sábado, 28 de enero de 2017

Taxi Driver; Reseña

Película Taxi Driver, Martin Scorsese
Taxi Driver es una película estadounidense de drama y suspenso escrita por Paul Schrader y dirigida por Martin Scorsese en 1976. Ambientada en la ciudad de Nueva York tiempo después de la guerra de Vietnam.

La filmografía presenta la vida de Travis Bickle (protagonizado por Robert De Niro), un ex marino solitario que padece de insomnio. Debido a su vasto tiempo libre, decide trabajar en una agencia de taxis. Pasando así de los cines pornográficos, a la vida nocturna de las calles neoyorkinas.  Es aquí en dónde se enfrenta con lo que él califica como la escoria social: ladrones, drogadictos, prostitutas, traficantes etc. Compartiéndonos su inconformidad en unas cuantas palabras: “Ojalá una lluvia cayera sobre esta ciudad y limpiara toda esta escoria".
Sumergido en el aislamiento, se limita a la mínima interacción con sus clientes. Narrándonos en una voz en off todas sus experiencias escritas en su diario; técnica que nos lleva más de cerca a su soledad.  Hasta que conoce a Betsy, una joven funcionaria de campaña política. De la que se enamora hasta el punto de auto reclutarse como voluntario, sin siquiera conocer la postura política del partido. Es aquí donde charla seguidamente con Betsy, y se da comienzo a lo que pareciera una relación, pero dado a la carencia de vida social de Travis y su inexperiencia con las mujeres, lo lleva a cometer un vergonzoso acto que cambiara drásticamente la relación con Betsy, marcando su fin.  

En unos de sus rondines nocturnos, lleva como pasajero al candidato a gobernador del partido, y mantienen una conversación sobre su participación como voluntario en su campaña y los problemas que aquejan a la ciudadanía, aprovechando para resaltar la abundante “basura” y la necesidad de deshacerse de ella.
Y no es hasta que conoce a un hombre con aires de venganza por los devaneos de su esposa, que Travis comete su primer asesinato, vengándose en el nombre de aquel sujeto, del que recibe una buena cantidad de dinero, con el que después compra todo un equipo de armas de fuego. Dando así inicio a su entrenamiento como limpiador. Algo digno de mencionar, es esa ligera sensación de falta, de huecos que, durante todo el film, incitan a la especulación fuera de foco, y despierta así, la imaginación del espectador. Acompañando toda su travesía con una banda sonora (compuesta por Bernard Herrmann) que crea un contraste con la película, ya que da un aire de alegría a comparación de la crudeza de la película. 
Una serie de circunstancias lo llevan a conocer a Iris, una prostituta de 12 años enamorada de su proxeneta, del que Travis la trata de salvar, enfrentándose con él en un tiroteo del que, Travis, sale gravemente herido y en estado vegetativo durante unos meses. Despertando después con la noticia de que Iris estaba a salvo, y él; un héroe. Para estar luego de vuelta en las calles de Nueva York. 

Es así como Scorsese nos presenta una ciudad perturbada a través de los ojos de un insomnio crónico apaciguado por antipsicóticos. Una soledad viajera de la que nos hace participes. Taxi driver, un drama pasivo acompañado de una ironía cruda.

Taxi driver, un viaje de media madrugada. 


viernes, 27 de enero de 2017

Reseña de La Tumba de las Luciérnagas, de Isao Takahata

Por Carmen Elizabeth Luna Martínez y Juan Francisco Andrade Andrade.
   
    Es fácil encontrar en el séptimo arte muchas representaciones de acontecimientos históricos, y no cabe duda que la Segunda Guerra Mundial es uno de los temas que con más frecuencia se han llevado a los libros y a la pantalla grande, siendo regularmente ilustrada una perspectiva unilateral, que mira con ojos críticos y de desaprobación—con mucha razón— a los países del Eje. Sin embargo, quizá olvidamos, al tomar una postura parcial, que en una guerra nadie gana. Dejamos de lado los estragos que, sin importar quiénes son los países “victoriosos” y quiénes se llevan la derrota, los conflictos bélicos causan a la población civil, física, psicológica y materialmente, y la forma en que se ven afectadas las personas directamente involucradas en estos: la carne de cañón.

