05/11/17
El arte contemporáneo como
denuncia y manifestación social contra la violencia
Erandi Mata
“Y
los cuerpos eran sólo carne amontonada, los años se volvieron tan sólo polvo.
La memoria de los que murieron, sólo una
vaga y esporádica nube en un cielo azul.
Lo único que parece durar son los cascos de algunas balas que todavía algunos
niños encuentran cuando juegan con la tierra”
Memorias
La
necesidad de manifestarse o guardar silencio, en una decisión vital para la
sobrevivencia en este país, el miedo a hablar, llorar, gritar nos ha llevado a
un país silenciado en donde no pasa nada, en donde los cadáveres se convierten
en polvo, donde la violencia ya es habitual, que cualquier acontecimiento que nos priven de nuestra libertad es algo
normal, la molestia de aceptar el daño físico nos causa un poco de
incertidumbre sobre nuestro futuro, nos da temor pensar en el destino.
El
mundo del arte ha revolucionado y con ello las manifestaciones artísticas, las
nuevas tendencias del arte son parte de una configuración de nuestras raíces retoman aspectos que nos
identifican como país ante todo el mundo.
¿Qué
podemos decir de México?
La
violencia en México, se presenta como una distante abstracción y sus agentes
directos son anónimos, a esto nos referimos que nadie sabe lo que ocurre, nadie
sabe de las víctimas, ni tampoco de los culpables, lo único que se sabe es que
hacen daño, que nos hieren, de alguna manera cegarnos sería la única forma de
sedar el corazón, intentar no escuchar,
que tal si apagamos la televisión, como si se tratara de un programa
prohibido para los niños, pero que al salir de nuestros hogares, esta repulsiva proyección está a flor de piel
y que un día nosotros podemos ser protagonistas de esas historias inconclusas.
En
México la violencia ha incrementado considerablemente en los últimos tres años,
y la más agresiva es derivada por el narcotráfico. Se convirtió en el segundo
lugar con el mayor número de asesinatos en el plantea, después de Siria. En el
2016, se registraron 23mil homicidios dolosos[1]
Los
expertos opinan que estos fenómenos delictivos crecieron gracias a la debilidad
institucional y de corrupción generalizada, pero también derivaron al mal
manejo gubernamental del presidente
Enrique Peña Nieto, a reformar el sistema de justicia mexicano.
Sin
embargo el año más violento en lo que va de registro es el 2017, aun más
violento que el 2011 cuando Felipe Calderón declaro la “guerra contra el narco
trafico” que impuso al iniciar su mandato.
Cuando
la violencia entra en nuestro panorama,
se empieza a construir una especie de artefacto y este objeto se complementa
con las personas de bajos recursos,
que se convierten en las personas más vulnerables, en un álbum de estampillas sin rostros, donde
estas personas no tienen elección de ser las víctimas o victimarios.[2]
Cuando
la violencia se dirige contra la sociedad misma, crea la
desintegración de la paz, esta causa la dispensación interna por la desesperación,
nos separamos porque solamente queremos
sobrevivir, es inaudito pensar en tachar los días que llegamos vivos a casa,
marcarlo como un buen día, simplemente por haber sobrevivido.
La
violencia marca el orden existente y se convierte en un sistema muy
significativo en un lenguaje codificado pero explicito a la vista, el cual nos
infiere que algunas de las autoridades están inmiscuidas en el proceso de inseguridad,
como victimas nos duele considerar el estado del país, nos duelen las personas
y la impunidad.
Las
personas que experimentan la violencia, tienen que aprender a buscar estrategias que permitan llevar a cabo
ciertas mediadas de precaución, dejando de un lado parte de su libertad, con el
fin de continuar viviendo, entre estas prácticas están; el uso de ciertas
prendas, la restricción de horario, y el
manejo de algunas actitudes.
Este
diagnostico de acontecimientos futuros pueden ser predecibles, pensar en una
zona como cuidad Juárez, en la cual las personas desaparecían después de las
nueve de la noche, al paso del tiempo en esa misma región se percibió que la
mayoría de esas personas eran mujeres, y
desde hace unos meses la cifra aumento y con ello la desaparición de
niños.
Esto
infiere directamente en el tráfico de personas, la delincuencia toma aspectos
tan sutiles, en los cuales las personas físicas pierden valor y se convierten en producto consumible.
Esta
plaga no solo se ha registrado en Chihuahua, sino en diferentes partes de la
república mexicana, un negocio rentable y de expansión colectiva, el futuro
queda en suspenso, contra el trasfondo de un doloroso pasado y de un presente
aun hiriente, un futuro desconocido.
El
asesinato y la masacre no solo es la suspensión definitiva de un proceso
natural de deterioro corporal, sino que es una masificación que cada día se
vuelve más grande, conduce a un solo
grito de desesperación social, en el cual la salida es más lejana cada día.
El
sentimiento creciente de inseguridad, incertidumbre viene expandiéndose en
todas las regiones y esto ha generado un estado factible para justificar todo
tipo de exceso “Vienen drogados por eso lo hacen”.
El
empoderamiento del narcotráfico y sus
redes delictivas, son evidencias cotidianas de un progreso sin salida, el desvanecimiento de las instituciones, y el rostro borrado de
cada una de las víctimas.
En
la muerte violenta, la victima tiene
reprimidos sus sentimientos y en su cuerpo el recuerdo de lo que quiso
ser, tienden a convertirse en cicatrices
sobre las experiencias vividas, entre los familiares esta en sus manos
aceptarlas abiertamente o negarlas completamente.
