Proyecto de investigación
Centro universitario de ciencias sociales y humanísticas (CUCSH)
Alumno: Luis Alberto Hernández Pelayo
Carrera: Sociología
Maestro: Rodolfo Moran
Titulo: Hikikomoris
Tamaki Saitō es un psicólogo japonés experto en el tema de los hikikomoris, buscando posibles soluciones a este problema.
El novelista y realizador cinematográfico Ryu Murakami lo explica como "la consecuencia del fenómeno de crecimiento de la economía japonesa durante la segunda mitad del siglo XX".
Hariko Kuruaya psicologa especializada en estudiar las tendencias de los jóvenes japoneses.
Tamaka Saiko Psiquiatra y escritor, crea el libro "guía para sacar la vida de hikikomori" siendo esta una guía para padres.
En este tema existen muchas interrogativas:
¿Cuales son las causas por las cuales se vuelven hikikomoris? ¿Cual es la mejor forma de "curarlos"? ¿Por que tienen problemas de comunicación?
¿Por que es un fenómeno casi exclusivo en Japón? ¿La sociedad japonesa es la culpable? ¿Que pasa en Japón que para que ocurra esto?
Los hikikomoris son adolescentes y adultos jóvenes que se ven abrumados por la sociedad japonesa y se sienten incapaces de cumplir los roles sociales que se esperan de ellos, reaccionando con un aislamiento social. Los hikikomori a menudo rehúsan abandonar la casa de sus padres y puede que se encierren en una habitación durante meses o incluso años. La mayoría de ellos son varones, y muchos son también primogénitos. Este tipo de problemas se centran (aunque bien, no son exclusivos) en las clases media-alta y alta, donde el joven posee cuarto propio, lo cual es considerado un lujo en Japón. La palabra japonesa hikikomori significa aislamiento en español.
Síntomas del aislamiento
Mientras que algunas personas sienten presión por parte del mundo exterior, y padecen agorafobia, un hikikomori reacciona con un completo aislamiento social para evitar toda la presión exterior. Pueden encerrarse en sus dormitorios o alguna otra habitación de la casa de sus padres durante periodos de tiempo prolongados, a menudo años. Normalmente no tienen ningún amigo, y en su mayoría duermen a lo largo del día, y ven la televisión o juegan al ordenador durante la noche. Todo esto hace de ellos un caso extremo de solteros parásitos (expresión japonesa para nombrar a aquellos que viven de las sopas instantáneas, viviendo en casa de sus padres para disfrutar de mayor comodidad).
El aislamiento de la sociedad normalmente comienza de forma gradual, antes de que el hikikomori cierre con llave la puerta de su habitación. A menudo se encuentran tristes, pierden sus amigos, se vuelven inseguros, tímidos y hablan menos. Frecuentemente son objeto de burla en el colegio, lo cual puede ser el detonante para su aislamiento.
Deciden autoexcluirse radicalmente de la realidad tras fracasar en algún aspecto, generalmente en el ámbito escolar o dentro de su núcleo de amigos o amigas.
Aunque a simple vista puede resultar difícil comprender por qué adoptan una reacción tan extrema y son incapaces de buscar una solución junto a su familia o sus profesores, conocer la sociedad en la que viven nos puede dar algunas pistas.
La mayoría de los hikikomori mantienen contacto con el mundo exterior solamente por el ordenador, la televisión y los videojuegos en línea. Sin embargo, en casos extremos, el hikikomori puede cerrarse incluso a esto y permanecer horas y horas en la misma posición, con la vista en un punto fijo, viviendo de su imaginación.
El doctor japonés Tamaki Saito es precursor en los estudios de esta nueva enfermedad social.
Reacción de los padres
El tener un hikikomori en la familia normalmente es considerado un problema interno de esta, y muchos padres esperan mucho tiempo antes de buscar una terapia psicológica. Además, en Japón la educación del niño corre a cargo de la madre, por tradición, y puede que el padre deje todo el problema del hikikomori a la madre, la cual se siente sobre protectora con su hijo. En un principio, la mayoría de los padres se limitan a esperar que el niño supere sus problemas y regrese a la sociedad por su propia voluntad. Lo ven como una fase que el niño ha de superar. Además, muchos padres no saben qué hacer con un hikikomori, y simplemente esperan debido a la falta de otras opciones. Normalmente no se fuerza (o se tarda mucho en hacerlo) de forma radical al niño para que vuelva a integrarse a la sociedad.
Tener un hikikomori en la familia es a menudo vergonzoso, y es considerado en Japón un problema interno de la familia. Los colegios y asistentes sociales pueden hacer preguntas, pero normalmente no se involucran en la situación.
Muchos padres de hikikomori toman la decisión de enviarlos al extranjero, confiando en que el cambio de ambiente los ayude, pero lo único que hacen es pasarle el problema a la familia anfitriona, siendo esta la forma en que se conoció el problema en Occidente.
