INTRODUCCION:
Mi familia
la conformamos cuatro personas: mis padres, mi hermana y yo; somos una familia
normal, como cualquier otra.
Mi padre
es empleado de oficina, trabaja en ferromex desde hace 33 años y aún le gusta
lo que hace. Es una persona muy alegre, divertida y solo espera el momento para
decir algo gracioso o que haga reír a quien lo rodeamos, es muy trabajador y
dedicado.
Mi madre
solo se dedica al hogar, hace 2 años trabajaba en una fábrica de globos,
comenzó en un puesto bajo pero con el paso del tiempo y su dedicación pudo ascender
de puesto a inspectora de calidad pero su trabajo se volvió más estresante y
pesado; debido al cumulo de estrés y
preocupaciones contrajo un virus llamado encefalitis y duro casi 7 meses
encamada. Yo me dedique a cuidarla, gracias a todos los estudios que le
han hecho y los cuidados que hemos
tenido con ella afortunadamente a salido adelante y no presenta secuelas muy
notorias de su enfermedad, solo necesita tomar de por vida medicamento que le
ayude a controlar su presión; sin embargo parece una persona normal.
Mi hermana
tiene 17 estudia la prepa en el CONALEP GDL I, estudia contabilidad, ella es
muy risueña, alegre, delgada y muy alta, es muy impulsiva y muy despistada pero
cuando se propone las cosas demuestra lo lista que es,
Yo soy
estudiante de la carrera de sociología, apenas es mi primer semestre. Aparte de
estudiar soy empleado en una empresa electrónica; ahí estoy en el área de
pruebas, mi trabajo consiste en probar todas las piezas sueltas que conforman
la máquina y verificar que su funcionamiento sea correcto, a veces suele ser
muy pesado por que llegan muchísimas piezas y todas son urgentes para poder
pasar al área de ensamble y seguir con el proceso.
Pues todo
comienza así:
Nosotros
vivíamos en Tlaquepaque, en la colonia el tapatío, teníamos 17 años viviendo
ahí, no es una colonia muy bonita que digamos, nuestra casa es pequeña pero es
muy cómoda para nuestra pequeña familia.
Mis
abuelos paternos viven en la colonia del fresno en Guadalajara, ahí Vivian mi tía,
su esposo y sus tres hijos (mis primos).
Todo
cambio cuando el esposo de mi tía
decidió comprar una casa para poder vivir con mi tía y sus hijos como familia,
ya que el esposo de mi tía no estaba tan cómodo conviviendo con mis abuelos,
pues ya tenían varios años ahí y ya quería vivir aparte con su familia.
Mis abuelos
piden apoyo a mi papá para irnos a vivir con ellos ya que son algo mayores y ya
no pueden hacer muchas cosas solos.
Mi padre nos pidió nuestra opinión y sobre todo mucho apoyo, aunque no era una decisión fácil, no tardamos
mucho en responder que sí, pues hasta el momento creíamos que no había mucho en
que pensar pues ya que se trataba de mis abuelos y lo único que queremos es
apoyarnos como familia y salir adelante junto con ellos.
Mis padres
decidieron rentar nuestra casa y vender todos los muebles pues ya que en la
casa de mis abuelos los cuartos ya estaban amueblados y no nos necesitaríamos
llevar nada de eso.
Alrededor de
casi una semana mis padres consiguieron vender la mayoría de las cosas, pues
las vendieron en precios muy bajos y afortunadamente varios vecinos se
interesaron en ellos y esto hizo más fácil la venta de los muebles.
Todo este
proceso de mudarnos tardo aproximadamente tres semanas, al parecer todo iba de
acuerdo al plan, todo pintaba para un buen futuro y un cambio muy bueno para
cada integrante de mi familia.
La primera
semana fue un poco pesada pues teníamos cosas que aún se habían quedado en
nuestra antigua casa y el transportarlas se volvía un poco difícil, pero
después de esa semana pudimos completar la mudanza.
El
adaptarnos no fue tan difícil, hasta el momento creíamos conocer bien a mis
abuelos y nos sentíamos muy bien aunque
aún sentíamos un poco de nostalgia por haber dejado nuestra casa y a nuestros
conocidos.
Después de
unos días mi hermana, mi madre y yo coincidíamos en que tal vez fue un proceso
demasiado rápido pues meditando bien las cosas no tuvimos tiempo en reflexionar
ni de mentalizarnos al nuevo cambio que habíamos aceptado.
El único
convencido y feliz en todos los aspectos era mi papá, pues él es muy apegado a
mi abuela y la idea de volver a vivir con ella en la misma casa y poder
ayudarla lo llenaba de felicidad, pues la idea de protegerla y pasar más tiempo
con ella era su mayor motivación para este cambio.
En ese
tiempo yo tenía aproximadamente un mes de estar desempleado pues la empresa en
la que trabajaba mi contrato se había terminado y la empresa no me lo renovó
debido a que la demanda de trabajo estaba bajando y pues ya no era necesario
que siguiera laborando ahí.