    Studio Ghibli viene a conmovernos con un drama animado que nos muestra, de una manera cruda y a la vez emotiva, la devastación de la población civil japonesa en el ocaso de la Segunda Guerra Mundial. Isao Takahata, aclamado director de la mundialmente reconocida caricatura Heidi, la niña de los Alpes, y cofundador, junto con Hayao Miyazaki, de dicho estudio de animación, adapta al cine la novela Hotaru no Haka (火垂るの墓) de Akiyuki Nosaka, donde nos presenta la historia de Seita, un muchacho de 14 años hijo de un oficial de la Armada Imperial Japonesa, quien queda a cargo de su hermana Setsuko, de 5 años de edad, después la muerte de su madre en el bombardeo a manos americanas de la ciudad de Kobe, en el cual, su casa fue reducida a cenizas.

    “El 21 de septiembre de 1945, yo morí...” es la frase con que inicia La Tumba de las Luciérnagas, y en ella nos advierte el tipo de película que veremos. Hambre y falta de recursos, destrucción de viviendas, la amenaza latente de ser bombardeados en cualquier momento, el menosprecio de aquellas personas que no participan directa o indirectamente en la defensa del país, son sólo algunos de los demonios con los que el protagonista tiene que luchar mientras, al mismo tiempo, protege como dé lugar la burbuja de inocencia de su pequeña hermana, quien representa en el filme una ventana hacia las cosas hermosas con profundo significado que prevalecen a pesar del caos: el canto de las ranas, las olas en la arena, el andar de un cangrejo o la sublime luz de una luciérnaga. La actitud de Seita recuerda a la de Guido, en La Vida es Bella—película rodada casi diez años después—, buscando a toda costa mantener la integridad física y mental, y la ingenuidad de su pequeño hijo dentro de las atrocidades que acontecen en un campo de concentración, valiéndose de la imaginación de éste y de la propia. Ambos personajes, Seita y Guido, revelan un valor humano de gran importancia en tiempos tan adversos: la esperanza. Depositan su entero ser en el afán de proteger a esa pequeña personita, y encuentran en ella inspiración y fortaleza para aguantar el hambre propia, golpizas despiadadas, tormentos psicológicos, con el fin último de que su ser amado sobreviva.

    De manera implícita, existe en el desarrollo de la historia un punto medular en el que se dejan entrever ciertos rasgos característicos de la cultura japonesa, impregnados profundamente en su sociedad: el perdón, el honor y el orgullo. En un momento clave del largometraje, el personaje protagonista se ve en la necesidad de tomar una decisión. La tía de Seita y Setsuko, quien abrió las puertas de su casa para recibirles y les alimentó tras la destrucción de su ciudad natal, comienza con el tiempo a sentirse incómoda por la presencia de sus sobrinos, recriminando al mayor su “holgazanería”, instándolo a pensar en el futuro, a convertirse en soldado para servir a su país, y su comportamiento se ve acompañado de episodios de violencia psicológica y sugestión que, evidentemente, hacen que ambos niños deseen huir a cualquier otro lugar. Dada la situación tan complicada que se respira en esos momentos y las pocas alternativas viables que tienen, lo más sensato sería aguantar el mal trato de su tía, o darle la razón y disculparse cediendo a su voluntad, pero el orgullo le impide a Seita pensar siquiera en la idea de pedir disculpas por algo con lo que está en desacuerdo. Termina tomando la decisión de utilizar los últimos recursos que tiene, obtenidos al vender las pocas prendas de su madre que logró rescatar entre los escombros, para comprar víveres y utensilios, y marcharse con su hermana a otro lugar menos protegido, a merced de los inclementes monzones que azotaban por esos tiempos la costa japonesa, pero donde al menos serían libres de hacer lo que quisieran.

