
que comenzó a consumirse la televisión de manera habitual en México.
Ahora tomando como referencia la década
de 1950, década en la que la televisión y la telenovela entró en México, supuso
un cambio la rutina cotidiana, teniendo el televisor como otro objeto común en
los hogares, que tomó un papel central en ciertos horarios (Ramírez Laura,
2015) en 1950 se tuvo como resultado de la introducción del televisor en la
vida daría un cambio en la rutina de la familia y la socialización, las novelas
blandas de este tiempo romantizaban la vida.
La televisión ha jugado un papel,
importante no solo en la rutina diaria, designando horarios para el uso del
televisor, sino, también desde 1950 ha cambiado la socialización familiar
en torno a estos horarios, los hábitos personales y familiares se modificaron
siendo designados para el consumo televisivo (Ramírez Laura, 2015). El
resultado de estos cambios horarios recayó directamente en un cambio de
convivencia familiar, el ritual de comida en muchas ocasiones gira ahora alrededor
del horario de la telenovela o serie favorita de la familia o de algún miembro
de ella.
Tomando como punto de partida ese
momento de cambio en el entretenimiento puede seguirse el proceso de
globalización audiovisual que recae sobre en adolescentes de manera lineal
al consumir contenido audiovisual en una nueva modalidad como lo son las plataformas
virtuales en internet, el streaming ha causado una reacción contraria a
la forma en que se consume la televisión convencional, la valorización actual
del tiempo libre y la utilización de él ha hecho que los adolescentes prefieran
consumir productos audiovisuales en fuera de horarios designados, esto crea
una mayor aceptación por parte de los consumidores, por un lado la
necesidad de ver sus programas favoritos no les es un inconveniente en su
utilización del tiempo al momento de socializar, por otra parte, se han creado
nuevas tradiciones entre grupos de amigos para ver por streaming de Netflix
series o películas creando con esto nuevas formas de convivencia social
en los adolescentes que consumen productos audiovisuales por streaming.
Si bien
esta nueva forma de consumo ha causado
distintas formas de pasar el tiempo y hábitos sociales , de manera opuesta ha
creado una glocalización de hábitos importados desde otros países donde han
sido creadas series y películas (Paxman Andrew, 2004) de esta plataforma, en su
mayoría representadas muy al estilo social de estados unidos lo que ha
promovido el consumo, aceptación y repetición de conductas y estereotipos
extranjeros en el crecimiento y la formación personal de los
adolescentes, ha promovido el cambio en la forma de hablar, de vestir y el consumo
musical, la manera de vestir actual se
ha popularizado gracias al consumo de varias series de esta plataforma, además
de esto el consumo musical varía en torno al soundtrack de estas series,
comercializando de manera más atractiva la música en ingles que en español y
promoviendo el consumo del indie rock.
La creación de las series y películas
producidas por Netflix ha tenido un gran éxito entre el público de estas edades
quienes son en esta generación los mayores consumidores de streaming e
Internet, captar la atención de este sector es la forma en que estas
plataformas obtienen propaganda, las series producidas por dicha empresa desde
hace pocos años tocan temáticas controversiales y en ciertos puntos
desconocidas para los adolescentes uno de los puntos fundamentales para el
consumo de estas series por los adolescentes, Netflix ha creado series con
temáticas contundentes que han sido romantizadas para su consumo, el contenido
audiovisual explícito de violencia, bullying, sexo, embarazos prematuros, aborto,
violación y suicidio, son los temas más recurrentes en el discurso de las
series y películas, esto crea en los adolescentes una perspectiva distinta a la
aceptada para la sociedad actual, crea expectativas distintas del cotidiano
como es conocido, el frecuente consumo de contenidos audiovisuales en los que
se establecen condiciones sociales predeterminadas distintas a las de la
sociedad en las que viven, la utilización de recursos como la aceptación social
fungen como nexo entre la serie y los jóvenes apelando a hacerlos sentir
identificados. En algunas de estas series el personaje principal está asociado
a la baja autoestima y tendencias suicidas, las representaciones de estos
trastornos suelen venir acompañadas de aceptación y sobrevaloración de los adolescentes
al aceptar y reproducir estas tendencias psicopáticas, el caso de Boojack
Horseman, un personaje que representa conductas suicidas, adicciones,
depresión, ansiedad y baja autoestima; dicho personaje ha llegado a ser muy
famoso, ya que una gran cantidad de
público joven se ha sentido altamente identificado con él, no solo de una forma
en la que se den cuenta de los problemas psicológicos que pueden afectarles, el
problema mayor de el público joven al sentirse identificado con este personaje
radica en el orgullo del que se sienten participes los sujetos al sentirse
identificados con la personalidad de esta recreación, esta parte de la
población joven y adolescente, lejos de
asumir la responsabilidad propia de cuidar su integridad física y moral tienden
a afianzar estas conductas, reproducirlas más constantemente y de manera
consiente para resaltar su afinidad con el personaje principal de esta serie.
En el caso de Hanna Baker, un personaje
central en la trama de trece razones porque, esta chica de 17 años que
sufre de baja autoestima y bullying en la nueva escuela a la que asiste,
se crea la personificación de mártir, tocando problemáticas sociales hace
también sentirse identificada con jóvenes que pasan por situaciones similares a
las de Hanna, aprueba la conducta suicida, esta chica deja trece razones por
las que toma la decisión de suicidarse, en las que implica a las personas que
tienen correlación con la decisión que tomó, algunos jóvenes pueden sentirse
identificados con el sentimiento por el que atravesó Hanna, siendo este
personaje dirigido más específicamente a mujeres en edad adolescente fueron
abusadas sexualmente, el personaje de
Hanna, promueve las tendencias suicidas a través de las decisiones que ella
tomó en lugar de buscar ayuda, esta serie también normaliza el distanciamiento
familiar, ya que los personajes no tienen dialogo ni contacto con sus
padres o familiares, en todo momento se
les ve tratando de evitar el contacto ellos y con sus profesores. Así esta
serie puede promover el individualismo entre los adolescentes, falta de
denuncia ante violencia y el silencio en situaciones de depresión por las que
puedan pasar los adolescentes durante esta etapa.
Series muy consumidas por los
adolescentes en Netflix pueden comprometer de manera negativa la formación de
los jóvenes en esta etapa, moldeando estereotipos y promoviendo la repetición
de conductas no positivas en los adolescentes, la normalización de trastornos
psíquicos, consumo de sustancias psicoactivas y baja autoestima. El consumo
audiovisual en plataformas de streaming, en este caso Netflix es de carácter
recreativo, es recomendable tener un punto de vista crítico al consumir
cualquier producto audiovisual, además de recordar el ambiente que refleja la
serie o película del consumo que preferimos es distinta a la realidad social en
la que vivimos, por tanto, no refleja la realidad social o personal.
BIOGRAFÍA:
Hervás Isabel, 2019, El mensaje
audiovisual sobre el suicidio contenido en la serie de Netflix “Por trece
razones”: Estudio de caso en la Unidad Particular de América de Quito, Universidad
central del Ecuador, Quito.
Paxman Andrew, 2004, Híbridos,
glocalizados y hecho en México: influencias extranjeras en la programación
televisiva desde los cincuentas, Global Media Journal, Edición
iberoamericana, volumen, Número 2: 1-31.
Ramírez Laura, 2015, La hora de la tv:
Incursión de la televisión y la telenovela en la vida cotidiana de la ciudad de
México (1958 – 1966), Colegio de México, HMex, LXV: 1.
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