Pensar
en las victimas es solo pensar en números, en estadísticas, el cuerpo muerto se
convierte es una manifestación de una identidad despojada de sí misma, su
deterioro, son gritos, gemidos, de la evidencia y del dolor humano ante la
impunidad.
Este
terror se llega a percibir con una gran fuerza que nadie puede contener, pero es un miedo sordo hacia
las ideas y las ganas de estar vivo.
Así
las diferentes interpretaciones culturales que hacen de ellos una denuncia, más
profunda, antes que nada social, formando parte de la vida real cotidiana y
estrechamente ligada a la vida material.
Así
obras de arte exceden los límites empíricos,
y se restringen solo a sus expresiones materiales, a los símbolos
externos, estas manifestaciones son más significativas y básicas de una cultura
de resistencia.
Las
expresiones de estas piezas, nos hablan de un dominio público que generalmente
son abundantes, ya que su fuerza, reside en dar un fuerte sentido a las
expresiones y gritarle al mundo lo que
nos pasa.
No
importan las formas estéticas lo que importan son las actividades compartidas
de la vida social.
El
arte como denuncia y manifestación, es un hibrido para saciar la sed de
justicia que tenemos como mexicanos, decirle al mundo lo que nos pasa por medio
de imágenes, interpretaciones, salir de este tormento para liberarnos de esta
situación.
Tal
es caso de Teresa Margolles, en la edición 53 de la Bienal de Arte en Venecia,
llega con un proyecto titulado “¿De qué otra cosa podríamos hablar?[3]”
Al
colocar esta propuesta sobre la mesa, Margolles, crea un tema muy doloroso que
aqueja a México, ella habla de la
despiadada guerra contra el crimen
organizado. Exhibe la violencia como un grito desesperado y alza la voz
diciendo las siguientes palabras.[4]
“Nuestro
país esta bañado en sangre y todos
estamos siendo salpicados”
(Margolles, 2009)
Elementos
que conforman la pieza de Teresa
Margolles; telas pintadas con la sangre de las victimas de ejecuciones
relacionadas con el narcotráfico. Una de las obras que presenta es
“Narco-bordado” utiliza camisas manchadas de sangre, con hilo de oro comienza a tejer las palabras “Hasta que caigan tus hijos”,
“Así mueren las ratas”, parte de los mensajes que se utilizan en las
ejecuciones.
La muestra culmina con un performance que se llama “Limpieza” este consiste en trapear el piso de cada sala, con agua
mezclada de la sangre de estas víctimas.[5]
Otra
artista represente social que está presente en nuestro país es, Lorena Wolffer,
ella maneja sus obra desde una perspectiva feminista, y de una concepción del
arte como instrumento de transformación social.[6]
Una
de la obra que Lorena maneja es la obra
“mientras dormíamos”, esta obra trata de
todas las mujeres que fueron víctimas en el feminicidio contra las
muertas de Juárez, es una serie de documentos y fotografías, en la cual Lorena
nos muestra cada una de las historias.
Lorena,
utiliza el cuerpo como objeto, en ella marca un mapa para narrar la violencia,
a partir de reportes policiacos; utilizando planos quirúrgicos de cada uno de
los golpes, balazos, cortadas, que han sufrido las mujeres en los últimos años.
La
pieza más representativa de Lorena Wolffer, es la de “Evidencias “es un proyecto
interactivo, en el cual la artista
coloca diferentes artefactos ejercidos en diferentes escenas de violencia, estos acompañados de un testimonio.[7]
[1] Segundo lugar después de Siria, afirmó el instituto internacional
de Estudios estratégicos (IISS, por sus
siglas en Inglés)
[2] Victimario: Aquella persona que, por accionar convierte a la otra en víctima.
[3] Teresa Margolles (Culiacán, Sinaloa. 1963) artista visual.
Bienal, muestra de arte que se realiza
cada dos años.
[4] Margolles, ha centrado su investigación teórica y práctica en la indagación sobre la muerte relacionada
con conflictos sociales.
[5] Margolles es parte de un colectivo llamado SEMEFO.
[6] Lorena Wolffer (Ciudad de México, 1972) activista del performance
[7] Evidencias es una colaboración, junto a donadoras anónimas.
Bibliografía:
Magaña, R.. (2008). Espacio público y
sociabilidad. Guadalajara, Jalisco: CUCSH-UDG.
Salazar Chinas, C. Coronado Preciado,J.
(2017). Reflexiones sobre Ayotzinapa. Guadalajara, Jalisco: CUCSH.
MATHIEU TOURLIERE . (2017). México alcanzó
los niveles de violencia de un país en guerra abierta: IISS. 09/05/17, de
Proceso Sitio web: http://www.proceso.com.mx/485739/mexico-alcanzo-los-niveles-violencia-pais-en-guerra-abierta-iiss
Cultura Colectiva. (2017). Teresa
Margolles, la artista que hace arte con cadáveres. 15/07/2017, de El Debate
Sitio web: https://www.debate.com.mx/trending/Teresa-Margolles-la-artista-que-hace-arte-con-cadaveres-20170715-0206.html
Revista. (10/01/2013). El arte del
performance de Lorena Wolffer. 10/01/2013, de Proyectos Sitio web: https://sobrelorenawolffer.wordpress.com/2013/01/19/198/
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