Introducción:
En este ensayo se busca analizar sucesos históricos que
apoyaron en la creación del catolicismo, así también, los hechos que apoyaron
su desarrollo, para tener una comprensión de cómo fue su crecimiento y dominio
territorial, también se hace mención de
los principales personajes o hechos históricos que marcaron el camino del
catolicismo y el destino de distintas civilizaciones.
Plantear los diversos procesos históricos que le
impulsaron a lo que hoy en día es, tales como:
° El emperador
Constantino I: a quien se le acredita por la aceptación del cristianismo
como la religión dominante y la dedicación por eliminar las culturas paganas.
°
Las Cruzadas: hechos bélicos que se dieron en Tierra
Santa, por parte del catolicismo para liberar el territorio de los musulmanes y
por intereses expansionistas de la iglesia. También se reconoce por la creación
de la fuerza militar de la iglesia llamada “La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo”.
° Edad media: la etapa histórica, en la cual las decisiones las
tomaba la iglesia y todo giraba en torno a lo teológico, también se caracteriza
por los no avances científicos y por la represión de la iglesia católica hacia
el pueblo por medio de la humillación, tortura, amenazas y muerte, que se
desarrollaron por la Santa Inquisición.
Desarrollo:
Inicios del Cristianismo
Jesús y sus
primeros discípulos fueron judíos. Aceptando muchas doctrinas
fundamentales del judaísmo, como el monoteísmo, el libre
albedrío
y el Mesías, término hebreo usualmente traducido como mesías en español, el cual
es equivalente a Cristo. El cristianismo comenzó entre un pequeño número de judíos. En el libro de los Hechos de los Apóstoles 1:15 se mencionan cerca de 120. En el
siglo
III,
el cristianismo creció hasta convertirse en la congregación dominante en el norte
del mundo mediterráneo.
Roma y el cristianismo
La ciudad de Roma, que en su época de apogeo,
llegó a abarcar desde Gran Bretaña al Desierto del Sahara y
desde la Península Ibérica al Éufrates. Fue una república latina, y en 27 a. C. se convirtió en un imperio. En la cronología
actual la fecha de la fundación de Roma se fijó el 21 de abril de 753 a. C.
Los
fines del imperio romano eran los de unir a toda la humanidad bajo una misma
civilización de tonalidad marcadamente griega (fusión denominada Helenismo). Esta fusión combinaba elementos
griegos con otros tomados de las civilizaciones conquistadas, aún variando de
región en región. Esto le dio una unidad a la cuenca del Mediterráneo, que serviría
a la expansión del imperio romano y al cristianismo o predicación del
evangelio. Se continúa con el helenismo
fundado por Alejandro Magno y su influencia sobre el naciente cristianismo,
secta judía insignificante hasta que el emperador Constantino la aúpa con un
decreto (313 d.e.c) que la tolera, como a tantas otras paganas.
Para los judíos el helenismo era una amenaza para su religión, pues la filosofía helenística era
materialista. La presión del helenismo era constante y la fidelidad de los
judíos a su Dios y a sus tradiciones también. Esta presión desató una rebelión
por una parte de los judíos macabeos, quienes se rebelaron contra el
helenismo de los seléucidas,
quienes pretendían imponer sus ideales.
Flavio
Valerio Aurelio Constantino
Fue Emperador de los romanos desde su
proclamación por sus tropas el 25 de julio de 306, y
gobernó un Imperio romano en constante crecimiento hasta su muerte. Se le
conoce también como Constantino I,
Constantino el Grande o, en la iglesia ortodoxa, las antiguas iglesias
orientales y la iglesia
católica bizantina griega, como San Constantino. Otorgó legitimidad legal al cristianismo en el
Imperio romano por primera vez. Se considera que esto fue esencial para la
expansión de esta religión
Flavia
Iulia Helena
También conocida
como santa Elena, santa Helena y Helena de Constantinopla, (Drépano, hacia 250 -
Roma, 329), fue una emperatriz romana y santa de las
iglesias Católica y Ortodoxa. Ya reinando Constantino se convirtió
al cristianismo, influyendo sobre su hijo a favor del cristianismo. Es
tradicionalmente conocida (pero no por Eusebio)
por buscar las reliquias de
la cruz de Cristo (Verdadera Cruz), y
buscar los restos de los Reyes Magos.
Constantino se transforma al
cristianismo
Constantino
se convierte en cristiano por visiones, las visiones de Constantino se
produjeron en dos partes: En primer lugar, mientras marchaba con sus soldados
vio la forma de una cruz frente al Sol. Tras esto, tuvo un sueño en el que se
le ordenaba poner un nuevo símbolo en su estandarte, ya que vio una cruz con la
inscripción «In hoc signo vinces» («Con este signo vencerás»).
Mandándolo pintar de inmediato en los escudos de su ejército, venció a
Majencio. Se dice que tras estas visiones y por el resultado militar de la
batalla del Puente Milvio, Constantino se convirtió de inmediato al
cristianismo.
Pero otra versión apunta a que la transformación de
Constantino al cristianismo fue meramente estratégica, Roma sufría de un
desorden social por los constantes conflictos entre sus ciudadanos por
diferencia de dioses, esto consecuencia del politeísmo y la aceptación de los
dioses de cada civilización conquistada. Por este motivo Constantino se
interesa en los cristianos que solo promueven un solo dios (monoteístas), si el
lograba establecer una religión general donde solo se veneré aun dios seria mas
moldeable y de este modo se establecería el orden de nuevo.
Y por otro lado se sabe que la madre de Constantino,
“Elena” era cristiana y que tenía una gran manipulación sobre las decisiones de
Constantino.
La
persecución y eliminación de los paganos.
En el año
314, inmediatamente después de su plena legalización,
la Iglesia cristiana ataca a los paganos: En 326
Constantino ordenó la destrucción de todas las imágenes de los dioses y la
confiscación de los bienes de los templos. Ya en 319 había
prohibido la construcción de nuevas estatuas de los dioses y que se rindiera
culto a las existentes. Muchos templos paganos fueron destruidos por las hordas
cristianas y sus sacerdotes fueron asesinados. Entre el año 315 y el siglo VI miles de creyentes paganos fueron asesinados.
Entre 316 y 326 se proclaman una serie de
disposiciones que favorecen al cristianismo frente a la religión tradicional
(prohibición de las haruspicia, la magia y los
sacrificios privados, exención fiscal a los clérigos cristianos, se otorga
jurisdicción a los obispos...), aunque el cristianismo no se convierte en la
religión oficial del Imperio romano hasta el Edicto de Tesalónica de 380. En Dydima, Asia Menor, es saqueado el
oráculo del dios Apolo y torturados hasta su muerte sus
sacerdotes paganos. También son desahuciados todos los paganos del monte Athos y destruidos todos los templos paganos de ese
lugar.
En el año
326, el emperador Constantino, siguiendo las
instrucciones de su madre Helena, destruye el templo del dios Asclepio en Aigeai de Cilicia y muchos más de la diosa Afrodita en Jerusalén, en Afka en el Líbano, en Mambre, Fenicia, Baalbek, etc.
En el año
330 el emperador Constantino roba todos los tesoros y
las estatuas de los templos paganos de Grecia, para
llevárselos y decorar su Nova Roma (Constantinopla), su nueva capital del Imperio romano
Los herederos de Constantino
se baten a muerte por ascender al trono hasta que, Juliano, un sobrino que ha
vivido secretamente como pagano, asciende al trono. La figura de Juliano
–último emperador pagano, llamado el Apóstata por sus enemigos cristianos- se
describe ampliamente, así como sus esfuerzos para reinstalar el politeísmo y,
con él, la tolerancia, en contraposición con el cristianismo ascendente,
soberbio e intolerante, dado el carácter atribuido a su dios: el Único y el
Verdadero. Este emperador perece en guerra (algunos dicen: asesinado por un
soldado cristiano traidor), con lo que su breve reinado (360-363) nos deja la
duda de qué habría ocurrido en la Historia de Occidente si hubiera vivido más
tiempo.
Corresponderá al sucesor,
Teodosio I, cerrar el círculo al decretar el cristianismo como religión
oficial del Estado romano. Y, con ello, toda la intolerancia y todas las
persecuciones, comenzadas. Paradójico: los cristianos pasan de ser
perseguidos (aunque esto se ha exagerado convenientemente) a perseguidores de
los paganos. Luego las dirigirían -¡y con qué celo- contra los propios
cristianos que discrepaban con la línea ortodoxa triunfante.
Las cruzadas (Tierra Santa)
Las Cruzadas fueron expediciones emprendidas, en cumplimiento
de un solemne voto, para liberar Tierra Santa de
la dominación musulmana. El origen de la palabra remonta a la cruz hecha de
tela y usada como insignia en la ropa exterior de los que tomaron parte en esas
iniciativas, a partir de la petición del Papa Urbano II y
las predicaciones de Pedro el Ermitaño.
Las sucesivas cruzadas tuvieron lugar entre los siglos XI y XIII. Fueron motivadas por los intereses
expansionistas de la nobleza feudal, el control del comercio con Asia y el afán
hegemónico del papado sobre las iglesias de Oriente.
Las cruzadas fueron una serie de campañas militares
bendecidas por el papado y llevadas a cabo por gran parte de la Europa latina cristiana, principalmente, por la Francia de los Capetos y el Sacro Imperio Romano.
Las cruzadas, con el objetivo específico inicial de restablecer el control
cristiano sobre Tierra Santa, se libraron durante un
período de casi 200 años, entre 1095 y 1291.
Más tarde, otras campañas en España y Europa oriental, de las que algunas no
vieron su final hasta el siglo XV, recibieron la misma calificación. Las
cruzadas fueron sostenidas principalmente contra los musulmanes,
aunque también contra los eslavos paganos, judíos,cristianos ortodoxos griegos y rusos, mongoles, cátaros, husitas, valdenses,prusianos y, principalmente, contra los enemigos
políticos de los papas.
Los cruzados tomaron votos y se les concedió la penitencia por los pecados del
pasado, a menudo llamada indulgencia.
Motivaciones de las
cruzadas
Intereses expansionistas de la nobleza
feudal, el control del comercio con Asia y el afán hegemónico
del papado sobre las monarquías
y las iglesias de Oriente, aunque se declararan con principio y objeto de
recuperar Tierra Santa para los peregrinos, de los cuales los turcos selyúcidas, una vez conquistada
Jerusalén, abusaban sin piedad, a diferencia de los sarracenos, que trataban a los
cristianos con más respeto. Además, el emperador bizantino Alejo
I solicitó protección para los cristianos de oriente al papa Urbano
II,
quien en el concilio de Clermont de 1095 inició la predicación
de la cruzada. Al terminar su alocución con la frase del Evangelio «renuncia a ti mismo,
toma tu cruz, y sígueme» (Mateo 16:24), la multitud, entusiasmada, manifestó
ruidosamente su aprobación con el grito Deus
le volt, Dios lo quiere.
Las guerras que desde el siglo
VIII mantuvieron los reinos cristianos del
norte de la Península Ibérica contra el musulmán Califato de Córdoba y que la historiografía
conoce como Reconquista, continuaron de
forma igualmente discontinua desde el siglo
XI contra los reinos
de taifas,
los almorávides y los almohades. En algunas
ocasiones, el Papa les otorgó la calificación de «cruzada», como sucedió con la batalla de las Navas de
Tolosa (1212) o con el episodio
final de la Reconquista: la Guerra
de Granada (1482-1492). En el norte de
Europa se organizaron cruzadas contra los prusianos y lituanos. El exterminio de la
herejía albigense se debió a una
cruzada y, en el siglo
XIII,
los papas predicaron cruzadas contra Juan Sin Tierra y Federico II Hohenstaufen.
La idea de la cruzada corresponde a una
concepción política que se dio sólo en la Cristiandad del siglo XI al XV;
suponía una unión de todos los pueblos y soberanos bajo la dirección de los
papas. Todas las cruzadas se anunciaron por la predicación. Después de
pronunciar un voto solemne, cada guerrero recibía una cruz de las manos del
Papa o de su legado, y era desde ese momento considerado como un soldado de la
Iglesia. A los cruzados también se les concedían indulgencias y privilegios
temporales, tales como exención de la jurisdicción civil, inviolabilidad de
personas o tierras, etc. De todas esas guerras emprendidas en nombre de la Cristiandad,
las más importantes fueron las Cruzadas
Orientales.
