En este libro, Zygmunt Bauman señala como el concepto de identidad ha tenido sus variaciones dependiendo de cada etapa histórica. A partir de esto hace una breve explicación de la construcción de la identidad originada por la generación de los estados-nación. Señala cómo el concepto de identidad surge por las pretensiones de los estados de hacer de su nación una sociedad homogénea que se identificara con los valores patrióticos preponderados por cada país; las identidades se basaban en la intención de crear una igualdad “nacional” la cual se moldearía por las instituciones. Bauman, sostiene como en países como su natal Polonia la identidad no significaba ningún problema, puesto que la gente vivía en comunidades que daban sentido de pertenencia a la gente, no existía ningún conflicto entre el “quienes son” y que “deberían ser”. Por consiguiente las comunidades son entidades que definen la identidad, pero ¿Qué sucede cuando estas comunidades se ven trastocadas por procesos de globalización? Bauman, identifica a la identidad como el lenguaje de los marginados a causa de la globalización, se vive una constante nostalgia con el pasado, junto a conformidad con la modernidad “liquida”.
Para Bauman, es fundamental el concepto de modernidad “liquida” pues sostiene que actualmente las personas tenemos problemas de coherencia para definir que nos distingue, estamos expuestos a una diversidad de ideas y principios, a eminentes negociaciones que ponen a las personas en estado “líquido” es decir, nada perdura y todo está cambiando. Las identidades, señala, flotan en el aire por elección o infladas y lanzadas por quienes nos rodean, las distintas identidades provocan una crisis de pertenencia y la confusión entre lo que uno es y lo que uno debería ser. Las identidades ya no se establecen desde las instituciones, el debilitamiento ha dejado al individuo esta tarea de elección.
La modernidad liquida, tiene elementos muy importantes como parte de las identidades, primordialmente el elemento tecnológico. Bauman citando a distintos autores continúa señalando cómo a partir del debilitamiento de las instituciones y la introducción de los mercados mundiales, el internet ha pasado a ser pieza fundamental como forma de convivencia. El internet se vuelve una especie de mercado donde se nos oferta toda clase de identidades, las cuales se construyen de forma virtual pero, por el hecho de ser virtuales dificultan la proximidad. La gente se va aislando de su entorno por medio de sus celulares, auriculares, y está perdiendo la capacidad de tener relaciones espontaneas reales. Siendo así, las identidades según Bauman transitan entre el sueño y la pesadilla, la gente no encuentra estabilidad en sus vidas, el trabajo es por periodos cortos, no se encuentra estabilidad emocional y por ende se acrecenta la pregunta de ¿Quiénes somos? Bauman comenta: las identidades se nos revelan como algo que hay que inventar, en lugar de descubrir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario