Falacias Lógicas
Estas se clasifican de dos formas, formales y no formales.
No formales: Razonamientos que aportan a la proposición ideas inconclusas para llegar al razonamiento final, se trata de persuadir con puntos o elementos irracionales, por ejemplo; se en vez de presentar razonamientos lógicos hacía una persona que se encuentra en una posición acerca de algún tema se le ataca o se le denigra sin hacer válido sus argumentos.
Formales: Razonamientos también no válidos pero frecuentemente se les asemejan a un razonamiento lógico, pasa inadvertido el error. Por ejemplo; si llueve, agarro mi paraguas, una oración lógica, sin embargo, agarro mi paraguas, entonces llueve, una afirmación del anterior.
Es habitual encontrarlas en distintos terrenos, sobre todo para argumentar a favor o en contra de causas o intereses de todo tipo.
También se encuentran:
Anfibología, en el cual el argumento puede tener distintos significados.
Apelación a la autoridad, el argumento se da por cierto ya que es propuesto por una autoridad.
Apelación a la multitud, el argumento se da por cierto ya que todos lo hacen.
Causa falsa, se confunde relación con causalidad.
Continuo, no se distinguen casos extremos cuando hay casos intermedios ambiguos.
Contra el hombre, se ataca en vez de argumentar.
Hombre de paja, se confunde el argumento para que sea más fácil de atacar.
Falsa dicotomía, de todas las opciones solo se tienen en cuenta dos.
Inconsistencia, los argumentos no pueden ser ciertos todos a la vez.
Incredulidad personal, no se entiende el argumento por lo que es falso.
No se sigue, los argumentos son irrelevantes.
Por la ignorancia, se da el argumento por cierto ya que no se puede comprobar que es falso.
Por sus consecuencias, se da por cierto el argumento ya que sus consecuencias son indeseables.
Tautología, la verdad del argumento ya se incluye entre sus hipótesis.
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