Caballeros templarios:
La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y
del Templo de Salomón, comúnmente conocida como los Caballeros Templarios o la Orden del Temple fue una de las más famosas órdenes
militares cristianas. Esta organización
se mantuvo activa durante poco menos de dos siglos. Fue fundada en 1118 o 1119
por nueve caballeros franceses liderados por Hugo
de Payens tras la Primera
Cruzada.
Su propósito original era proteger las vidas de los cristianos que peregrinaron a Jerusalén tras su conquista.
Fueron reconocidos por el Patriarca Latino de Jerusalén, Garmond de Picquigny, el cual les dio como regla la de los
canónigos agustinos del Santo Sepulcro.
Aprobada oficialmente por la Iglesia católica en 1129, durante el Concilio de Troyes celebrado en la catedral de la misma ciudad,
la Orden del Temple creció rápidamente en tamaño y poder. Los Caballeros
Templarios empleaban como distintivo un manto blanco con una cruz
roja dibujada.
Los miembros de la Orden del Temple se encontraban entre las unidades militares
mejor entrenadas que participaron en las Cruzadas. Los miembros no combatientes de la
orden gestionaron una compleja estructura económica a lo largo del mundo
cristiano, creando nuevas técnicas financieras que constituyen una forma
primitiva del moderno banco, y edificando una serie de fortificaciones
por todo el Mediterráneo y Tierra
Santa.
El éxito de los templarios se encuentra
estrechamente vinculado a las Cruzadas; la pérdida de Tierra Santa derivó en la
desaparición de los apoyos de la Orden. Además, los rumores generados en torno
a la secreta ceremonia de iniciación de los templarios crearon una gran desconfianza.
Felipe IV de Francia, considerablemente endeudado con la Orden,
comenzó a presionar al Papa
Clemente V con el objeto de que
éste tomara medidas contra sus integrantes. En 1307, un gran número de
templarios fueron arrestados, inducidos a confesar bajo tortura y
posteriormente quemados en la hoguera. En 1312, Clemente V cedió a
las presiones de Felipe y disolvió la Orden. Su brusca erradicación dio lugar a
especulaciones y leyendas que han mantenido vivo el nombre de los caballeros
templarios hasta nuestros días.
Edad media:
La Edad Media, Medievo o Medioevo es el período histórico de la civilización occidental comprendido entre el siglo
V y el XV. Su comienzo se
sitúa convencionalmente en el año 476 con la caída del Imperio romano de Occidente y su fin en 1492 con el descubrimiento de América, o en 1453 con la caída del Imperio bizantino.
Actualmente los historiadores del periodo
prefieren matizar esta ruptura entre Antigüedad y Edad Media de
manera que entre los siglos III y VIII se suele hablar de Antigüedad Tardía, que habría sido una gran etapa de
transición en todos los ámbitos: en lo económico, para la sustitución del modo de producción esclavista por el modo de producción feudal; en lo social, para
la desaparición del concepto de ciudadanía romana y la definición de
los estamentos medievales, en lo
político para la descomposición de las estructuras centralizadas del Imperio
romano que dio paso a una dispersión del
poder; y en lo ideológico y cultural para la absorción y sustitución de la cultura
clásica por las teocéntricas culturas cristiana o islámica(cada una en su
espacio).
Sería
un periodo dominado por el aislamiento, la ignorancia, la teocracia, la superstición y el miedo milenarista alimentado por la
inseguridad endémica, la violencia y la brutalidad de guerras e invasiones
constantes y epidemias apocalípticas.
