“La
noche de Tlatelolco."
“Elena Poniatowska nació en París el 19 de mayo
de 1932. Desde 1942 radica en México, naturalizada mexicana en 1969.
Periodista, escritora, defensora de causas
sociales, Elena Poniatowska es una de las intelectuales más activas de México,
a donde llegó a los nueve años.
Su madre Paulette, se llamaba en realidad
Dolores Amor y nació en París, hija de una familia profiriana
exiliada tras la revolución, se casó en Francia con otro exiliado, el
heredero de la corono polaca. Huyó de la Segunda Guerra Mundial con sus hijas
(Elena y Sofía) a México. El padre se había alistado en el ejército francés
para combatir en la guerra, al terminar se reunió con su familia. Pronto nació
el tercer hijo del matrimonio.
El contacto con la cultura mexicana despertó en
Elena su pasión literaria. Su nana, Magdalena Castillo, que dedicó la vida a
cuidarlas, fue su maestra de español. Ya mayor la enviaron a un internado
religioso en Estados Unidos, a su regreso México le seguía pareciendo un país
desconocido. Para conocerlo se lanzó a entrevistar a los grandes artistas
mexicanos. Desde una azotea, Elena Poniatowska, vio y se sintió deslumbrada por
una lavandera que hablaba fuerte y con sabiduría. Luego de una larga entrevista
con este personaje formidable nace la novela “Hasta no verte, Jesús mío”, con
la que ganó el Premio Mazatlán de Literatura.
Escribió sobre la tragedia de Tlatelolco que se
negaron a publicarle.
En 1979 recibió el Premio Nacional de
Periodismo, fue la primera mujer a quien se otorgó esta distinción y la única
escritora que ha obtenido dos veces el Premio Mazatlán.
Cronista del terremoto del 85 y del conflicto de
Chiapas, continuó compaginando su labor periodística con la literatura. En 1992
publicó “Tinísima”, novela que tardó diez años en escribir e inmediatamente después
se sentó a trabajar en “Luz y luna”.
Aunque padece de una insuficiencia biológica que
le produce continuas depresiones, Elena dedica buena parte de su vida a
escribir novelas, cuentos, poemas, artículos, entrevistas y sobre todo prólogos
y presentaciones de libros.
Desde hace más de veinte años dedica los jueves a
dar clases en un taller literario.”[1]http://escritoras.com/escritoras/Elena-Poniatowska
En este libro, en el cual la autora Poniatowska
reportera, se encargó de escuchar y recopilar las diferentes
historias de personas que estuvieron presentes. Se habla de uno de los
momentos más recordados por los mexicanos, la matanza de Tlatelolco ocurrida en
1968.
La noche de Tlatelolco , no es
narrativa, es una crónica documentada que le da forma y sentido al libro con
los testimonios que se presentan de estudiantes, padres, profesores,
trabajadores.
Las dos partes que compone La noche de
Tlatelolco se titulan “Ganar la calle” y “La noche de
Tlatelolco”.
Comienza con una crónica de opinión y de
información por parte de Elena, representando con imágenes la historia sobre
cómo comenzó el movimiento estudiantil y la reacción de los estudiantes ante la
violencia que ejercía el ejército hacía ellos.
Continúa el ensayo con: “Ganar la calle” es una
recopilación del proceso estudiantil desde el inicio del movimiento, de
cómo se organizaban; sus pensamientos e ideologías; deteniéndose en
la matanza y brincando entonces a la persecución, tortura y prisión de los
líderes estudiantiles.
“La noche de Tlatelolco” comienza con el poema
“Memorial de Tlatelolco”, de Rosario Castellanos. Seguido por el ensayo de
Poniatowska, y titulares de los principales periódicos del país a la mañana
siguiente de la matanza.
El movimiento estudiantil pasó a ser un
movimiento social, al cual se fueron uniendo otras universidades,
ferrocarrileros, obreros. Después de varios meses de reuniones, marchas y
protestas, el 2 de octubre hubo una reunión masiva en la Plaza de las tres
culturas en Tlatelolco.
Algunos de los líderes que estuvieron presentes
dicho día, ya habían llegado anteriormente a un acuerdo o trato con el
gobierno, por lo que esa misma tarde, el ejército rodeó la plaza y las calles
colindantes, sin dejar a un lado un helicóptero y a los miembros del
Batallón Olimpia que iban vestidos de civiles y se infiltraron entre los
estudiantes. Empezaron a disparar y matar a todos los presentes,
incluso a los que pasaban por ahí nada más. Algunos corrían y se escondían en
los departamentos contiguos a la plaza, pero el ejército fue detrás de ellos y
mató incluso a todo aquel que aceptara a algún estudiante en su casa.
Tlatelolco se tiñó de rojo sangre.
Está obra literaria trata de
mostrarnos de lo que es capaz el gobierno mexicano, pero también la candidez
de los estudiantes, y en la posibilidad de un cambio inmediato a treinta años
de gobierno monopartidista.
Las torturas cometidas por parte del ejército,
nos muestra testimonios de estudiantes, profesores, niñas “popis”
encarcelados en Lecumberri, que fueron deshonra ante sus familias,
los mitin relámpagos, los ideales, los muchachos, el pliego petitorio, el
artículo 145, todas estas piezas son claves para entender el rompecabezas de lo
que fue Tlatelolco.
Lo que exigían los estudiantes de la UNAM, del
Poli y los demás aliados, sí tenía sentido una vez analizado el pliego
petitorio. Los estudiantes de México de la época, se unieron a las otras miles
de protestas que sucedían en otras partes del mundo. Su único error fue
exigirle al gobierno la resolución de su inofensivo pliego petitorio y el
dialogo público, error que fue castigado con represiones y la matanza del 2 de
octubre.
Con este libro, se puede llegar a conocer
los recuerdos de un país que después de tantos años continúan exigiendo justicia
por uno de los actos más descaminados que estigmatizan la historia de México.
Y que actualmente podemos comparar este suceso
con los cuarenta y tres estudiantes “desaparecidos” de Ayotzinapa.
Con las “desapariciones” de mujeres,
los famosos “feminicidios”.
Con la desaparición de los mineros de Cananea.
Es sin duda una lectura con amplia reflexión,
te conmueve; puedes en cierta medida comprender el ánimo de la juventud
de ese momento, y conocer de lo que es capaz un gobierno, con tal de no
perder del poder, y sobre todo callar a aquellos que exigen una administración
diferente.
Es una mirada a la historia, es indispensable
que todo joven estudiante en México lo lea, para que pueda entender muchas de
las cosas que pasan actualmente tanto sociales y políticamente.
Los diversos componentes de la sociedad mexicana
actual, aportan su modo de ver, sentir y considerar los acontecimientos.
No se trata de emitir un juicio general, sino de recoger la experiencia
misma y su reflejo en la memoria de muchos.
Contiene testimonios suficientes, tanto en
contra y a favor del movimiento el cual hace que el lector pueda tener un
criterio más amplio sobre el tema.
Libro: Poniatowska, Elena. 1971. La noche de Tlatelolco. Era, México D.F.
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