El CUCSH-U. de G.: ¿una tarea fácil?
Luis Rodolfo Morán Quiroz, Departamento de sociología, noviembre de
2012
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Pero amigo, ¿por qué tenías que
elegir como a tu primera novia a una muchacha tan fea?
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Tiene sus ventajas: así les será muy
fácil, a todas las que sigan, ser más bonitas que ésta. Lo difícil será
encontrar una más fea.
El rector
saliente del CUCSH-U. de G. se empeñó, a lo largo del tiempo en que ocupó el
cargo, en demostrar que los tres mejores rectores de ese centro universitario
fueron los tres que lo antecedieron. El periodo 2010-2013 podría registrarse,
si acaso existe algún cronista del transcurrir udegeísta, no sólo como el más difícil institucionalmente para el
trabajo de las ciencias sociales, sino como el periodo en que, además de
limitar los apoyos a docentes e investigadores de ese centro, quien debía
apoyarlos en sus funciones sustantivas se abocó a obstaculizar sus actividades,
clausurar centros de trabajo y hostigar
a quien no alabara las omisiones y comisiones de quien ocupara el cargo de rector
del CUCSH. Para alguien que recibe un sueldo de poco más de $60,000 pesos
mensuales, se esperaría que fuera un poco más eficiente y estuviera más abierto
a colaborar con el resto de los trabajadores de su área.
Para quien le
suceda en el cargo, será relativamente “fácil” cumplir con las decenas de
asuntos pendientes que el Maestro Pablo Arredondo Ramírez ha postergado con la
aparente esperanza de que, al no resolver esos problemas, estos acaben por
desaparecer. La lista de asuntos pendientes se alarga día a día pues las
acciones y omisiones de ese funcionario parecen ajustarse, para todo efecto práctico, a la teoría que propuso Trino Padilla hace una década, en el sentido de
que “cualquiera puede ser rector” (hay quien añade el matiz: “siempre y cuando
cuente con la bendición de …” – aquí el nombre de conocido ex – rector de esta
casa de estudios que resulta ser hermano de quien propuso esa máxima teórica).
Parecería, por lo sucedido en tiempos recientes, que ese “cualquiera” implica
que no es necesario saber leer ni escribir, ni gestionar, ni administrar, ni
apoyar las actividades académicas sustantivas, ni siquiera tomar un curso para
conocer la historia, la estructura y los mecanismos de operación de la
Universidad de Guadalajara para llegar a ser alto funcionario de ésta.
Cada periodo que
comienza en esta casa de estudios hay quienes tenemos la esperanza de que las
cosas sean “menos peores” que antes. Todo indica que en el 2013 al fin se nos
cumplirá nuestro deseo de “desempeorar” en el CUCSH, pues la tan difícil tarea
de hacer lucir el trabajo académico en ese centro universitario se hará un poco
más “fácil” después de que durante casi tres años se ha hecho lo posible por
obstaculizarla y por evitar el diálogo con quienes se han visto afectados por
“proyectos” nunca escritos, comunicados, ni dialogados con los afectados.
En los pasillos
del CUCSH se ha vertido la especie de que “mejor no hay que criticar/ proponer/
solicitar / exponer porque al departamento al que están adscritos académicos, administrativos
o estudiantes podría TAMBIÉN desaparecer como sucedió al Departamento de
Estudios de la Cultura Regional (DECR)”. La desaparición del DECR, sucesor del
Instituto de Estudios Sociales se dio sin que mediara un diagnóstico del CUCSH,
ni de las necesidades ni recursos vigentes, urgentes o dispensables. Los
argumentos vertidos en el dictamen de desaparición son falaces y
descontextualizados. Lo que logró la desaparición del DECR fue establecer un
antecedente: al que intente dialogar y al que solicite que las autoridades del
CUCSH le entreguen por escrito el plan de “reestructuración del Centro
Universitario” se le dará la opción de cambiarse pronto a otro departamento o
de que se le levante un acta de desacato (según testimonios de algunos de los
que fueron “invitados” a solicitar su cambio). Lo que resultó, además, fue que
cientos de autores de la revista que estaba adscrita a ese departamento (la
revista Estudios sociales, fundada en
los años ochenta, antes que ninguna otra del actual CUCSH) sigan preguntando
cuándo saldrá el material que enviaron para publicación, mientras que varias
decenas hayan optado por publicar, en
masse, en revistas de otras instituciones, o por producir sus propios
libros con el material dictaminado favorablemente, o por proponer sus
materiales en otras instituciones. Ahora que está próximo el cambio de
autoridades en el CUCSH, muchos universitarios estamos concientes de que la
gran ventaja es que, como dice Serrat, bienaventurados los que están en el
fondo del pozo, pues de aquí en adelante todo irá mejorando.