Sin embargo, en este largo periodo de mil
años hubo todo tipo de hechos y procesos muy diferentes entre sí, diferenciados
temporal y geográficamente, respondiendo tanto a influencias mutuas con otras
civilizaciones y espacios como a dinámicas internas. Muchos de ellos tuvieron
una gran proyección hacia el futuro, entre otros los que sentaron las bases del
desarrollo de la posterior expansión europea, y el desarrollo de
los agentes sociales que desarrollaron una sociedad estamental de base
predominantemente rural pero que presenció el nacimiento de una incipiente vida
urbana y una burguesía que con el tiempo
desarrollarán el capitalismo. Lejos
de ser una época inmovilista, la Edad Media, que había comenzado con migraciones de pueblos enteros, y continuado con
grandes procesos repobladores (Repoblación en la Península
Ibérica, Ostsiedlung en Europa Oriental)
vio cómo en sus últimos siglos los antiguos caminos (muchos de ellos vías
romanas decaídas) se
reparaban y modernizaban con airosos puentes.
Todos
los conceptos asociados a lo que se ha venido en llamar modernidad aparecen en la Edad
Media, en sus aspectos intelectuales con la misma crisis de la escolástica. Ninguno de ellos sería entendible sin
el propio feudalismo, se entienda éste
como modo de producción(basado en las relaciones sociales de producción en torno a la tierra del feudo) o como sistema político (basado en las
relaciones personales de poder en torno a la institución del vasallaje), según las
distintas interpretaciones historiográficas.
El choque de civilizaciones entre cristianismo e islamismo, manifestado en la ruptura de la unidad del Mediterráneo, la Reconquista española y las Cruzadas; tuvo también su
parte de fértil intercambio cultural que amplió los horizontes intelectuales de
Europa, hasta entonces limitada a los restos de la cultura clásica salvados por
el monacato altomedieval y
adaptados al cristianismo.
La Edad Media realizó una curiosa combinación
entre la diversidad y la unidad. La diversidad fue el nacimiento de las
incipientes naciones... La unidad, o una determinada unidad, procedía de la
religión cristiana, que se impuso en todas partes... esta religión reconocía la
distinción entre clérigos y laicos, de manera que se puede decir que... señaló
el nacimiento de una sociedad laica. ... Todo esto significa que la Edad Media
fue el período en que apareció y se construyó Europa.
Esa misma Europa Occidental produjo una
impresionante sucesión de estilos artísticos (prerrománico, románico y gótico), que en las zonas
fronterizas se mestizaron también con el arte
islámico (mudéjar, arte
andalusí, arte árabe-normando) o con el arte
bizantino.
Catolicismo en la edad media:
La Iglesia católica, en el siglo V, se había
extendido por casi todo el territorio del Imperio Romano (desde Hispania hasta Siria, con las zonas
costeras del norte de África). Posteriormente, se realizaron misiones hacia
zonas del norte de Europa, que llegaron hasta Irlanda, Gran Bretaña, Germania,
y posteriormente zonas de Escandinavia, Centroeuropa y las poblaciones eslavas
del Este. Este largo proceso abarca de los siglos V al XI. Buena parte de estas
misiones, así como el trabajo de recristianizar los territorios del antiguo
Imperio Romano de Occidente, fue posible gracias a los monasterios, sobre todo
a los benedictinos.
La expansión
de poblaciones convertidas al Islam llevó a un progresivo declive de las
poblaciones católicas del norte de África, que llegaría a ser casi completo en
el mundo moderno.Un hecho posterior significó la división entre numerosas iglesias: el Gran Cisma entre sus porciones de Occidente y Oriente (cuya iglesia, aún denominada como "Católica Ortodoxa", pasaría a ser conocida solo por esta última palabra) ocurrido en el año 1054 a causa de las rivalidades entre los patriarcados de Roma y Constantinopla y, teológicamente, alrededor de la cláusula filioque.
Durante los siglos XI y XIV se produce un gran desarrollo cultural gracias a la institución de nuevas universidades eclesiásticas, centradas sobre todo en la teología, pero también con facultades de artes, de derecho y, en algunos lugares, de medicina.
En el siglo XIII fueron fundadas y empezaron a desarrollarse las órdenes mendicantes, que tuvieron un gran influjo en la vida religiosa de la sociedad.