    En su larga trayectoria, Studio Ghibli nos ha demostrado que la animación no es, en absoluto, una categoría fílmica reservada exclusivamente para niños y niñas, y La Tumba de las Luciérnagas no es la excepción. Por el contrario, las fuertes escenas y el desarrollo mismo de la película que nos mantiene en vilo, con un nudo en la garganta y los ojos anegados en lágrimas, nos sugiere reservarnos de darle una clasificación menor de B.

    La Tumba de las Luciérnagas es sin duda una obra sublime que se suma a El Pianista de Roman Polański, La Lista de Schindler de Steven Spielberg o la antes mencionada de Roberto Benigni, para dibujar un panorama más humano y sensible respecto a la catastrófica segunda gran guerra, que incita a que nos cuestionemos si el fin justifica los medios, y a darnos cuenta de que hay cosas más importantes que a veces no se perciben a simple vista.

Referencias

Hara, T. (productor) y Takahata, I. (director). (1988). Hotaru no Haka [cinta cinematográfica]. Japón: Studio Ghibli.

miércoles, 25 de enero de 2017

Quién era, quien soy, quien seré; y porque decidí estudiar Sociología?

Buenas tardes a todos! Soy Jaime Octavio Mora, Era hasta antes de ingresar a la UdG instructor de Guitarra en talleres, ahora soy estudiante de sociología, y seré el complemento de ambas actividades. 
Decidí ser LSoc para conocer más acerca de los grupos sociales, estructuras y dinámicas; despertaron mi interés en la materia amigos estudiosos de las humanidades y ciencias sociales.

martes, 24 de enero de 2017

¿Por qué decidí estudiar sociología?

No todo el tiempo me había llamado la atención los problemas en la sociedad, ni siquiera sabía que existía una ciencia dedicada a eso. Ya tenía tiempo con esa duda, con el interés de saber más sobre la sociedad en donde estoy y de saber qué involucraba; en especial porque hace un año aproximadamente estudiaba cine/publicidad. En el tiempo en que estuve ahí me di cuenta de muchas cosas que estaban pasando en las que yo no estaba envuelta, mucho más con los problemas de género que hay ahorita. 
La publicidad y el cine están hechos de inventos, algo que no es real, cuentos que queremos ver todo el tiempo, es algo que productores y directores distorsionan en muchos ámbitos en ese mercado. Estar en una ciencia humana es lo que quería, es por eso que decidí estudiar sociología, para aprender, investigar, informarme más de todo lo que pasa, ver la realidad como es e involucrarme más con la sociedad.

lunes, 23 de enero de 2017

¿Porque decidí estudiar sociología









Desde pequeño me he interesado en las ciencias sociales, leía con gusto las noticias que rodean el mundo , con entusiasmo opinaba acerca de mi país, con esa fuerza que rodea al adolescente pensaba y hablaba de cambio, buscando utópicamente aquellas acciones que cambiaran mi país o el mundo.
Hace casi 7 años egrese de la preparatoria, ese pensamiento utópico se debilito y dio paso a un pensamiento más realista, aunque son dejar de lado la lucha por el cambio…
Decidí estudias artes audiovisuales, presente mi examen en la UdeG y no fui admitido, a los 6 meses ingreso a la licenciatura de psicología y egrese hace año y medio. En el presente soy admitido en la licenciatura en sociología con la cual busco reforzar conocimientos y construís nuevos. Además tener un amplio abanico de posibilidades de maestría y un intercambio en el extranjero.
Oscar Hernández Martínez

domingo, 22 de enero de 2017

¿Porque decidí estudiar sociología?

                                             
Considero que la sociología abarca demasiados temas, en realidad los abarca, mejor dicho todo es sociología cuando hablamos de nosotros los humanos y la interacción con nuestro planeta.
Mi primera opción de licenciatura fue Relaciones Internacionales, siempre he tenido interés por los idiomas y países extranjeros, pero en sociología existen también formas de estudiarlos, extrañamente hoy en día creo que la sociología me corresponde como vocación, tomando así la decisión de estudiarla, espero especializarme probablemente en investigación o comunicación publica.

sábado, 21 de enero de 2017

¿Por que decidí estudiar sociología?

