Expresión oral y escrita
Sociología 1°B
Jorge Esaú Pérez Navarro
Reseña de: Alice in wonderland
(Alicia en el país de las maravillas)
Idea
básica
Es
un cuento aparentemente infantil en el cual se narran las aventuras fantásticas
de una niña que viaja a través de un mundo, extraño e ilógico, lleno de
personajes raros y sarcásticos, donde ocurren cosas raras e inexplicables. Pero
la verdadera esencia de este cuento hecho por “Lewis Carroll”, rara vez es
comprendida, pues contiene metáforas surrealistas, que para muchos resulta casi
imposible comprenderlas, pero que aun así, ha sido tan popular; no solo por los niños y adultos, si no principalmente por
la comunidad juvenil. Ya que muchas veces sus aventuras ilógicas, resultan las
especulaciones que tiene “Carroll” sobre el frívolo mundo de los adultos. Según
sus propias palabras, su principal objetivo son los niños pues “Forman un lazo
tan estrecho con las cosas, que les resulta imposible no comprometerse con
ellas”.
Autor: Carroll Lewis (Charles Lutwidge Dogson)
Año: 1865
Libro: Alice in wonderland (Alicia en el país de las
maravillas)
Editorial: Penguin Classics
Lugar: Reino Unido
NO. De Páginas: 356
ISBN: 9780141192468
Punto Central
Antes de
comenzar la novela, Lewis Carroll incluyó un poema que hace referencia a la
gestación de la obra. En las siete estrofas del
poema, Carroll recuerda el paseo en bote, y cómo las tres hermanas Liddell,
llamadas en el poema Prima, Secunda y Tertia,
insistieron repetidamente en escuchar una historia. La estrofa final es una clara
dedicatoria a Alice Liddell.
Capítulo
I: El descenso por la madriguera
Todo comienza cuando Alicia (la
niña) se encuentra sentada en un árbol al aire libre aburrida junto a su
hermana. La hermana leía un libro "sin ilustraciones ni diálogos", lo
que hace que Alicia divague por el tedio.
Repentinamente, aparece junto a
ella un conejo blanco vestido con chaqueta y
chaleco; que corre murmurando que llega tarde, mirando su reloj de bolsillo.
Alicia se interesa por él y decide seguirlo e incluso entrar a su madriguera.
La madriguera resulta ser un túnel horizontal más profundo que lo esperado, el
cual súbitamente se convierte en un pozo vertical sin asidero alguno, por donde
Alicia cae durante mucho tiempo recordando a su gato, y cosas que aprende en su
escuela y preguntándose si algún día llegará al suelo. En el trayecto, Alicia
se pregunta si el túnel la hará llegar a las "antipáticas",
confundiendo el término con las antípodas.
Al finalizar su caída y sin
haberse hecho daño, Alicia entra en un mundo de absurdos y paradojas lógicas.
El conejo había desaparecido, y Alicia encuentra una pequeña botella, la
primera de varias que encontraría en su aventura, que sólo dice «BÉBEME», lo
que Alicia hace atraída por la curiosidad. La poción encogió a Alicia hasta
hacerla medir veinticinco centímetros de altura.
A continuación, Alicia intenta
abrir una pequeña puerta para continuar explorando el mundo nuevo. A través de
la puerta se atisba un atractivo jardín, pero la llave que abre la puerta está
sobre una mesa que Alicia no puede alcanzar, debido a su nueva estatura. La
niña intenta entonces recuperar su estatura original, comiendo un pastel que
encuentra con el letrero «CÓMEME».