¿Qué hacer en
las semanas que quedan a un equipo que no sólo fue ineficiente sino que se
empeñó en desprestigiar a la Universidad de Guadalajara (y no sólo al CUCSH)
por su hermetismo, su negativa a hacer explícitos su planes y a rendir cuentas
ante los propios universitarios, los académicos de otras instituciones y ante
la sociedad? Lo más sensato, según mi muy modesto parecer, sería conocer cuáles
son los rumbos que proponen los universitarios, las necesidades de conocimiento
y de formación en las disciplinas de ciencias sociales y realizar un
diagnóstico y un pronóstico de lo que pasaría según las diferentes soluciones
propuestas en distintos plazos para el CUCSH. Quizá, a partir de una planeación
sensata, seamos capaces de dejar en un remoto pasado aquellas épocas en que se improvisaban
funcionarios en altos puestos de la más importante universidad local, pues si
las tareas son difíciles y además se abordan sin capacidad ni preparación los
resultados pueden dejar mucho qué desear. Pero si a ello se aúna la falta de
voluntad de dialogar y de trabajar en equipo además de una incapacidad para el
puesto, los resultados, se ha visto, son desastrosos. Propongo entonces, desde
mi modesta perspectiva, una especie de breve “A-B-C” del CUCSH-U. de G. en
2013. Quizá algunas de estas ideas sirvan para que el nuevo rector del CUCSH
desencadene un diálogo al que jamás se mostró dispuesto el equipo saliente.
La A a la Z del CUCSH U. de G. en 2013
Academia.-
Quienes consideramos que la universidad pública debe cumplir las funciones
sustantivas del trabajo académico, estaremos gustosos si los esfuerzos, los
dineros y los espacios del CUCSH se dedican, a partir de mayo del 2013, a la
docencia, la investigación, la difusión y la vinculación. En vez de que los
recursos con que cuenta este centro universitario se gasten en algo que no se
nos ha informado qué es y además se nos niegue no sólo el uso de espacios, sino
también la información respecto a porqué no se publican los libros y revistas,
ni se puede acceder en tiempo y forma a otros recursos de la universidad.
Bicicletas.- Son
muy pocos los espacios en el viejo CUCSH (sito en avenida de los maestros, Guanajuato, Mariano Bárcenas y Alcalde) y
menos aun los del nuevo CUCSH (en Los Belenes, junto al CUCEA) dedicados a la
circulación y estacionamiento de bicicletas. Y son todavía menos los apoyos
para que los universitarios utilicemos estos medios de transporte hacia ambos
campi de ciencias sociales). En el viejo CUCSH es difícil llegar en bicicleta;
en el nuevo CUCSH es casi mortal acceder a ese nuevo espacio.
Comunicación,
consulta.- En el pasado se ha sabido de casos en que se ha obstruido la
comunicación, en vez de promover y permitir que ésta fluya. Una de las ventajas
de que las autoridades estén abiertas a recibir información y solicitudes es
que también se puede consultar a trabajadores y estudiantes para conocer mejor
cuáles son sus necesidades y recursos.
Diálogo.- Ésta
es una palabra desconocida para algunos funcionarios universitarios. Algunos
que han tenido la oportunidad de escuchar este vocablo lo han confundido con el
término “monólogo” y se han olvidado de que es posible que a quienes se les
obliga a escuchar también se les puede pedir que externen sus ideas y propuestas.
Fácil para quien está dispuesto a él, imposible para quien no quiere oír más
que su propia voz.