Al momento de investigar las diversas carreras que ofrece la U. de G. me encontre con el plan de estudio de sociología, en ese momento esperaba el resultado del examen a psicología, siendo "no admitida" al final. Sociología me cautivo pero aun así elegí de manera ciega teniendo un buen presentimiento de mi decisión y resultado por ser "admitida".

¿Por qué decidí estudiar sociología?

En el transcurso de mi último semestre en la preparatoria pensé que tenía que tomar la decisión de estudiar una carrera pero no sabía qué era lo que tenía que hacer ya que tengo una pasión por experimentar la ejecución de la música y adentrarme en su mundo con todas las consecuencias que se puedan cargar con ella, sin embargo al final decidí que lo haría después de averiguar cuales eran todas mis habilidades. He llegado a considerar que tengo una habilidad para escribir textos, no es muy difícil en realidad así que me encomendé en la tarea de buscar una carrera que se sincronizara fácilmente con mi perfil. Fui en búsqueda de un consejo y llegué con uno de mis profesores, al cual admiro tanto. Él me ayudo a saber cuales eran mis posibilidades y me ayudó a escoger la carrera de sociología. 
Por otra parte me siento un poco abrumado por el gran cambio que he tenido desde la preparatoria, pero estoy trabajando en superarlo.

Por qué decidí estudiar sociología

La persona que he sido hasta ahora es una persona tranquila, hasta el momento si pudiera volver al pasado para corregir los errores que he cometido a lo largo de mi vida lo haría, pero tampoco vivo arrepintiéndome de lo que hago, solamente hablo desde el punto de vista de una persona "perfeccionista".

En el presente hago lo posible para satisfacer todas mis necesidades como cualquier otra persona adulta, y pues esto lo hago trabajando, como lo requiere nuestro sistema. Estoy estudiando la licenciatura de sociología porque siempre he sido una persona muy crítica conmigo mismo y con lo que me rodea, elegí estudiar esta licenciatura porque creo que es lo que a mí, como persona, me va a ayudar más a desarrollarme intelectualmente, profesionalmente y personalmente. Claramente esas son mis expectativas y las razones del por qué decidí estudiar sociología.

Mis aspiraciones para futuro es terminar mi licenciatura, seguir desarrollándome como profesionista y seguir creciendo, así sin más, nada específico pues sí hay muchas opciones y al final puedo decidirme por algo distinto. En fin el futuro siempre es incierto para todos pero en un panorama general eso es lo que más deseo que está ligado directamente con mi decisión de carrera.
      ¿POR QUE DECIDI ESTUDIAR SOCIOLOGIA?
 la respuesta mas rapida y sencilla seria no lo se, despues de aver intendado ingresar a la Universidad mas de dos ocaciones y no poder ver eso que uno tanto quiere esa palabra  "ADMITIDO" en mi caso pues la motivacion ya no seguia, entonces quise intentar nuevas cosas un trabajo, otra gente con otra mentalidad, no me gusto ese trabajo en nada haci que me sali y pues tuve una platica tensa con unas personas y un dia antes de mandar mi solicitud a la Universidad pues me puse a investigar carreras con un puntaje pequeño y no sabia que escojer ya estaba en ese dia el ultimo, mi mente daba vueltas, y pues aqui estoy en esta carrera. Espero que me de un enfoque distinto al que ya tengo y mejorar en todo y si no es lo que queria pues a seguir simple y sencillo.

viernes, 20 de enero de 2017

¿por qué decidí estudiar sociología?

Por que hace falta entenderse y entender la sociedad y sus conflictos sus supuestas vidas en "común" igualdad el mundo se consumió hace años y poco a poco ha ido tomando un rumbo nuevo aunque me gustaría formar parte milimétrica de los pasos más importantes.

Para mí la sociología es una herramienta fundamental y personalmente la única que decido hacer mía. Es sin duda un paso diestro hacía una etapa nueva con actitudes reforzadas y una oportunidad de madurar el entendimiento que tengo de los fenómenos mundiales.


¿Por qué decidí estudiar Trabajo social?


