He tenido hasta ahora la oportunidad
de formar parte de diferentes proyectos que involucran, a su manera, la
búsqueda de una mejora en la sociedad. Este sería un resumen en orden cronológico de los
procesos que pasé para comprender que sociología era la mejor opción para mi en
este momento: Hace unos años cuando cursaba los últimos grados de primaria, mi
papá estudiaba una maestría en educación, frecuentemente me compartía temas
sorprendentes. Algunos de los que tengo más presentes se relacionan mucho con
psicología, y patrones de comportamiento en el alumnado. Poco a poco me fui
relacionando más con sus métodos de enseñanza, cuando estudié secundaria tuve
la oportunidad de ser su alumna e interesarme aún más por los sistemas
educativos que cambiaban año con año. Pero me di cuenta de que mi emoción no
estaba solo en impartir clases, si no también, en la creación de programas
educativos, lo que con los años me llevó a la idea de estudiar psicopedagogía,
sin embargo pensaba que era algo limitante enfocarme solamente en
la educación. Años más tarde entré a una competencia de tecnología para niñas,
llamada Technovation Challenge, la cual busca que sus participantes logren
codificar una aplicación móvil que resuelva un problema importante en su
comunidad. Ahí me di cuenta, de que aunque me gustó lo poco que aprendí de
programación, era realmente todo el proceso de investigación, planificación del
proyecto y su exposición a los futuros beneficiados, lo que realmente me
fascinaba.
Esto aunado a pequeñas experiencias
en la escuela y otros sitios, me ayudaron a darme cuenta de que sociología
engloba muchos de mis intereses, creo que al terminar la carrera podré darle distintos enfoques para actuar en pro de mi comunidad y otras
más, todo esto para mi, es suficiente razón para estar aquí, aunque cada día tengo nuevas motivaciones.
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