Ensayo Separación Iglesia y Estado democrático

Separación de la Iglesia y el Estado democrático 

En una sociedad libre, el gobierno no tiene el poder de inculcar o introducir ideologías religiosas, ya que no tiene las herramientas necesarias para mantenerlas. El estado, por su naturaleza política y pública, debe mantener su campo de acción fuera y lejos de los cultos u organizaciones religiosas, y es evidente que se tiene claro; La laicidad del Estado y la educación, la clasificación de las normas (específicamente las Jurídicas y Religiosas) y los artículos constitucionales implementados son una muestra del conocimiento y afrontamiento de esta relación, pero ¿Están estas organizaciones completamente separadas? ¿Los intereses de ambas instituciones están deslindados? ¿La Iglesia y el Estado se necesitan entre sí para funcionar? ¿Cómo ha evolucionado la separación? 

Si bien la religión ha sido el sentido y consuelo de un gran sector de los grupos sociales, a lo largo de la historia podemos observar el aprovechamiento y abuso de ésta: 

-La conquista: La conquista de la Nueva España se efectuó mayormente por la presencia de la imposición de un culto nuevo para los indígenas nativos; se destruyeron templos, escrituras, doctrinas e ideologías de las civilizaciones americanas, se inhabilitaron las creencias de toda deidad regente en las costumbres rituales, todo esto para echar a andar este nuevo impuesto: El catolicismo. 

Retrocediendo al fin principal de la conquista en América, que era la obtención de riquezas resumidas en metales preciosos, recursos naturales, territorio y capital humano, la religión perdió su finalidad de relacionar al ser humano con una divinidad y se convirtió en una maquinaria para la extracción de recursos y en un arma de exterminio a la identidad de los nativos. 

-La Santa Inquisición: Esta organización de instituciones católicas tiene un puesto alto en las barbaries de la historia. Se fundó en 1184 en Francia y se disolvió durante el siglo XIX, sin embargo, todavía hay extensiones de la misma que siguen funcionando actualmente. 

La Santa Inquisición (que evidentemente no hace honor a su concepto de “Santa”), fue un tribunal eclesiástico que se encargó de mantener a la población bajo un régimen totalmente católico, penando la herejía utilizando como métodos penitenciarios el aislamiento o encierro, las multas, la reclusión, la tortura y hasta la muerte, todo esto, debido al poco desarrollo de la época, ligado a prácticas y condiciones insalubres e inhumanas. 

El funcionamiento político dependía completamente de los recursos eclesiásticos, ya que la economía del pueblo era controlada por éstos a través del feudalismo, el obispado, el diezmo, la creación de arte y material cultural, etc. La Santa Inquisición es un sinónimo indiscutible de un régimen caótico de unión total entre Iglesia y Estado. 

-El holocausto nazi: Este capítulo de la historia dejó una huella tan profunda que no es necesaria una introducción para conocerlo. Adolf Hitler implementó un sistema de gobierno totalitario sustentado por el odio. Es cierto que el blanco de este sistema variaba entre orientación sexual, opinión política, raza e ideología, no estaba destinado exclusivamente a eliminar judíos, pero también es cierto que la mayor parte de los exterminados ganaron su terrible destino gracias a su religión. 

El régimen bajo el que se encontraba el Estado alemán se daba la libertad de prohibir el derecho al libre culto y se utilizó la religión judía como un objetivo a destruir para “mejorar la raza”. 

-Lucha feminista: A partir de las escrituras de la biblia católica y mayormente en la Edad media, se crearon leyes que entregaban a la mujer a un sistema patriarcal y de propiedad, en el que todo crimen cometido hacia ellas era realmente una falta a la propiedad de un hombre. El honor es lo que estaba en juego, para que un hombre tenga más honra, otro tiene que tener menos. 

Varios clérigos influyentes y teólogos cristianos imponían sus opiniones sobre la mujer: 

-Tertuliano (160-230): “Cada mujer es una Eva que continúa atrapando al hombre en el pecado de la carne”. 

-Juan Crisóstomo (345-407): “El rasgo esencial de la relación entre los sexos debía ser la sumisión y obediencia de la mujer respecto al varón”. 

-Jerónimo (340-420): “La menstruación constituye parte de la maldición divina por el pecado de Eva y no hay nada en el mundo más inmundo que una mujer con la regla”. 

-Agustín (354-430): “La mujer no ha sido creada a semejanza de Dios, solo el varón. La mujer es la culpable de la existencia del pecado”. 

Sobre todas estas ideas y afirmaciones y debido a la influencia de la Iglesia sobre el estado, la mujer se vio afectada y sometida a leyes de menosprecio y cosificación absoluta. 