¿Estudiar o no estudiar?  Esa era mi pregunta cuándo salí de preparatoria, allá por el año del 2007. Si, hace diez hermosas primavera, con el resto de sus estaciones, que yo me gradué de la prepa. Me gustaría decir que fue con cuadro de honor y que mi familia estaba orgullosa de mi, pero la verdad es que, se aliviaron de que la terminara, pues me tarde un año más de lo que se supone debía haberme tomado terminar mis estudios de media superior.
Realmente no sabía que estudiar. Si bien desde finales del 2004 casi hasta mediados del 2005 me estuve planteando que debía estudiar, nunca di realmente con una carrera que sintiera era la correcta. Nunca sentí “el llamado” de ninguna,  no hasta que conoci la filosofía a finales de ese 2005 y fue cuando opte por aquella carrera. Desgraciadamente en mi familia, la filosofía es sinónimo de “morirse de hambre” así que, para no discutir con ellos ni tener problemas, opte por dejar Sofia de lado, con todo el dolor del mundo, y verla solo de vez en cuando mientras elegía alguien mas con quien casarme para mi vida profesional futura.

El siguiente año, en la primavera del 2006, conocí la danza, específicamente la danza folklórica, de la cual me enamore, aunque era una relación en la cual sufri físicamente, la danza y yo simplemente eramos felices, o al menos yo lo era con ella,  pese a lo que significaba para mis rodillas esguinzadas el bailar y ensayar. Aun asi, la danza y yo terminamos igual que mi anterior decisión con la filosofía…y me quede sin ninguna opción mas de estudio.
La vida pasaba, yo iniciaba una relación, mi segundo noviazgo y con ello una nueva etapa de mi vida. Mientras seguía estudiándola preparatoria, atendiendo mi relación y las cuestiones familiares, seguía sin saber que quería estudiar o que quería para mi vida futura en el ámbito profesional, y era mas difícil porque desde niña yo me había visualizado como ama de casa, no como profesionista, porque lo mio son las labores del hogar, la cocina, la costura, la familia, o al menos hasta donde yo pensaba.

Mi novio, en aquel entonces, trabajaba en la secretaria de desarrollo social, mejor conocida como SEDESOL, yo logre tener mi primer trabajo formal ahí, como capturista y meses después como auxiliar de promotor social, entregando apoyos del programa OPORTUNIDADES para familias de bajos recursos.  Fue ahí donde entendí que lo que me gustaba era ayudar, o ser un medio por el cual las personas recibieran ayuda, pero aún seguía sin saber que carrera podría realmente. El tiempo paso, me gradue de la preparatoria, se termino mi contrato en SEDESOL y me tome un año sabático, al final del cual, volvi a la secretaria de desarrollo social, pero ahora en un programa llamado 70 Y MAS que era un programa de ayuda a grupos prioritarios, en este caso, mayores de 70 años, el cual actualmente es 65 Y MAS.

Mi contrato termino aproximadamente en el 2012, y pareciera que con el, mi elección de estudios volvia a atosigarme, atacándome y presionándome para decidir que estudiar, al punto que me molestaba mucho el que me preguntaran sobre ese tema.  Pero dicen que “uno pone y Dios dispone”  y asi fue, pues con la enfermedad que en ese entonces adquirio mi madre, yo tuve que ir a ayudarla en el hospital donde trabaja, para alijerar su carga debido a que no le autorizaron la incapacidad por ser por tiempo indefinido mientras se atendia y los médicos descubrían  realmente que enfermedad padecia. Fue ahí donde, enfermería me llamo la atención y opte por estudiarla, eso y la insistencia constante de mi amada progenitora de que ya estudiara algo. Pero como toda historia tiene que tener una tragedia, pues de lo contrario, el protagonista no seria protagonista, todo en mi vida se vino abajo. Con la ruptura de mi relación de casi 8 años, sumado a los problemas económicos de casa y a lo que vivi en mis últimos dos campos clínicos, una depresión muy fuerte me ataco, no pude mas con la carrera y no podia mas con la vida y esto se veria reflejado en mis habitos alimenticios y rutinas sedentarias y solitarias. 