Mi
hermana estudia la preparatoria, ella
asiste al CONALEP GDL I, ubicado en la colonia las juntas en Tlaquepaque. Para
ella este cambio afecto mucho en el aspecto escolar, pues ella estaba
acostumbrada a caminar ya que la prepa estaba muy cerca de la casa en la que
vivíamos y ahora tiene que usar el transporte público.
Además está
en el turno vespertino y su hora de
salida es a las 9:00 p.m. así que
prácticamente tiene que salir corriendo para poder alcanzar el camión.
También se
le ha complicado la relación con su novio, pues el muchacho también vive en
Tlaquepaque y pues el aun depende de sus padres y a veces no cuenta con los
recursos para visitarla; al principio a mi hermana no le importaba pues ella
sabe que no siempre se podría ver con él.
Notamos que
cuando el muchacho visitaba a mi hermana mis abuelos cambiaban su actitud, lo
trataban de una manera bastante indiferente, lo veían mal porque él vive en una
colonia donde hay mucha delincuencia, además el viene de una familia sencilla y
humilde y mis abuelos le meten ideas a mi hermana sobre que la gente así no
valen la pena; lo juzgaban sin conocerlo.
Mis abuelos
trataron de mal aconsejar a mis papas, decían que el muchacho era una mala influencia
para mi hermana, ellos no hicieron caso pues ya conoces muy bien al muchacho y
a su familia y saben que son buenas personas.
Desde ese
momento notamos que mis abuelos comenzaron a tomar actitudes diferentes hacia
los cuatro miembros de la familia.
Mis abuelos
tienen la costumbre de dormir y levantarse temprano, pero nosotros no, mi papá
llega de su trabajo a las 12:15 a.m. y siempre hemos tenido la costumbre de
esperarlo y charlar con el sobre cosas que nos pasaron en el día y él nos
platica como le fue en su día.
Por lo tanto
nuestra hora de dormir y despertar es un poco más tarde que la de mis abuelos;
pero siempre hemos sido así y creímos que así nos aceptarían.
Notamos que
a mis tías les contaban cosas de nosotros a nuestras espaldas y por si fuera
poco todos los comentarios eran bastante exagerados, pero ejemplo: si nosotros
nos íbamos a dormir a las 12:30 a.m. y ellos decían que nos acostábamos a la
1:30 a.m. y si nos despertábamos a las 10:00 a.m. ellos decían que nos
levantábamos a las 12:00 p.m.
Al principio
de todo esto le comentamos a mi papá sobre estos cambios de actitud que tenían
con nosotros para que así el hablara con ellos y saber qué es lo que pasaba y
el porqué de sus comentarios; pero sin embargo mi papá no nos creía.
Mi mamá
siempre había trabajado, la mayor parte de
mi vida la vi hacerlo, hasta que a causa de una enfermedad que sufrió no
pudo seguir haciéndolo, pero afortunadamente se encuentra bien y solo se dedica
al hogar. Ella siempre ha sido muy
servicial no para con las labores de la casa hasta que se va a dormir; también
le encanta cocinar, disfruta mucho haciéndolo y desde que vivimos con mis
abuelos siempre se ha basado en el gusto de ellos para preparar lo que ellos
quieran o de lo que tengan antojo.
Entre mi
papá, mis abuelos y yo hemos llevado los gastos de la casa, pero los que más
aportan son mis abuelos pues ellos están pensionados y no tienen gastos, así
que ellos tratan de poner la mayor parte de los gastos según esto para
beneficio de nosotros (Hasta que nos dimos cuenta que a nuestras espaldas dicen
que nos aprovechamos y somos atenidos).
Mi papá
había estado haciendo muchos planes en cuestión económica pues ya había ido
varias veces a nuestra antigua casa a hacerle reparaciones porque pensaba
rentarla y después de varias semanas de haberle invertido tiempo y dinero logro
su objetivo y pudo rentar la casa.
Él estaba de
acuerdo con que mis abuelos pusieran la mayor parte de los gastos ya que él
creía en las palabras de ellos en que lo hacían para ayudarnos (hasta la fecha
ignora que nos dicen mantenidos).
Pero los
planes de mi papá no salieron del todo como se planeaban pues ya que a la hora
de la comida ¨casualmente¨ llegaban todos mis tíos y mis abuelos sin
importarles si alcanzaba o no para todos los invitaban a comer y mi papá se
veía obligado a comprar más comida y eso implicaba más gasto.
Debido al
gusto de mi mamá por la cocina puedo decir que tiene un sazón único, pero
desgraciadamente mis abuelos también lo saben y abusan de eso pues siempre le
piden hacer grandes cantidades de comida para invitar a mis tíos pero no se
acomiden en ayudar en nada ni ellos ni mis tíos, aunque a mi madre no le
importa hacerlo pues ella ama cocinar, pero el detalle es, que todos mis tíos
solo llegan a comer y se van, no son capaces de lavar los platos que usaron y
pues entre mi madre y mi hermana son las que se hacen cargo de lavar las
montañas de platos sucios que dejaron.
