¿Por qué decidí estudiar Sociología?
Más inquietante que contestar a esta pregunta es responderles a padres,
tíos, vecinos, o a la señora de la panadería cuando interrogan: - ¿para qué
sirven los sociólogos? ¿Qué hacen? Y es ahí cuando manifiesto en voz baja: ¡para
molestar señores! Eso, ¡para incomodar a la realidad!
A pesar de que ya me encuentro cursando las últimas materias, sigue
siendo una pregunta difícil de responder. Recuerdo estar en mi último año de la
secundaria (en Argentina no tenemos preparatoria) y aún no tener definido que quería
seguir estudiando. Lo único que sabía con seguridad es que iba a seguir alguna
carrera de las ciencias sociales; pero nada me terminaba de convencer, hasta
que descubrí que existía la Sociología y pensé que ese era mi lugar.
Siempre sentí curiosidad por comprender el modo en que interactúan los
individuos entre sí y cómo ciertas prácticas o decisiones que creemos tomar de
manera individual, que pensamos como propias, en realidad son el resultado de
la imposición del “deber ser” que se nos ha impuesto y machacado durante tantos
años a través de las instituciones.
Además, siempre me interesó conocer otras civilizaciones: como se
organizan, de qué modo viven, cuáles son sus prácticas sociales, etc. y considero
que la sociología puede ser una herramienta eficaz para llevar a cabo tal tarea
y comprender el desarrollo de otras civilizaciones.
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