Los años pasaron nuevamente, pero con ellos vino el consuelo, el aprendizaje de mis experiencias vividas y sobretodo, la superación de mi etapa depresiva.  Decidi estudiar de nuevo, pero seguía con la incertidumbre sobre que carrera elegir…

Fue entonces, que de repente, mientras hacia la solicitud a la carrera, sin siquiera saber cual tomar, encontré trabajo social en la lista de carreras de CUCHS. Ahí fue donde sentí esa chispa, ese “plus” ese algo que necesitaba para elegir una carrera.  Despues de dos días de meditarlo y poner pros y contras en la balanza, decidí que era la carrera para mi, podría ser útil a la sociedad, ayudar en el proceso y sentir que era la decisión correcta, una que tome sin presiones de ningún tipo y porque yo de verdad deseaba seguir estudiando.
Aplique el examen para el calendario 2016B. Afortunadamente para mi propio jubilo, quede aceptada en la carrera al primer intento, pero como la vida no seria vida si no te cobra las facturas de tus actos y negligencias, muy a mi pesar, deje el primer semestre justo a dos mese de terminarlo, debido a que, enferme, causa de los pocos cuidados a mi persona durante mi periodo “de oscuridad” como suelo llamar al tiempo donde padeci depresión.
Afortunadamente, todo en cuestión de mi salud mejoro en menos tiempo del que esperaba, si bien actualmente tengo algunos problemas, no son impedimento para renunciar a mis estudios, por lo que puedo seguir en mi carrera, deseosa de seguir adelante y asi terminar el camino que he decidido recorrer, todo, un paso a la vez.





Por que decidí estudiar sociología ?

decidí estudiar Sociología por que siempre e tenido el interés sobre el pensamiento y comportamiento de las personas, cuando revise las aptitudes sobre el aspirante a esta licenciatura creo que cumplo con algunos como el gusto por la lectura así como argumentar ciertas cosas, también siempre me a gustado el poder ayudar a personas y creo que aquí puedo hacerlo, me gusta conocer, analizar y saber que sucede a mi alrededor en diferentes temas, educación, sociedad, religión, etc.,




¿Por qué decidí estudiar sociología?

A pesar de que sociología no fue mi primera opción, siempre he tenido ese interés sobre saber cuáles son los factores que determinan ciertos comportamientos en diferentes grupos sociales.
Lo que más me llama la atención es la desigualdad social, sobre todo las zonas marginadas; recuerdo que en la preparatoria una maestra nos puso un documental hecho por sociólogos, precisamente donde se mostraba la vida que llevaba la gente en las colonias más pobres. Me llamó bastante la atención e hizo que quisiera enfocarme en la investigación hacia ese tipo de comunidades.
Básicamente esa es mi razón de cursar esta carrera y espero aprender mucho.


¿Por qué decidí estudiar  sociología?

 Antes que todo, la idea que me motivo: Lo veo como una plataforma para muchos ámbitos, como publicidad; a esto me refiero que al “conocer” como funcionamos nos podemos desplazar por la sociedad como mejor nos convenga, vender cualquier artículo o hasta las propias ideas (hacer que más personas las compartan).
Se dice que el éxito no está en la carrera si no quien la ejerce y yo quiero llegar lejos con lo que aprenda aquí, no con el título.
Por más que me apasionen aspectos de esta carrera, la expresión oral, el debate, identificar los problemas de la sociedad actual, comportamiento humano, etc. No podría decir  que estoy segura del porque estoy estudiando esto, al haber tantas otras carreras que parecen ser las indicadas, hasta el momento tengo lapsos en los que podría decirse que me arrepiento y me enoja, pero en otros mi mente se llena oportunidades respecto a mis actitudes, siento que estoy en mi lugar y me hace seguir con seguridad.
En pocas palabras, porque me es útil para ser quien quiero.

jueves, 19 de enero de 2017

¿Por qué decidí estudiar Sociología?