Estacionamientos.-
En el viejo CUCSH existen muy pocos espacios de estacionamiento dentro del
campus, pues los que asistimos a él aprovechamos las calles adyacentes para
estacionar nuestros vehículos. En el nuevo CUCSH, existen al menos 300 espacios
marcados para estacionamiento de vehículos de motor. Pero el acceso para
quienes utilizan otros medios de transporte es peligroso para la integridad
física y la vida de quien se atreva a utilizar esos medios que se ha dado en
llamar “alternativos”. Las frecuentes quejas de falta de dinero en el CUCSH
podrían solucionarse, al menos en una buena parte, si se cobra el
estacionamiento a quienes llegan en vehículos particulares, reduciendo el
número de vehículos de quienes podrían llegar a pie o en bicicleta y
gestionando que los recursos que se cobren por estacionar vehículos
particulares en propiedad pública se inviertan en esas calles adyacentes y en
los propios campi, en vez de que los vehículos de motor sean el medio de
transporte preferido.
Formación.- Más
que verter información, las ciencias sociales suelen distinguirse por su
capacidad de crítica. Las carreras y los centros del CUCSH suelen estar imbuidos
de cierta rapidez para la crítica y el CUCSH debe ser capaz de promover y de
aprovechar estas tendencias críticas para la formación de nuevos profesionistas
(y para el ejercicio de quienes ya están activos).
Gracias a todos los dioses, mayo del
2013 ya está muy cerca.
Heterogeneidad.-
Afortunadamente, el CUCSH ha sido un espacio en el que se han generado acciones
que demuestran y analizan la heterogeneidad de nuestras sociedades.
Desafortunadamente, las autoridades del centro universitario no han estado
igualmente dispuestas a consultar, a dialogar, a escuchar y a apoyar todas las
tendencias que se dan dentro y fuera del CUCSH. En buena parte, la
heterogeneidad implica también la apertura a la argumentación en pie de
igualdad entre quienes participan en un diálogo (Habermas dixit).
Internacionalización.-
En el CUCSH recibimos varias decenas de estudiantes cada semestre, provenientes
de otros estados de la república y también de otros países. Desafortunadamente,
son pocos los esfuerzos dirigidos explícitamente a que nuestros estudiantes
sean recibidos en otras instituciones durante algunos de sus cursos, algunos
periodos o como estudiantes de posgrado en otras especialidades de las ciencias
sociales. Un equipo de trabajo en la nueva rectoría del CUCSH conciente de los recursos
intelectuales que ofrece la movilidad y la internacionalización de nuestros
estudiantes será capaz de promover una formación más atenta a las discusiones y
a los debates en otras disciplinas de otras partes del mundo y estará conciente
de la necesidad de que nuestra universidad participe en esos diálogos.
Jefes de
unidades (departamentos, divisiones).- Espinoso asunto para el CUCSH pero
también para el resto de los centros universitarios. En varios casos, hay
quienes cobran un sueldo como jefes de departamento o directores de división y
sus rectores no recurren a ellos como parte de sus equipos de trabajo por estar
cercanos a los trabajadores académicos y administrativos y a los estudiantes.
Se sabe de casos de quienes temían perder esos puestos si cumplían con las
tareas que marca la normatividad. En el CUCSH y en toda la U. de G. se han
realizado propuestas de “adelgazamiento” en la cantidad de funcionarios y en la
cantidad de pesos que reciben esos funcionarios para dedicarlos a las tareas
sustantivas. El debate continúa y parece que a quienes menos les atrae
continuarlo es a los funcionarios sobrantes que reciben dineros excesivos.
Kilómetros.- Ni
el viejo ni el nuevo CUCSH se encuentran exageradamente lejos de los centros de
Guadalajara y Zapopan. Sin embargo, la cantidad de kilómetros que recorremos
los trabajadores y estudiantes en vehículos de motor se agrava por la cantidad
de rodeos que hay que dar para acceder a esos campi, para estacionar y para
acceder al transporte público y a espacios para peatones y ciclistas. No se han
generado (aunque algunos vienen en camino en coordinación con el CUCEA, vecino
del nuevo CUCSH) acuerdos con los ayuntamientos y con las autoridades estatales
para reducir el número de kilómetros recorridos en vehículos de motor y mejorar
los accesos peatonales y ciclistas a ambos campi del CUCSH.