Estos fueron algunos ejemplos de un régimen político influenciado, cada uno en su medida, por la iglesia. 

Actualmente el actuar del estado en la mayoría de los países del mundo está deslindado de los queveres de la iglesia, aunque permanece una influencia indirecta entre las dos instituciones; el Estado tiene un sistema económico autosustentable y ya no necesita del poder económico de la iglesia como en tiempos anteriores, las leyes son generadas bajo consenso en cámaras de diputados o senadores, existe un control mediático de los asuntos gubernamentales y ha incrementado el peso del Estado en el actuar del hombre. A pesar de esto, se siguen interponiendo los intereses de quienes tienen puestos de decisión; desde dentro en la creación y aprobación de leyes y desde fuera en el voto ciudadano. Tomando en cuenta que el cristianismo es la religión más practicada en el mundo, los intereses de la población se ven reflejados en las decisiones tomadas por el gobierno. Un ejemplo de esto es la no aprobación de leyes que confieren a temas rechazados por la organización cristiana, como lo son el matrimonio igualitario, la eutanasia, el aborto o las campañas anticonceptivas, y en misma medida, la población tiende a escoger partidos que no busquen implementarlos. 

Un intento del Estado para mantener estos asuntos fuera de él ha sido la clasificación de las normas: Sociales, morales, jurídicas y religiosas (Nos interesan las últimas 2). Aquí se deja claro el alcance de las acciones del hombre y sus sanciones. Las normas jurídicas son aquellas dictadas por la autoridad en caso, a cuyo incumplimiento corresponderá una sanción. Las normas religiosas son aquellas dictadas por una institución de culto y tienen como único fin la trascendencia y el alcance al mundo ultraterreno, son sancionadas, pero depende de cómo se dicte particularmente en la religión, es decir, no son sancionables dentro del mundo político penitenciario. 

Dentro de la creación de leyes también se han dado grandes pasos para lograr la separación: 

• Chile: 

-Ley de matrimonio civil: Implementada el 16 de enero de 1884. Eliminó la facultad de la Iglesia católica de consagrar y registrar legalmente los matrimonios. Por esta ley dichas funciones pasan al Estado. No se reconoce como legal el matrimonio religioso, sólo es válido aquel celebrado ante un oficial del registro civil.  

-Ley de los cementerios laicos: Implementada el 2 de agosto de 1883. Estableció la no discriminación por credo religioso en el entierro de las personas en los cementerios creados con fondos fiscales o municipales.  

-Ley de registro civil: Implementada en julio de 1884. Retira de la Iglesia la función que cumplía por medio de los registros parroquiales. 

• México 

-Art. 24: Implementado en 1860. Todo hombre es libre para profesar la creencia religiosa que más le agrade y para practicar las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley. 

-Art. 130: Implementado en 1926. Las iglesias y las agrupaciones religiosas tendrán personalidad jurídica como asociaciones religiosas una vez que obtengan su correspondiente registro ante la ley. 

• Estados unidos 

-First Amendment: El Congreso no promulgará ninguna ley que respete un establecimiento de religión o prohíba el libre ejercicio de la misma. 

En conclusión, la Iglesia y el Estado han tenido una estrecha relación durante toda la historia. Los ejemplos expuestos en la presente obra nos muestran que la relación de estas dos instituciones puede variar según la época y el espacio. También podemos observar que la religión ha sido una herramienta muy versátil para el control de las masas, ha perdido su finalidad de conectar al hombre con la divinidad y ha cambiado su sentido dependiendo del interés y el uso que se le aplique; Hitler la conceptualizó como un régimen totalitario de odio, los conquistadores la utilizaron como un arma de colonización, los hombres la aprovecharon para tener el poder sobre las mujeres y autodenominarse como una especie superior, los clérigos medievales la bautizaron como un alivio al aburrimiento y una forma de tortura. 

Está claro que el ser humano se ha dado cuenta de este problema y ha buscado erradicarlo a través de leyes y normas; la laicidad del estado, el derecho a libre culto, la separación de la Iglesia en documentación oficial del Estado, la obligación de registro de cualquier culto ante la ley, etc. 

A pesar de esto, el catolicismo sigue indirectamente conectado con el Estado a través de su gran imposición e influencia en la vida personal de un gran sector de la población mundial, viéndose reflejado en los intereses ideológicos de los miembros del gobierno en la implementación de leyes y la aceptación del pueblo a las mismas. 

La separación total sigue lejos, pero si recapitulamos en la historia podemos observar que ha evolucionado drásticamente y que estamos cada vez más cerca.