Repercusiones del Amarillismo Periodístico
El Amarillismo Periodístico no es un tema que actualmente sea abordado como una problemática social, más bien ha sido adoptado como un término mas, para referirse a eso que nos paréese, propicia una buena charla de reflexión acerca de lo mala influencia de los medios de comunicación.
La distorsión de realidad que el periodismo amarillista propicia, es simplemente grotesca. Gracias a esta distorsión, la nota roja a desplegado de un suceso desagradable, a un suceso de largo alcance gratificante, lo que Carlos Monsivais identifica como purificación y depuración, el lector se encuentra catastróficamente indolente a la situación de violencia presentada en una redacción que como encabezado, incluye frases colmas de doble sentido y modismos incoherentes.
Es desgastante ver, que a pesar de la lista interminable de repercusiones desfavorables que trae consigo una nota amarillista, las personas a cargo de difundir información que prevenga este hecho, contribuye a que el receptor sea aun mas atraído a comprar una publicación de este tipo, es el caso de televisoras que apáticamente presentan secuencia de casos sangrientos como *historias* acontecidas en la madrugada y noche, muertes, atropellamientos, violaciones, robos, ejecuciones y desastres entre pandillas, lo único que transmite es felicidad e identificación al pensar que pueden ser sucesos ocurridos en tu colonia, o el lugar donde ahora vive algún familiar e inclusive tu vecino puede ser la victima, estos ejemplos llenan de orgullo al televidente con el lema *yo lo conozco*,
es mas fácil encender la televisión y recibir información disforme, con imágenes frescas, que caminar al puesto mas cercano y pagar 10 pesos por un periódico que además tienes que leer, invirtiendo asi mas tiempo.
La compra y venta de esta clase de periódicos, es sin duda alguna lamentable, no existe control para evitar el esparcimiento de datos que colaboren a elaborar una nota de esta clase (fotografías, reportes de personas allegadas al hecho *policías y familiares*), mucho menos existe control en la distribución, menores de edad tienen a su alcance publicaciones como *metro* con contenido pornográfico y encabezados amorfos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario