Parque B. Hernández
Domingo por la mañana, me levante de mi cama, sin ganas y fuerza
de hacer algo importante, mi día anterior fue desgastante, un dolor en mi
cabeza azotaba todo mi cuerpo como el viento a un viejo árbol, tome un ligero desayuno
y salí de casa caminando con un libro sobre mi mano, me dispuse ir a un viejo y
conocido parque de mi localidad, el parque "B. Hernández" un lugar
de muchos recuerdos cuando niño, recuerdo haber visto aun hombre solitario
colgado de un árbol hacia unos años, tome asiento en una fea y maltratada banca
y me dispuse a observar:
Dividido en cuatro secciones y acondicionado para una localidad
pequeña que cubre lo básico. las personas me saludan, veo una papelería, una
tlapalería, una panadería, una vieja farmacia, una paletería y en su centro un
feo mercado donde muchas personas toman su primer alimento del día, todo acompañado
de muchas hogares que rodean este lugar lleno de arboles y personas. las
personas socializan, corren en compañía de su mascota, de lejos una pareja sobre
el pasto, niños riendo y jugando, a la distancia un grupo de personas de joven
edad platicando y fumando "cigarrillos" que emitían un olor bastante
extraño, bancas y paredes luciendo rayones con diversos significados, un
ambiente tranquilo y fresco, opacado por los agradables sonidos de un puñado de
aves, un sitio humilde y agradable para toda persona que lo visite en compañía.
No observe mucho, tal vez me perdí un poco en mi libro, me levante
de aquella banca y me retire del lugar pensando en regresar en compañía de un
buen amigo.
Oscar Pérez Lucía.
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