Capítulo
II: En un mar de lágrimas
El pastel tiene el efecto
esperado, y Alicia crece más de tres metros. Con su nueva altura, la niña
consigue tomar la llave, pero al no parar de crecer, choca contra el techo y
queda imposibilitada de acceder a la puertecita. Alicia comienza entonces a
llorar, llenando la habitación con un charco de lágrimas de cien centímetros de
profundidad. En eso, el Conejo Blanco pasa nuevamente frente a Alicia,
apresurado. Sin querer, el conejo dejó caer un abanico, que Alicia utiliza para
refrescarse. El abanico resulta ser mágico, pues consigue que Alicia comience a
encoger de nuevo, hasta que lanza lejos el abanico para detener el proceso.
El charco de lágrimas es ahora
un mar donde Alicia se ve forzada a nadar para no ahogarse. A su lado pasa
nadando un ratón, y Alicia intenta entablar conversación
con él. El Ratón se ofrece a guiarla hasta la orilla. En el camino, Alicia ve
que otros animales también se encuentran nadando y tratando de salir del mar de
lágrimas. Entre los animales, Alicia distingue a un Pato, un Dodo, un Aguilucho y
un Loro.
Capítulo
III: Una carrera en comité y un cuento largo y con cola
En este capítulo, Alicia y los
animales consiguen llegar a tierra firme. El Dodo organiza una carrera para
secarse. La carrera no tiene reglas ni duración definida, salvo correr en
círculos, lo que hacen todos hasta quedar secos. El Dodo también decide
declarar ganadores de la carrera a todos los participantes, y decide que Alicia
es quien otorgará los premios. Ante el acoso general, Alicia hurga en sus
bolsillos y encuentra varios confites, que reparte entre todos. Como la niña
también fue ganadora de la carrera, pero no recibió confite, su premio es un
dedal que ella misma tenía en el bolsillo, y que da al Dodo para que,
simbólicamente, éste entregue el premio.
El capítulo finaliza con el
relato del Ratón, donde explica la razón de su odio hacia los gatos y los
perros. Imprudentemente, Alicia menciona a su gata Dina y su habilidad para
cazar ratones, consiguiendo así hastiar a todos los animales, que se retiran
hasta dejar a la niña sola nuevamente. El nombre del capítulo es un juego de
palabras en inglés. En este idioma, el Ratón cuenta un
"cuento", o tale, y Alicia se confunde con la palabra tail,
cuya pronunciación es igual, y significa 'cola'.
Capítulo
IV: La habitación del Conejo Blanco
En este capítulo, tras haberse
quedado nuevamente sola, Alicia ve pasar nuevamente al Conejo Blanco. El animal
está buscando su abanico desesperadamente, y al ver a Alicia, la confunde con
su criada Mary Ann, y le exige que vaya a buscar el abanico a su casa. Alicia
obedece, fingiendo ser Mary Ann, para no entrar en discusiones; y llega a una
casa en cuya puerta dice "C. BLANCO". Cuando Alicia entra, sube a un
cuarto donde encuentra el abanico, y otra botella con líquido. A pesar de que
la botella no tenía letrero alguno, esta vez Alicia bebe por curiosidad, ya que
todas las bebidas de ese mundo le han provocado efectos sorprendentes. Esta no
es la excepción, y el tamaño de Alicia aumenta hasta hacerla quedar atorada
dentro de la habitación. Cuando el Conejo Blanco llega a reclamar su abanico,
sólo ve un enorme brazo saliendo de la ventana en el piso superior de su casa.
El conejo va entonces a pedir ayuda, ignorando que el brazo pertenece a una
niña gigante; y la multitud que se reúne afuera comienza a proponer varias
soluciones para retirar al brazo, llegando a proponer el prender fuego a la
casa. El capítulo termina cuando la multitud comienza a arrojar panecillos
mágicos por la ventana. Alicia come algunos y disminuye de tamaño hasta poder
salir de la casa. Alicia huye de la multitud y se pierde en un bosque cercano,
donde se detiene frente a una seta gigante.
Capítulo
V: El consejo de una oruga
Encima de la seta gigante,
Alicia encontró sentada a una oruga azul,
fumando un narguile.
La Oruga, de manera prepotente, interrogó a la niña sobre su identidad. Ésta no
pudo responder de una manera sencilla, pues consideraba que tras haber cambiado
de tamaño varias veces, su propia identidad se había perdido y en ese momento
ella misma ya no sabía quién era. Ambos personajes discuten entonces hasta
volver al punto de inicio más de una vez. Finalmente, Alicia expresa su inconformidad
con su estatura actual de siete centímetros, al considerarla una birria. Como
esa era la altura de la Oruga, el animal se retira ofendido, no sin antes
indicarle a Alicia que la seta también puede afectar su estatura, para
disminuirla, si comía de un lado de la seta; o para aumentarla, si comía del
otro. Como Alicia no podía saber qué lado era cual, cortó dos pedacitos de los
extremos opuestos. Al probarlos, los pedacitos surtieron el efecto esperado:
uno hacía que Alicia encogiera, mientras que el otro estiraba su figura,
desproporcionándola. Alicia tuvo que comer varias veces de cada uno de los
pedazos hasta alcanzar una estatura satisfactoria. Finalmente, Alicia vio una
casita de un metro y veinte de altura, a la que decidió llamar, por lo que ajustó
su estatura a veinticinco centímetros.
Capítulo
VI: Cerdo y pimienta
Antes de que Alicia se
decidiera a aproximarse a la casita, surgió del bosque quien parecía ser
un lacayo,
pero con cabeza de pez. El lacayo llamó a la puerta y apareció un segundo
lacayo, con cabeza de rana. Alicia escuchó que el Lacayo Pez traía una
invitación para la Duquesa, dueña de la casa,
de parte de la Reina de Corazones, para jugar al croquet.
Acto seguido, el Lacayo Pez se fue, y el Lacayo Rana se quedó sentado fuera de
la casa. Alicia quiso primero llamar a la puerta para entrar, y que el Lacayo
Rana le abriera. Sin embargo, el Lacayo Rana no tenía intenciones de abrir la
puerta, ni de conversar con Alicia, por lo que la niña simplemente abrió la
puerta ella misma y entró a la casa.
Dentro de la casa estaba la
Duquesa, sosteniendo a un bebé, y junto a su cocinera que preparaba una sopa
que, a juzgar por el ambiente, tenía demasiada pimienta. También estaba en el
suelo un gato sonriente, al que la Duquesa presentó como un gato de
Cheshire. La Duquesa entregó al bebé a Alicia para que lo arrullara
un poco, y aprovechó para desaparecer arguyendo que debía asistir al juego de
croquet de la Reina. Cuando Alicia intentó mecer al bebé, que se movía
incansablemente, éste comenzó a transformarse en un cerdo. Alicia salió de la
casa y puso al cerdo en libertad. La niña continuó su camino por el bosque,
donde reencontró al Gato de Cheshire, quien la invita a visitar al Sombrerero o
a la Liebre de Marzo. Alicia
decide ir a la casa de esta última.
Capítulo
VII: Una merienda de locos
Cuando Alicia llega a la casa
de la Liebre, observa que ésta, el Sombrerero y un Lirón se encuentran tomando
el té al frente de la casa. Alicia se une a los comensales, y comienza a
conversar con ellos. En el transcurso de la conversación, Alicia menciona que
la fecha es 4 de mayo (coincidentemente, es la fecha
de nacimiento de Alice Liddell). Los personajes hacen una serie
de acertijos y confunden a Alicia con su aparente falta de lógica, hasta que la
niña abandona el lugar, convencida de haber asistido al "té más
insufrible" que había visto en su vida. A continuación, Alicia encuentra
una puertecita en un árbol, la cual atraviesa para entrar al jardín de croquet.
Capítulo
VIII: El croquet de la reina
El rey y la reina de corazones,
son naipes. En la entrada del jardín, Alicia encuentra a un trío de jardineros
pintando un rosal.
Los jardineros habían plantado
un rosal blanco donde debía haber uno de color rojo, por lo que estaban pintando
las rosas, antes de que la reina descubriera el error. Sin embargo, los reyes
de corazones y su cortejo pasaron por allí. La reina, al descubrir la treta de
los jardineros, ordena que sean decapitados. Para evitarlo, Alicia esconde a
las cartas, y los verdugos, para salir del aprieto, hacen creer a la reina que
ya cumplieron con la sentencia. La reina ordena entonces que vayan hacia donde
se jugará al croquet, invitando a Alicia a participar en el juego. Alicia los
acompaña y percibe que a su lado va el Conejo Blanco,
quien estaba aterrado por la imponente presencia de la reina. El Conejo casi no
habló en el trayecto, más que lo suficiente para informar a Alicia que la
Duquesa había sido hecha prisionera por llegar tarde al juego.
Una vez en el campo, Alicia vio
que el juego tenía características peculiares: en vez de bolas, se usaban erizos; y en vez de mazos,flamencos.
Tampoco había arcos, pero en su lugar, los naipes se colocaban en cuatro patas
para marcar el curso del juego. Todo el mundo jugaba sin ningún orden,
discutiendo continuamente, los erizos escapaban cuando podían, y la Reina de
Corazones ordenaba que le cortaran la cabeza a todo el que se le ocurría.
En medio del caos, apareció en
el aire la cabeza del Gato de Cheshire, y Alicia se sintió aliviada de poder
conversar con alguien conocido. El Rey de Corazones se sintió intrigado por el
gato. La reina, al ver al gato, como era su costumbre, ordenó que le cortasen
la cabeza. El verdugo y el rey se confundieron terriblemente pues el gato sólo
había hecho aparecer su cabeza y no era evidente que hubiera un cuerpo de dónde
cortarla. Alicia sugirió que para aclarar la confusión, habría que preguntarle
a la Duquesa que, al fin y al cabo, era la dueña del gato. La reina ordenó
entonces que se liberase a la Duquesa de la cárcel. Sin embargo, cuando la
Duquesa llegó al jardín, el gato había desaparecido nuevamente.
Capítulo
IX: Historia de la Falsa Tortuga
En este capítulo, la Duquesa se
porta muy amable con Alicia, contrariamente a lo relatado en el capítulo VI, lo
que hace a Alicia pensar que tal vez la pimienta tiene un efecto negativo en el
carácter de la gente; concluyendo también que el vinagre y la manzanilla deben
ser también negativos, y es preferible el consumo de azúcares y golosinas para
tener buen carácter. Alicia notó, además, que la Duquesa era feísima.
Mientras Alicia y la Duquesa conversaban amistosamente, llegó la Reina de
Corazones y ahuyentó a la Duquesa, quien no vuelve a aparecer en la obra. En
ese momento, la reina parece haberse olvidado del juego de croquet, del gato y
de sus súbditos, pues lleva a Alicia ante un grifo durmiente, y le
pide a éste que lleve a la niña a donde se encuentra la Falsa Tortuga,
para que le cuente "su historia". El Grifo obedece, y transporta
a Alicia a donde se encuentra una criatura sollozante, con caparazón de
tortuga, pero cabeza y patas denovillo.
Capítulo
X: La contradanza de los bogavantes
En este capítulo, la Falsa
Tortuga canta una canción sobre un baile de langostas en el fondo del mar.
Alicia, por su parte, narra sus aventuras desde que cayó por la madriguera del
Conejo Blanco. El Grifo y la Falsa Tortuga escuchan hasta el encuentro con la
Oruga Azul, y encuentran que la historia es muy extraña. La Falsa Tortuga canta
entonces una canción sobre la sopa de tortuga, y súbitamente son interrumpidos
por un grito lejano, que anuncia el comienzo de un juicio. El Grifo toma a
Alicia y la lleva corriendo al juicio, mientras la Falsa Tortuga se queda,
terminando su canción.