Logística.- Este
término está relacionado tanto con el uso de los espacios para las clases, como
para el aprovechamiento de auditorios y recursos como las bibliotecas. Aun cuando
haya algunos funcionarios que “saben cómo” todavía la comunidad universitaria
no tiene un acceso rápido y eficaz a espacios como las bibliotecas Manuel
Rodríguez Lapuente y Juan José Arreola. Tampoco se han aclarado muchos de los
mecanismos para el uso de otros recursos como auditorios, computadoras, equipos
de audio y de apoyo visual. En algunos edificios de ambos campi se dificulta
también la llegada de sillas de ruedas y el acceso a medios para el
aprendizaje.
Mecanismos de
decisión.- El rector general, Marco Antonio Cortés Guardado, insistió en alguna
ocasión en que esta universidad existen muchos mecanismos de decisión
(principalmente colegiada) y, según declara él, es un problema que sigamos
creyendo que en la U. de G. tenemos un
sistema caciquil. Parte de las dificultades, desde muy modesto punto de vista,
es también que no contamos con la información adecuada para participar en las
decisiones y para aportar nuestros insumos y críticas, sino hasta que se han
tomado las decisiones, y no cuando se plantea la necesidad de resolver
determinados asuntos.
Necesidades.-
Por el momento, no contamos con información acerca de qué necesidades de
infraestructura y equipamiento tienen las distintas dependencias del CUCSH.
Tampoco sabemos con exactitud qué necesidades tienen los estudiantes para
responder en un mercado laboral y en unas disciplinas en constante reflujo.
¿Podrá el nuevo equipo de trabajo establecer las condiciones para recoger,
orientar y responder a estas necesidades en el corto, mediano y largo plazos?
Oportunidades.-
¿Habrá manera, a partir de mayo del 2013 en el CUCSH, de que los trabajadores
administrativos y académicos y los estudiantes tengamos oportunidad de
enterarnos de los proyectos, de participar en ellos y de aportar insumos y
pareceres?
Publicaciones, política
editorial, planeación.- Uno de los puntos álgidos de la administración
saliente. Incluso es un problema que el CUCSH viene arrastrando desde periodos
anteriores: sabemos que uno de los cuellos de botella de la divulgación científica
es el de las publicaciones y el rector saliente del CUCSH se encargó de
dificultar aun más la aparición de nuevas publicaciones y de hostigar a algunos
de los equipos de trabajo en esa área. El caso de la revista Estudios Sociales es uno de los más notables
de este periodo. El nuevo equipo de trabajo no sólo deberá asegurar que se
logren acuerdos en materia de política editorial en el CUCSH, sino también en
la U. de G., además de asegurar la continuidad en la divulgación de los
resultados de la investigación. Para establecer una política editorial, planes
de trabajo, coordinación entre distintas instancias y asegurar la aparición con
la debida periodicidad de revistas y boletines, se requiere de un equipo que
entienda de planeación y sea capaz de hacer explícitos sus diagnósticos, planes
y programas.
Quejas.- Las
múltiples de quejas de falta de financiamiento en el CUCSH y en la U. de G. han
derivado en que los funcionarios realicen viajes para pedir fondos federales,
sin considerar lo que, desde los tiempos del rector Raúl Padilla, se llamaron
“fuentes alternativas de financiamiento” (ya se vio que los sorteos de los años
noventa fueron un fracaso rotundo). Pero hay maneras de responder a las quejas
desde el ámbito local y el institucional: quejas de ruidos, de contaminación,
de falta de iluminación, de inseguridad, de falta de recursos, se pueden
solucionar, en buena parte, desde la gestión “en corto”. Cobrar por el
estacionamiento de vehículos particulares, desalentar el uso de vehículos de
motor, promover y facilitar el acceso a los campi a pie, en bicicleta y en
transporte público, optimizar el uso de los espacios verdes y de bibliotecas,
entre otros.