Hacia finales del siglo XIV se produjo un cisma, conocido como Cisma de Occidente, que afectó a la Iglesia católica desde 1378 hasta 1417, y que provocó fuertes tensiones y el surgimientos de ideas de tipo conciliaristas, según las cuales un concilio podría tener más autoridad que el Papa en algunos puntos. El conciliarismo fue condenado en el concilio V de Letrán en 1516.
Inquisición:
El término Inquisición hace referencia a varias instituciones
dedicadas a la supresión de la herejía mayoritariamente
en el seno de la Iglesia Católica. La
herejía en la era medieval muchas veces se castigaba con la pena de muerte, y
de ésta se derivan todas las demás. La Inquisición medieval fue fundada en 1184 en la zona de Languedoc (en
el sur de Francia) para combatir la herejía de los cátaros o
albigenses, que en 1249 se implantó también en el reino de Aragón (fue
la primera Inquisición estatal) y que en la Edad Moderna, con la unión de Aragón con
Castilla, fue extendida a ésta con el nombre de Inquisición española (1478-1821),
bajo control directo de la monarquía hispánica, cuyo ámbito de acción se
extendió después a América; la Inquisición portuguesa (1536-1821) y
la Inquisición romana(1542-1965).
Aunque en los países de mayoría protestante también hubo persecuciones, en este
caso contra católicos, contra reformadores radicales como los anabaptistas y
contra supuestos practicantes de brujería, los tribunales se constituían en el
marco del poder real o local, generalmente adecuado para cada caso concreto, y
no constituyeron una institución específica.
Reforma y contrarreforma religiosa
La Reforma
Católica o Contrarreforma no se originó como respuesta, como se
tiende a creer, a la reforma protestante de Martín
Lutero (la
cual había debilitado la autoridad de la Iglesia), ya que comenzó antes de la difusión del
protestantismo, pero no logró desarrollarse de manera institucional y masiva,
hasta después de que la Reforma Protestante se extendiera por gran parte de
Europa; por esta razón se cree que la Reforma Católica nació como respuesta a
la protestante, no siendo el caso; esto explicaría la derivación de su nombre a
"Contrarreforma".
Este movimiento de renovación cristiana
católica denota el período de resurgimiento católico desde el pontificado del
Papa Pío IV en 1560 hasta el fin de la Guerra de los Treinta Años, en 1648. Sus objetivos
fueron renovar la Iglesia y evitar el avance de las doctrinas protestantes.
Se esforzó sobre todo en cuatro temas:
1.
Doctrina.
3.
Modificación
de las órdenes religiosas, haciéndolas volver a sus orígenes espirituales.
4.
Vigilancia
de los movimientos espirituales, centrándolos en la vida piadosa y en una
relación personal con Cristo. Esto incluía a los místicos
españoles y a la escuela de
espiritualidad francesa.
Conclusión:
La historia del catolicismo nos ayuda
a decodificar muchos sucesos y aspectos del catolicismo actual, así también me
resultan interesantes los sucesos que produjo en el pasado y me pone a pensar
como fueran las cosas si esta religión no hubiese existido.
A lo largo de la historia desde que
existe el catolicismo, paso de ser oprimido a ser el opresor, también a llegar
al dominio de distintas civilización influyendo en la mayoría de las
decisiones. Honestamente de las cosas que más me molestan de esta religión fue
la eliminación radical a otras religiones, en búsqueda de crear una cultura y
religión generalizadas, acabando de este modo con la diversidad de ideas,
tradiciones, etc.
Así también con los juegos de
manipulación atreves del temor, humillación o incluso de los asesinatos.
También me molesta la fascinación de mantener a un pueblo ignorante para tener
el control y dominio sobre ellos. El querer ser quienes deciden que se hará a
conveniencia de ellos y la no aceptación de ideales o propuestas distintas.
Por otro lado si esto no hubiera sido así
no nos hubieran dejado como herencia una gran variedad de técnicas y métodos de
expresión artísticos, en ámbitos como la pintura, arquitectura, música,
escultura, danza y literatura. O así también como personajes oscuros que no
dejan de sorprendernos hoy en día tales como vampiros, brujas, licántropos,
demonios, etc.
Estos aportes son lo que ami en lo
personal me agradan o me desagradan, aunque honestamente no se si son
proporcionales los positivos y los negativos.
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