Mi hermana
es de carácter muy fuerte y por ello siempre tiene discusiones con mis padres,
eso ya era normal para nosotros porque al final de las discusiones siempre
veían la manera de solucionar las cosas pero eso cambio con nuestra convivencia
con mis abuelos porque durante las discusiones ellos se metían y solo
provocaban que las discusiones se volvieran más grandes.
Ya habían
pasado casi 4 meses y yo ya había comenzado con el trámite correspondiente para
la universidad, ya no pensaba en trabajar pues quería enfocarme en el examen a la universidad
y mis padres me apoyaban con eso; pero
para mis abuelos solo era una excusa
para no trabajar y estar todo el día en la casa según ellos de holgazán. Siempre trataba de ayudar en lo que se podía,
iba a los mandados, ayudaba con el aseo de la casa pero para ellos no valía.
Era a todas horas todos los días escuchar sermones sobre la importancia del
trabajo, aunque siempre lo mencionaban de una manera bastante sarcástica y en
tono de burla.
Afortunadamente
se me abrió la oportunidad para un empleo, sin pensarlo lo acepte porque lo
único que quería en esos momentos era estar fuera de casa. Las primeras semanas
que estuve laborando fueron difíciles pues era un poco pesado y tenía que
aprender las labores a realizar; al llegar a casa lo único que quería era
descansar pues a veces tenia días muy pesados y al llegar a casa a acostarme
también era mal visto para ellos, total que de una forma u otra no me sacaban
del concepto de holgazán.
Como mi
abuela sabe que mi papá es muy apegado a ella notamos que le metía muchas malas
ideas de nosotros, al principio de esto mi papa estaba cayendo en los
comentarios que le decían y comenzaba a dudar de nosotros, hasta que él se dio cuenta que eran
solo mentiras o exageraciones de mi abuela. Al percatarse mi abuela de esto
siguió cambiando su forma de ser hacia nosotros cada día era más y más
sarcástica e hipócrita. En reuniones familiares nos dábamos cuenta que los
cometarios que hacia referentes a nosotros eran exagerados o algunas veces
mentira. Llegaron a incluso a darle quejas exageradas a mi papá, él siempre ha
tratado de que siempre estemos en armonía, pero a raíz de esas quejas comenzaba
a estresarse demasiado, hacia corajes como nunca o a veces entraba en depresión
porque sentía y reconocía que al habernos mudado había sido un error fatal. Era mucha su
desesperación por no conseguir esa armonía que él quería.
A causa de
eso su salud se vio afectada, había días que no se sentía bien, sin embargo el
omitía todos estos síntomas, solo decía: al rato se me pasa. Lo convencimos de
ir al seguro a checarse, desgraciadamente los resultados de esos chequeos nos
impactaron a todos pues le diagnosticaron principios de diabetes. Él tiene un
poco de sobrepeso eso sumado con los problemas de azúcar que tiene y todo ese
ahitamiento que ha sufrido por tener tantos conflictos con mis abuelos le
provocaron eso.
CONCLUSIÓN
Nos dimos
cuenta que tomamos una decisión muy apresurada, creímos que por ser nuestra
familia todo iría bien, sabemos que hay veces que tenemos que adaptarnos a lo
nuevo y aceptar a las personas como son pero mis abuelos no lo tomaron de esa
manera.
Aun mi
papa los defiende diciendo que ya están grandes y que así son pero lo que sí
reconoce es que fue un error muy grande el habernos mudado sin antes meditarlos
mejor, ahora no podemos volver a nuestra casa porque esta rentada y aunque
pudiéramos ya no tenemos nada, solo la casa vacía.
Aprendimos
que tenemos que pensar bien las cosas antes de tomar cualquier decisión porque
aunque se trate de familia podemos salir perjudicados.
Testimonios:
Arturo Montes García (papá):
Creí que
este cambio nos ayudaría a crecer como personas pero creo que el mudarnos fue
la peor decisión que tomamos jamás creí este cambio por parte de mis padres.
María de Lourdes Guerra González (mamá):
Me siento mal, me siento como una extraña en
esta casa, porque antes de vivir aquí mi relación con mis suegros era diferente
ahora parece que no puedo hacer nada porque todo lo ven mal.
Diana Erika Montes Guerra (hermana):
Me siento
mal porque en primera la escuela me queda muy lejos pero le peor es que con mis
abuelos no tenemos privacidad y solo nos observan para así darles quejas a mis
papás y meterles ideas malas de mí.
Les
molesta todo lo que hacemos: está mal prender la tele, está mal escuchar
música, está mal decir lo que pensamos.
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