La sociología fue mi segunda opción, sin embargo siempre me llamo la atención porque mi papá es sociólogo: Siempre hacia estudios del comportamiento de los grupos sociales y del estado socioeconómico. Otro de los puntos por los cuales me decidí fue porque que leí algunos autores como: Foucault, Freud, Herbert marcuse y David Cooper, entre otros.

¿Por qué deci  estudiar sociología? 

No fue precisamente lo que muchos llamarían una revelación espiritual lo que me condujo a elegir sociología, a decir verdad no fue mi primera elección, pero me identifico con esta carrera, principalmente por el hecho  simple  de observar, de ver y analizar de lo que soy parte, del pasado y mi presente y vislumbrar lo que podría ser el futuro; capacidad que creo que desarrollamos todos. Es el perfeccionamiento de esto lo que me empujó  a elegir esta carrera, a no quedarme simplemente como espectador, sino ser participe. Analizar y crear cambios. 

Además, me parece una carrera cuyo panorama es muy amplio, se involucra con diferentes disciplinas lo que la hace muy rica en conocimientos. Y me da la oportunidad de plasmar de alguna manera lo que sé de la manera que me gusta.
¿Por qué decidí estudiar sociología?

Desde el segundo semestre de preparatoria todos comenzaban a decidir sus carreras y yo no sabía que quería estudiar, primero hice caso de lo que todos decían “Estudia algo que te guste para que sea más sencillo”. Después de esas palabras comencé a pensar en mí, había tantas cosas que hacía, pero ninguna de ellas me gustaba hasta el punto de querer vivir de ello. Principalmente tuve la elección de estudiar cultura física porque me gustaba mucho el judo y el futbol. Después de pensarlo mucho lo descarte porque no era una carrera con mucho futuro.

 Entre el quinto y sexto semestre de preparatoria mi cabeza estaba vuelta un desastre, ya no me quedaba tiempo para escoger carrera, ¿Qué debía hacer con mi vida? Debía estudiar algo que me diera dinero en un futuro, o algo que disfrutara. Un dilema que hasta hoy en día no he podido descifrar. Entonces pensé, yo quiero vivir fuera de esta sociedad, no quiero verme involucrada en todos sus problemas y tampoco quiero que mis hijos tengan que cambiar para satisfacer a los de más, lo mejor que puedo hacer es convertirme en un ermitaño, eso pensaba hacer y por eso le dedicaría mis 4 años de universidad a ser un ingeniero agrónomo, esto me serviría mucho, aprendería a cuidar de la tierra y a valerme por mi misma sin depender de los demás.

Mi profesor de filosofía y metodología un día se puso a hablar con migo, su manera de hablar y de pensar me encantaban, todo lo que decía era tan genial, como decirlo, todos opinamos según lo que vivimos, vemos o pensamos, por lo tanto cada quien aporta de lo suyo, de su experiencia, pero el no, él hablaba como si pudiera ver las cosas desde arriba y entre nuestras platicas él me dijo “Está bien que te gusten muchas cosas, todos tenemos preferencias, pero, también tenemos cosas que se nos facilitan, no crees que eso sería un buen comienzo para ti”, sus palabras no me aligeraron la carga, en lugar de eso me sentí más revuelta, siempre se me dieron las matemáticas y el álgebra, pero no por eso me gustaban, yo definitivamente no quería estudiar algo con números, después de eso decidí hacer todo a un lado, mis preferencias, mis aptitudes y mis necesidades, estaba esperando como que mi elección de carrera cayera del cielo, pero eso no paso.

Busque la universidad más cercana a mi casa y vi sus carreras, del CUCSH solo me agradaba filosofía y sociología, entonces comencé a investigar que hacían ambas carreras y la sociología definitivamente me encanto, la idea pura de investigar a las sociedades para buscar una solución es bastante buena, es mucho mejor buscar la respuesta a los problemas, que aislarse, o eso es lo que creo, es nada mas mi punto de vista, así que por eso estoy en sociología.



¿Por qué decidí estudiar sociología?

