Por: Estefany Guadalupe Núñez Hernández 1°B
En la actualidad la palabra “Cultura” ha tenido una amplia
gama de variantes en cuanto a su significado. Para poder llegar a una
definición un poco más exacta, y llegar al por qué de la problemática principal
de la desaparición de algunas culturas étnicas en México me he dado a la tarea
de investigar a fondo remotamente desde el surgimiento de esta.
Antes que todo
necesitamos saber la definición de esta palabra, la cual tiene muchas
denominaciones y variantes cambiantes en tiempo y espacio, pero etimológicamente
¿Qué es cultura? viene del latín “cultus”
que significa cultivo y a su vez deriva de la palabra “colere” que significa culto. “La cultura en la
lengua latina, entre los romanos, tenía el sentido de la agricultura, y se
refería al cultivo de la tierra para la producción.”[1] Y para el ambiente
científico/social también refiere a un conjunto de ideas, tradiciones,
comportamientos, símbolos y prácticas sociales trasmitidos y aprendidos de
generación a generación a través de la vida en la sociedad, dejando esto como
un patrimonio para la humanidad.
En este caso la indagación sería en la
metamorfosis de la cultura étnica en México, ya que a lo largo de la vida nos han mencionado
mucho sobre esta palabra, utilizándola en diferentes ocasiones, las cuales
muchas veces nos podrían dejar confundidos, pero en sí, ¿Sabemos de dónde
vienen nuestros primeros conocimientos sobre cultura? ¿Sabemos cuánto este
mismo conocimiento prematuro nos marca a lo largo de nuestra vida? En lo
personal tomo a la familia como la primera institución y de las más importantes
al tener un conocimiento cultural, desde observar las acciones del padre y
madre, y seguir sus patrones de
comportamiento hacía ello. Cómo a veces se llega a tomar sólo la conveniencia
de algunas cosas que implica esta palabra. “La
cultura se transmite a través de la familia y cuando esta institución deja de
funcionar de manera adecuada el resultado es el deterioro de la cultura”[2]
Un claro ejemplo
sería la religión, refiriéndonos un poco a la cristiana, ya que es una religión
predominante en México, aunque no siendo lo mismo que la cultura, se podría
decir que van de la mano, que se les puede denominar mientras duran en su propio campo, da un
sentido similar a la vida, proporcionando el marco para la cultura y protege a
la masa del aburrimiento. Teniendo varias de las artes con una célula del
cristianismo, como un cordón umbilical, ya que especialmente esta religión es
la que predominó y predomina actualmente dentro de nuestra sociedad, aunque en
la evolución histórica estas 2 se hayan apartado, siguen estando ligadas. Desde
el momento de la conquista española en tierras mexicanas entre 1518-1521 por el
español Hernán Cortés, quitando a las diferentes etnias en México su cultura
politeísta, las culturas originarias y principales en este país, se les fue
implantado un virreinato siguiendo sólo la merced de una deidad, cambio de
idioma y costumbres, estilo de vida, etc. Sin embargo, podemos encontrar
algunos testimonios escritos sobre personas que pese a estos cambios
obligatorios, siguieron fieles a sus costumbres, los cuales de manera
clandestina veneraban a sus dioses, tales como Quetzalcóatl, Tláloc, Tezcatlipoca,
entre otros y siguieron impartiendo este tipo de cultura a sus hijos, hasta la
actualidad, teniendo como consecuencia una gran mezcla de términos culturales.
A esta religión
(Cristiana) se le podría denominar cultura, si lo vemos desde un aspecto social,
ya que conlleva enseñanzas, rituales, tradiciones y comportamientos aprendidos
de generación en generación de manera obligatoria o ya sea por voluntad, pero
¿En realidad este intercambio de información ha dejado algo bueno? Siendo la
religión o enseñanza que sea definida como cultura en la primera institución
que es el núcleo familiar, muchas veces la información al pasar de los años,
por cuestión de la modernización y nuevas tecnologías quizá, se altera,
mezclamos una serie de tradiciones por así decirlo hasta llegar al deterioro de
la palabra y nos queda esa gran incógnita: ahora ¿Cuál es mi cultura? ¿Soy una
persona culta? Pues se podría decir que sí, hoy en día casi nadie es inculto, o
más bien la mayoría de las personas somos cultas, pero ahí surge el problema,
en este caso especificando en el país de México, tenemos tantas culturas tan
diferentes, algunas implantadas a golpes, otras adoptadas consciente o
inconscientemente, que llegamos al punto de no saber qué es lo que somos, qué
es lo que seremos, y qué es lo que queremos dar a conocer de nosotros el día
que muramos, puesto que la cultura es básica, es parte de lo que somos y de lo
que fueron nuestros antepasados, nuestra historia, pero ahora ¿Y en el México
actual? ¿Qué es lo que está pasando?