Capítulo
XI: ¿Quién robó las tartas?
Cuando Alicia llega a donde se
efectuará el juicio, ve que se ha constituido un jurado de animales frente a
los tronos del Rey y la Reina de Corazones; alrededor de los cuales estaba el
mazo de naipes y una multitud de animales espectadores. El acusado era la Sota
de Corazones, y el Conejo Blanco fungía de heraldo de la corte. Según un poema
recitado por el conejo, la Sota era acusada de haber robado las tartas que la
reina preparó en un día de verano. El Sombrerero fue llamado como primer
testigo, y acudió acompañado de la Liebre de Marzo y el Lirón. El testimonio
del Sombrerero rápidamente derivó en una discusión con el Rey de Corazones,
quien estaba intrigado por la etiqueta del sombrero,14 y
por el té que el Sombrerero tomaba antes de llegar. Mientras esta discusión
tenía lugar y los personajes dejaban de prestar atención al juicio, Alicia
comenzó a crecer repentinamente. El capítulo termina cuando el Conejo Blanco
llama a Alicia como siguiente testigo.
Capítulo
XII: La declaración de Alicia
El capítulo final comienza
narrando la participación de Alicia en el juicio. Habiendo olvidado que
súbitamente recuperó su altura normal, se levanta para comparecer como testigo
y derriba sin querer todo a su alrededor. El testimonio de Alicia termina
enseguida, al preguntarle el rey qué sabe de este asunto, a lo cual Alicia
responde que nada. Acto seguido, el Conejo Blanco lee la última prueba de la
que dispone: una carta sin firma que, en forma de poema, describe cómo las
tartas regresan a su dueña original. Cuando el rey analiza los versos, todos
ven que las tartas, en efecto, se encuentran sobre la mesa. La reina, sin
embargo, insiste en dar una sentencia a la Sota, incluso antes de escuchar un
veredicto del jurado. Alicia encuentra absurda la situación, y la reina ordena
entonces que sea decapitada. Cuando las cartas saltan para atacar a Alicia,
ésta vuelve súbitamente al regazo de su hermana.
El lector percibe entonces que
la niña se había quedado dormida, y que tras el sueño fantástico, despertó al
sentir que unas hojas de árbol caían sobre su rostro. Acto seguido, Alicia
cuenta el sueño a su hermana, y va a prepararse para tomar el té vespertino. El
capítulo termina narrando cómo la hermana de Alicia se queda bajo el árbol,
recordando la historia que Alicia relató.
Pros y Contras
Así
pues es un libro simplemente excepcional, pues en este “Lewis Carroll” no solo nos relata un “simple cuento
infantil” como muchos mencionan ignorantemente, pues hacen especulaciones,
antes de haber leído o comprendido el verdadero mensaje de este cuento.
El
libro maneja la pérdida de identidad de una persona, que regularmente ocurre
durante la adolescencia, que es cuando el joven se tiene que adentrar en un
mundo independiente, rompiendo así los lazos maternos.
Otro
dato importante que maneja este libro son las emociones de un ser humano; pues
en este Alicia se ve sometida a “Comer” o “Beber” para disminuir o aumentar su
tamaño. Una metáfora perfecta del autoestima de una persona, que a veces nos
vemos tan afectados con nuestros problemas que sentimos que cualquiera nos
puede aplastar, o nos sentimos tan bien con nosotros mismos, que sin querer
podemos aplastar a quienes nos rodean con nuestro “yo”.
O
quizá esta la parte donde Alicia se encuentra con el “Gato de Chasire”, ella se
enfrasca en una discusión con este, que probablemente para muchos no tenga
sentido alguno; pero para otros nos es señalado muy seguido en nuestra vida
cotidiana.
Quizá
un punto en contra es que muchos cineastas han querido explotar este cuento,
dándole así una mala imagen al cuento real, haciendo creer que no es más que un
simple cuento infantil súper fumado de Disney.
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