Decidí estudiar sociología porque:

Desde que comencé a tener uso de razón me sentí con una inquietud por el hecho de que ciertas personas dentro de un mismo tiempo - espacio mostraran distintas actitudes.

Conforme fui creciendo esta observación se hizo más constante y empecé a comprender que todo tiene un antecedente, no somos de tal o cual manera solo porque "sí" o porque así tuvo que ser, hay dependencias, siempre hay algo que influye en los comportamientos de las personas y más que exista como un "patrón" en cierta parte de una población.

Después de este punto, decido estudiar sociología porque pienso que ahora mismo nos hace falta este lado crítico - reflexivo, este lado humano, puntos en los que más de uno debe de involucrarse para buscar soluciones, para no dar nada por sentado.

miércoles, 18 de enero de 2017

¿Por qué decidí estudiar sociología?



Principalmente por que no alcancé el puntaje para letras hispánicas, carrera la cual aspiro realmente, ahora decidí esta carrera para volver a integrarme a los estudios, ya que no he estudiado desde hace un año. Esta carrera en especial es general en muchos ámbitos sobre la sociedad, los cuales voy a aprender gradualmente por los próximos años, espero tener los conocimientos requeridos para así ser socióloga, además es interesante saber sobre la sociedad en la que vivo y las que me rodean para así saber sobre los fenómenos en los cuales suceden diariamente y encontrar sus causas y encontrar algunas soluciones para mejorar como sociedad, también me interesa saber las diversas culturas que hay en el mundo como sociedad existen, espero poder saciar mi conocimiento en esta carrera y sentirme satisfecha al terminarlo.    

martes, 17 de enero de 2017

¿Por qué decidí estudiar sociología?

Prefiero ser parte activa de la solución que parte pasiva del problema.
Miguel Ángel Ochoa

En 1959 se llevó a cabo una cirugía sin precedentes para el ámbito médico: una persona británica llamada Sidney Bradford, tras 52 años de vivir en la oscuridad, recuperó la vista mediante un trasplante de cornea. Contrario a lo que pudiéramos esperar, la experiencia de recuperar la visión fue para él muy deprimente. Mucho le costó adaptarse a un nuevo entorno que era muy distinto a lo que toda su vida había imaginado, e incluso al realizar actividades que podían representar un riesgo, como cruzar la calle o desempeñar su trabajo de maquinista, prefería cerrar los ojos para sentirse más seguro, dentro de su mundo táctil adimensional.

De cierta manera me identifico con la historia de este invidente que recobró la vista, y me atrevo a comparar la capacidad visual con la conciencia. A veces me pregunto, ¿será mejor ser ciego?¿Será más fácil ignorar? Pero una vez que ves, no puedes no ver, aunque cierres los ojos. Por lo menos yo no. Es la conciencia la que me urge a mirarme en un espejo nítido, y poder ver en mí el reflejo de la sociedad, a través de todas las formas en las que ésta me ha moldeado; reconocerme circunscrito en determinadas condiciones, con mis capacidades y limitantes, mis privilegios y estigmas. En este proceso personal, decidí que quiero hacer algo para generar un cambio en mi vida: mis hábitos y comportamientos, la forma en la que percibo y vivo mi realidad, y la manera en la que mi paso por determinado lugar y tiempo repercute en lo que me rodea. Si bien estoy al tanto de que el estudio no es imprescindible, y no necesariamente representa el epítome de la realización, busco al entrar a una carrera universitaria, rodearme de personas y herramientas que me ayuden a entender los muchos porqués que agitan esta mente crítica sin sosiego, y a extender mi capacidad de impactar positivamente en ellas; devolver algo de mí.

A demás, de cada circunstancia en que se articulan mis privilegios de género, clase y raza, surge una deuda tácita, y una necesidad imperante de hacer algo al respecto, en nombre de quienes no tuvieron la azarosa fortuna de nacer en el lugar, en el tiempo, con el color de piel, la situación económica, el órgano y/o la preferencia sexual que se supone superior. Es lo menos que puedo hacer desde mi condición, y en ello se esconde mi joie de vivre.

Juan Francisco Andrade Andrade