Sociedad japonesa
Las personas somos seres sociales, de tal modo que nuestra relación con otras personas es tan importante como otros aspectos de la vida. A veces percibimos nuestro entorno como una amenaza y reaccionamos de varias maneras: huyendo, enfrentándonos o conformándonos. Los hikikomoris huyen… pero sin moverse del sitio.
Palabras de una chica de 16 años: “Las escuelas nos están llevando a una competición sin fin, nos enseñan a pisar a nuestros compañeros para tener éxito”, dicho en un discurso. Y añadió: “No somos máquinas de estudiar. Sólo somos adolescentes”.
La sociedad japonesa da tal valor a la educación y al estudio que el joven que consigue el éxito escolar tiene garantizado también el éxito social.
Tanto “éxito” y tantos “codos” para aprender los textos de carrerilla, sin dejar espacio libre al desarrollo creativo y a la comprensión tienen sus consecuencias. Se genera una presión y una competitividad que se sigue endureciendo por la sombra de un paro creciente, hasta hace poco prácticamente inexistente.
Por otro lado, el vertiginoso ritmo de trabajo en Japón ha alejado e incomunicado a las familias. Padres e hijos se han convertido en extraños, y al mismo tiempo, los hijos son sobreprotegidos y reciben una gran presión para que alcancen el tan deseado éxito.
Una frase común en Japón es: " EL FRACASO NO ES UNA OPCION".
Efectos en el hikikomori
La falta de contacto social de estas personas y el aislamiento prolongado tienen un gran efecto en la mentalidad, con pérdida de habilidades sociales y los referentes morales necesarios. A menudo, el mundo de la televisión o los videojuegos se convierten en su marco de referencia.
Japón esta repleta de tecnología, por lo cual los jóvenes tienen mas comunicación via virtual que comunicándose en el mundo real.
Si el hikikomori finalmente (a menudo después de unos cuantos años) regresa a la sociedad por su propia voluntad, tiene que afrontar el problema de haber perdido muchas de sus habilidades sociales, así como años de estudio, lo que agrava la reintegración. Temen que los demás descubran su pasado como hikikomori, y se muestran vacilantes con la gente, especialmente si son desconocidos.
Su miedo a la presión social puede convertirse en ira, y la pérdida del marco de referencia social puede conducir también a un comportamiento violento o delictivo. En casos extremos llegan a atacar a los padres y a delinquir, y sirvan como ejemplos: En el año 2000, un hikikomori de 17 años secuestró un autobús y mató a un pasajero.
Otro caso fue el de un hikikomori que secuestró a una chica joven y la tuvo en cautiverio durante nueve años. Otro mató a cuatro chicas para recrear escenas de un manga hentai gore (cómic pornográfico gore).
Estos casos se generalizan haciendo pensar a la opinión pública que todos los hikikomori son así, o haciéndoles relacionar ciertas temáticas con los malos hábitos de estos jóvenes.
Es difícil conseguir cifras exactas sobre los distintos casos, ya que muchas familias deciden no hablar de este problema.
Tratamiento
Hay diferentes opiniones sobre el tratamiento que debe seguir un hikikomori, y las opiniones a menudo se dividen en un punto de vista japonés y otro occidental. Los expertos japoneses normalmente sugieren mantener un contacto permanente sin invadir su espacio e intentar reincorporarlo a la sociedad de manera muy progresiva, mientras que los médicos occidentales piensan que hay que mantener una postura de firmeza e incluso actuar de manera directa forzando al enfermo a abandonar su enclaustramiento. En cualquier caso, es necesaria una ayuda psicológica, ya que muchos padres se ven abrumados por los problemas de un hikikomori. Aunque hay algunos médicos y clínicas especializados en ayudar a jóvenes hikikomori, muchos de ellos y sus padres aún sienten falta de apoyo a sus problemas.
Sea cual sea la manera correcta para el tratamiento de los hikikomoris es un problema que ocupa una solución lo mas pronto posible, ya que el aumento de este fenómeno va en aumento y en unos años podría que la sociedad japonesa pierda mucho poder.
Si quieren saber un poco de este tema les dejo unos links para poder ver un documental y un anime sobre la historia de un hikikomori, basada en una novela ligera de Tatsuhiko Takimoto.
Si quieren bajar el anime en el ultimo link lo pueden bajar es mp4 y solo pesa como 80mb.
http://www.youtube.com/watch?v=T7_EW6qDoIA&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=xv51zeP03L4
http://www.mcanime.net/descarga_directa/anime/detalle/ddnhk_ni_youkoso_242480mb/25907
Bibliografía
http://es.wikipedia.org/wiki/Hikikomori
http://www.aprendeseduccion.com/?p=357
http://chstyle.wordpress.com/2007/04/09/hikikomoris-encerrados-en-japon/
http://www.portalplanetasedna.com.ar/hikikomori.htm
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