Revistas,
rendición de cuentas.- Las revistas en el CUCSH responden a distintas políticas
editoriales (exclusivas de cada revista) y no hay acuerdos para establecer una
política editorial de todo el CUCSH, ni para la asignación de recursos. Ello
afecta la periodicidad de las publicaciones, además de las dificultades
inherentes a las publicaciones de divulgación de la investigación en ciencias
sociales. En el periodo que termina, a pesar de que existían cinco números ya
preparados de la revista Estudios
Sociales (y probablemente de otras varias revistas), la secretaría
académica y el rector se empeñaron en obstaculizar la producción de esa revista
(y algunos otros libros de otros equipos académicos). A partir de mayo de 2013,
el establecimiento de una política y de periodicidades claras para cada
publicación ayudará a evitar caprichos de parte de los funcionarios, para que
la publicación no dependa de los grados de amistad o enemistad con los autores
y colaboradores de las publicaciones.
Salones, salud.-
Las aulas se encuentran entre los espacios con más atraso en cuanto a
equipamiento en el viejo CUCSH. No sólo están mal diseñados los salones, sino
que la deforestación del campus los ha hecho más calientes en el verano que en
épocas anteriores, la orientación impide trabajar en algunos de ellos por sus
temperaturas extremas, hay escasa protección frente a los ruidos de las calles
(niveles de ruido que se complican por el mal transporte público y por los
espacios públicos que se desaprovechan en estacionamientos gratuitos y en los
que no hay árboles suficientes). Los laboratorios de cómputo tienen equipos obsoletos
o inadecuados y las áreas para la convivencia son incómodas y poco adecuadas
para el estudio o para la discusión grupal.
Transporte.-
Parecería que las autoridades de nuestra universidad asumen que todo mundo está
en condiciones de llegar a los dos campi del CUCSH de manera rápida, puntual y
segura. Pero la situación se define por todo lo contrario. Además de la
oscuridad y la inseguridad en ambos campi, es difícil transportarse hacia ellos
en transporte público y ello ha obligado a que se privilegie el automóvil
particular e incluso a que se genere (o al menos a que se fortalezca) la
aspiración en el sentido de que cada jalisciense sea propietario de “un
carrito” para llegar a la escuela y regresar a su casa. ¿Podrán las nuevas
autoridades del CUCSH plantear, fortalecer, enriquecer la discusión en torno a
las posibles soluciones de movilidad en la ZMG y en Jalisco?
Unidades de
trabajo.- ¿Cuántos y cuáles espacios de trabajo se requieren todavía en las
ciencias sociales locales? ¿Cuántas horas de trabajo se desperdician y cuántas
se aprovechan en los espacios dependientes del CUCSH, tanto dentro como fuera
de los campi? ¿Podrán las nuevas autoridades generar consensos y ofrecer
mejores espacios y mejores condiciones de trabajo y estudio para que las unidades-tiempo
de trabajo de aprovechen mejor? ¿Podrán generar mejores unidades-espacio para
el trabajo en equipo? ¿Podrán fortalecer a las unidades-capital humano para
generar sinergias entre académicos, administrativos y estudiantes?
Vigilancia.- Durante
muchos años, las autoridades de la universidad de Guadalajara se han opuesto a
ser “vigiladas” con auditorías. Quienes proponen que se rindan cuentan esgrimen
el argumento de que es una universidad pública con recursos públicos: quienes
se oponen a rendir cuentas esgrimen el argumento de que la universidad es
autónoma y que no tiene que rendir cuentas a las autoridades estatales. Y ello
ha generado que tampoco dentro de la Universidad se sepa en qué se gasta (y en
qué no se gasta) el dinero. ¿Podrán las nuevas autoridades del CUCSH establecer
mecanismos adecuados para la toma de decisiones, para la vigilancia y para la
rendición de cuentas?
Zapatos.- Tanto
los trabajadores como los estudiantes deberíamos ser capaces de invertir más en
zapatos y menos en gasolina. Desalentar el uso de vehículos de motor
particulares y generar más oportunidades para el desplazamiento de peatones
estaría asociado con una mejor iluminación en los alrededores y en el interior
de los dos campi del CUCSH. También con la promoción y estudio de los sistemas
de transporte público y de vehículos no contaminantes (entre ellos, de la
bicicleta).
Propuestas,
sugerencias: revista.estudiossociales@gmail.com
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