miércoles, 6 de junio de 2012

Reseña en equipo


“Las batallas en el desierto”

José Emilio Pacheco

“Se acabó esa ciudad. Terminó aquel país. No hay memoria del México de aquellos años. Y a nadie le importa: de ese horror quién puede tener nostalgia”.

El 30 de junio de 1939 nació en la Ciudad de México el gran escritor José Emilio Pacheco.  Estudió derecho y letras en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Colaboró en varias revistas y laboró como maestro en diversas Universidades en México, Canadá, Inglaterra y Estados Unidos. Además fue investigador en el Departamento de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

A recibido diversos premios de alto auge como son: Magda Donato (1967), Xavier Villaurrutia (1973), Nacional de Lingüística y Literatura de México (1992), Octavio Paz (2003), Pablo Neruda (2004), García Lorca (2005), Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y Cervantes (recibidos ambos en 2009).

Entre sus principales obras podemos destacar: Tarde o temprano (recopilación de sus poesías), El viento distante y otros relatos (1963), Morirás lejos (1967), El principio del placer (1972) y Las Batallas en el desierto (1981).

Nuestra infancia, nuestros amoríos de niños, nuestros padres, la escuela, los amigos; estas entre muchas otras cosas es lo que nos hace recordar Pacheco en “Las batallas en el desierto”. Esta maravillosa obra relata una historia que se desarrolla en la colonia Roma de la ciudad de México en la década de los 50´s durante el gobierno del presidente Miguel Alemán.

La obra utiliza un lenguaje bastante coloquial, lo cual permite ser digerible fácilmente, entender cada mensaje que el autor quiere expresar. Quizá sea la sencillez con que se muestra al México de entonces lo que hace a “Las Batallas en el desierto” una magnifica historia.

Carlitos un niño de clase media  que asiste a la escuela, que tiene amigos, que juega, que se enamora, que recibe una educación bastante estricta por unos padres católicos de hueso colorado (Como decimos en México). Un niño, como tantos en este País.

La historia acontece en tiempos del presidente Alemán, en una época difícil y extraña para el mundo: Los años de la segunda guerra que, como bien lo señala el personaje principal, no eran comprendidos del todo por él ni por sus compañeros de escuela y menciona: “los niños de la Segunda Guerra Mundial no tuvimos juguetes. Todo fue producción militar. Hasta la Parker y la Esterbrook fabricaron materiales de guerra”.

Con la colonia Roma como escenario (con casas porfirianas que fueron desmanteladas para convertirse en enormes edificios de varios pisos), en medio de la modernidad que empezaba a inundar a México, durante el periodo presidencial de Alemán, encontramos también otro tema importante de Las Batallas en el Desierto: el amor durante la niñez: “Voy a guardar intacto el recuerdo de este instante porque todo lo que existe ahora mismo nunca volverá a ser igual. Un día lo veré como la más remota prehistoria. Voy a conservarlo entero porque hoy me enamoré de Mariana. ¿Qué va a pasar? No pasará nada. Es imposible que algo suceda.” El personaje duda, pues ¿cómo podría Mariana, una mujer adulta, fijarse en él?

En Batallas en el desierto, podemos hallar también, una crítica al gobierno de Miguel Alemán. Recordemos que su lema fue: “Industrialización, urbanización y educación”. La óptica desde la que se abordan estos tres elementos es pues, la de un niño perteneciente a la clase media, Carlos, que vive en una colonia aristocrática que empieza a deteriorarse. En su escuela, una de tantas pertenecientes a la orden de los salesianos o a los maristas, los alumnos son tan diversos, se mezclan las diferentes clases sociales y se empieza a dibujar el panorama del futuro. Entre las paredes de la escuela, conviven y juegan a las batallas en el desierto, niños cuya madre se dedica a lavar ropa ajena, niños clasemedieros, norteamericanos, hijos de burócratas, o niños japoneses.

“Antes de jugar a la guerra del Medioriente, el principal deporte de nuestra clase consistía en molestar a Toru. Nunca me sumé a las burlas. Pensaba en lo que sentiría yo, único mexicano en una escuela de Tokio… Toru, el mejor del grupo, sobresaliente en todas las materias. Siempre estudiando con su libro en la mano. Sabía jiu-jit-su. Una vez se cansó de las burlas y por poco hace pedazos a Domínguez. Lo obligó a pedirle perdón de rodillas. Nadie volvió a meterse con Toru. Hoy dirige una industria japonesa con cuatro mil esclavos mexicanos”.

Entre Cadillacs, un montón de inauguraciones de carreteras, avenidas, presas, hospitales y edificios inmensos, con música de bolero como fondo, el lector de esta novela breve de José Emilio Pacheco, va siendo participe de un periodo histórico de la vida de México y se adentra a la historia de amor de Carlos y la madre de su mejor amigo (y por supuesto, el escándalo provocado cuando el asunto sale a la luz).



Bibliografía:

Sin autor, José Emilio Pacheco, Biografías y vidas, Publicado en 2004,  Consultado el 24 de marzo de 2012, http://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/pacheco_jose.htm

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