Expresión oral y escrita
Corona Avila Jessica Vanessa
HISTORIA CON ANÉCDOTA: “El águila y el gallinero”
Un
campesino crio un aguilucho con sus gallinas, Lo trataba de la misma forma como
lo hacía con las gallinas, de modo que él estaba convencido que era una de
ellas.
Le daba la misma comida en el suelo, la misma agua en un bebedero y lo
soltaba en el campo para complementar su alimentación, igual que si fuese una gallina.
El águila creció y se comportó como si fuera una gallina.
Cierto
día paso por su casa un ecologista que al ver al águila escarbando en el suelo,
fue a hablar con el campesino.
Esto
no es una gallina, ¡es un águila!
El
campesino contesto: ahora ya no es más un águila por que se crio con las
gallinas, aprendió a vivir con ellas y por lo tanto se cree gallina.
El
ecologista dijo: - No, un águila es siempre un águila. Hagamos una prueba.
Se
subió con el águila al techo de la casa del campesino y la tiro a volar,
mientras le decía “¡vuela tu eres un águila!” Asume tu naturaleza.
Pero
el águila no voló, batió torpemente sus alas como una gallina, y cayó al
gallinero otra vez. Entonces, el campesino repitió: Le dije que ella era ahora
como una más de mis gallinas.
Mañana
veremos, dijo el ecologista.
Al
otro día fueron a una montaña cerca con el águila. El ecologista levanto el ave
y le dio: ¡Águila! ¡Mira el horizonte, mira el sol allá a lo lejos, los campos
verdes allá abajo, mira, todas esas nubes pueden ser tuyas! ¡Despierta tu
naturaleza y vuela como el águila que eres!.
El
águila comenzó a ver todo esto y fue quedando maravillada con la belleza de las
cosas que nunca había visto. Entonces sintió su sangre de águila correr por sus
venas, sintió tensarse los músculos de sus alas y partió en un hermoso vuelo
hacia el horizonte azul.
A
muchos nos educan como águilas porque con una mentalidad de gallina nos
controlan más fácil. Por eso nos creemos gallinas y vivimos con la cabeza
agachada y muertos de miedo. Pero podemos volar tan alto como queramos y cuando
queramos. Camina con tu cabeza erguida en la vida, respetando a los demás, pero
sin miedos.
"A
veces nos dicen que somos de una manera o que tenemos que serla, pero si nos
comportamos así, al final nos vamos a creer lo que nos digan, depende de
nosotros cambiar ese rumbo y tomar el mejor camino, alejándonos de aquellos que
nos hacen creernos gallinas cuando en verdad somos un águila".
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