Tenemos esa espada de doble filo que es la inmensa
multiculturalidad, que siendo tan extensa es muy poco aprovechada, nos dejamos
guiar por el movimiento tecnológico bastante globalizado que entra en nuestro
país, con tanto acceso a todo, tan fácil y rápido por medio de la tecnología,
hemos adoptado diferentes conductas y estilos de vida por todo ese lavado de
cerebro que recibimos en los medios de comunicación cibernética, por mencionar
uno de estos, creando un cambio un tanto radical, iniciando una cultura
plástica, cultura de masas, cayendo más al lado capitalista de la sociedad, olvidando
las diferentes alternativas que se pueden mostrar en algunas etnias mexicanas,
artesanías, manufactura, en el aspecto de salud como la medicina alternativa y
la enseñanza del poder de las plantas y sus usos médicos entre otros.
“El fenómeno de la multiculturalismo, en la actualidad, puede hacer a las
naciones presa fácil del caos. Es un proceso que representa un problema social
por la mezcla de diversos elementos sociales interrelacionados entre sí;
factores como política, educación y el mismo estado” [3]
En la actualidad en el aspecto de
cultura de las masas como lo he mencionado anteriormente, podemos notar cómo
existe un tipo de cultura que está sobresaliendo de manera impactante y muy
eficaz en la industria comercial, que es la cultura de las marcas, “Esta cultura de masas nace con el
predominio de la imagen y el sonido sobre la palabra, es decir, con la
pantalla. La industria del cine, y sobre todo desde Hollywood” [4]
Con estos medios masivos de comercialización como la televisión, creemos que
tener objetos de lujo, importados, con materiales extravagantes y de renombre
nos hará personas de mundo, de clase alta, las personas que la sociedad anhela
ser, dejando de lado la gran variante de trabajos artesanales nacionales, y con
esto afectando a la economía del propio mexicano haciéndonos partícipes de un
sistema capitalista que va haciendo que estos trabajos laboriosos y llenos de
historia vayan desapareciendo y con ellos nuestras raíces.
“La cultura mundo, cultura de las masas, en
vez de promover al individuo, lo
aborrega privándolo de la lucidez y libre albedrío, y lo hace reaccionar
ante la cultura de manera condicionada y gregaria”.[5]
“Los últimos alardes del nacionalismo nos
hacen temer que el mexicano sea ya en su intimidad psicológica un ser
mixtificado, que a su naturaleza real, que desconoce, ha superpuesto una imagen
falsa de sí mismo”[6].
En México ocupamos el sexto lugar con más patrimonios
culturales y naturales para la humanidad, desde la antigua ciudad prehispánica
El Tajín, Teotihuacán, Chichén-Itzá,
Tulum, El palenque, etnias importantes como los Tarahumaras,
Huirraricas, Purepechas, etc. Los cuales tienen un gran peso histórico,
artístico, místico y muchas veces no nos damos cuenta de el gran legado que
tenemos encima y como hacerle honor a estos, nos sumergimos en un mundo
superficial donde el valor turístico que damos cuando visitamos estos lugares
no es más que el placer de decir, “yo conozco este o aquel lugar”, pero en
realidad muchas veces no indagamos en el historia de tal, el trabajo que ha
conllevado el defender estas raíces para que sigan vigentes, y como sobreviven
poco a poco gracias a las personas que se dan a la tarea de dar a conocer estas
enseñanzas ancestrales y darles el valor y enseñarle al mundo la gran diversidad
cultural que tenemos.
Actuales asociaciones que se dedican a esto como el Fondo
nacional de fomento para las artesanías (Secretaría de desarrollo social), CONACULTA,
Programa de apoyo a culturas municipales (PACMYC)[7],
etc. Este último especializado en apoyar a organizaciones independientes que
tienen esta tarea de salvaguardar nuestros legados.
Por último quisiera invitarles a que seamos más conscientes
del gran potencial que tenemos en nuestro país, que no nos dejemos llevar tanto
por los medios de comunicación de manera equívoca, que los aprovechemos para
explotar y dar a conocer toda la gran cultura que hay en nuestro país y que no
se pierda ese amor por nuestras raíces.
[1] T.S,
Elliot, Redefinition of culture, 1938, Londres, p.34-57
[3]
Morales Campos, Estela. Diversidad
cultural y acceso a la información, 2001, p.49.
[4]
Vargas Llosa, Mario. La civilización
del espectáculo, 2010, p.23.
[5]
Vargas Llosa, Mario. La civilización
del espectáculo, 2010, p.37
[6]
Ramos, Samuel. Perfil del hombre y la
cultura en México, p.67
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